Irán, Ahmadineyad y la ocupación israelí de Palestina
El presidente electo de Irán, Rohaní, afronta una inesperada polémica en vísperas de su investidura
Á. E. | ENVIADA ESPECIAL
Teherán, El País
Israel y la cuestión palestina se han convertido este viernes en una vara de medir las diferencias entre el nuevo presidente iraní, Hasan Rohaní, y su predecesor, Mahmud Ahmadineyad. Dispuesto a aprovechar hasta su último minuto en el cargo, el jefe del Gobierno saliente ha utilizado el Día de Jerusalén para repetir su conocida retórica de cuestionar el Holocausto, acusar a Occidente de apoyar ciegamente a Israel a pesar de su ocupación de tierras palestinas y anunciar una inminente intervención divina para acabar con esa injusticia. Rohaní, que será investido este fin de semana, se ha mostrado más prudente.
“Una gran tormenta que aniquilará a los sionistas está de camino (…) pronto la mano de Dios remediará la ocupación israelí de Palestina”, ha proclamado Ahmadineyad ante varios miles de fieles reunidos en la Universidad de Teherán para la plegaria de mediodía. Antes de llegar ahí, el locuaz presidente había logrado relacionar sionismo, colonialismo y esclavitud para intentar argumentar que “la presencia de los sionistas en Oriente Próximo es el resultado del proyecto de dominación de las potencias hegemónicas”.
Ahmadineyad puro. Nada nuevo en el estilo al que nos ha acostumbrado durante sus ocho años al frente del Ejecutivo iraní. Aún así sus palabras han chirriado en víspera de la toma de posesión de Rohaní. De hecho, algunas voces se habían opuesto a su intervención en el sermón previo a la plegaria. Pero tal ha sido la costumbre desde que hace tres décadas Jomeini declaró el último viernes del mes de ramadán Día de Jerusalén, y técnicamente él todavía era presidente aunque fuera solo por unas horas.
El presidente electo, por su parte, ha dicho que la ocupación de Palestina ha infligido una “herida” al mundo islámico. Sin embargo, por causas que no se han aclarado, una primera rendición de sus palabras por la agencia semioficial ISNA le atribuía haber dicho que “el régimen sionista es una herida en el cuerpo del mundo musulmán y necesita ser eliminada”, algo que recordaba la idea de “un cáncer que hay que extirpar” de Ahmadineyad.
Poco después, la cadena estatal PressTV ha transmitido la declaración de Rohaní con la siguiente traducción: “Después de todo, en nuestra región ha habido una herida durante años en el cuerpo del mundo islámico bajo la sombra de la ocupación de la tierra sagrada de Palestina y de la querida Jerusalén”.
El daño ya estaba hecho. Reaccionando a la traducción de ISNA, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dicho que Rohaní había mostrado sus verdaderos colores y que sus palabras “deben despertar al mundo de la ilusión en que parte de él se ha situado desde las elecciones iraníes”.
Á. E. | ENVIADA ESPECIAL
Teherán, El País
Israel y la cuestión palestina se han convertido este viernes en una vara de medir las diferencias entre el nuevo presidente iraní, Hasan Rohaní, y su predecesor, Mahmud Ahmadineyad. Dispuesto a aprovechar hasta su último minuto en el cargo, el jefe del Gobierno saliente ha utilizado el Día de Jerusalén para repetir su conocida retórica de cuestionar el Holocausto, acusar a Occidente de apoyar ciegamente a Israel a pesar de su ocupación de tierras palestinas y anunciar una inminente intervención divina para acabar con esa injusticia. Rohaní, que será investido este fin de semana, se ha mostrado más prudente.
“Una gran tormenta que aniquilará a los sionistas está de camino (…) pronto la mano de Dios remediará la ocupación israelí de Palestina”, ha proclamado Ahmadineyad ante varios miles de fieles reunidos en la Universidad de Teherán para la plegaria de mediodía. Antes de llegar ahí, el locuaz presidente había logrado relacionar sionismo, colonialismo y esclavitud para intentar argumentar que “la presencia de los sionistas en Oriente Próximo es el resultado del proyecto de dominación de las potencias hegemónicas”.
Ahmadineyad puro. Nada nuevo en el estilo al que nos ha acostumbrado durante sus ocho años al frente del Ejecutivo iraní. Aún así sus palabras han chirriado en víspera de la toma de posesión de Rohaní. De hecho, algunas voces se habían opuesto a su intervención en el sermón previo a la plegaria. Pero tal ha sido la costumbre desde que hace tres décadas Jomeini declaró el último viernes del mes de ramadán Día de Jerusalén, y técnicamente él todavía era presidente aunque fuera solo por unas horas.
El presidente electo, por su parte, ha dicho que la ocupación de Palestina ha infligido una “herida” al mundo islámico. Sin embargo, por causas que no se han aclarado, una primera rendición de sus palabras por la agencia semioficial ISNA le atribuía haber dicho que “el régimen sionista es una herida en el cuerpo del mundo musulmán y necesita ser eliminada”, algo que recordaba la idea de “un cáncer que hay que extirpar” de Ahmadineyad.
Poco después, la cadena estatal PressTV ha transmitido la declaración de Rohaní con la siguiente traducción: “Después de todo, en nuestra región ha habido una herida durante años en el cuerpo del mundo islámico bajo la sombra de la ocupación de la tierra sagrada de Palestina y de la querida Jerusalén”.
El daño ya estaba hecho. Reaccionando a la traducción de ISNA, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dicho que Rohaní había mostrado sus verdaderos colores y que sus palabras “deben despertar al mundo de la ilusión en que parte de él se ha situado desde las elecciones iraníes”.