Colón venció a Quilmes en un partido muy luchado
Colón de Santa Fe logró en la noche de este viernes su primera victoria en el Torneo Inicial y lo hizo con el 1-0 que fue producto del penal convertido por Rubén Ramírez, a los 34 minutos del segundo tiempo.
En el Estadio Brigadier General Estanislao López, y en el ámbito de la tercera fecha, Colón sumó por fin de a tres, ya que tenía entre sus antecedentes recientes un 1-1 ante el Racing Club en Santa Fe y un revés por 2-0 frente a Argentinos Juniors en La Paternal.
En cambio, Quilmes venía de doblegar a Godoy Cruz 1-0 en el Centenario, pero en su estreno fue superado por Rosario Central 2-0 en el Gigante de Arroyito.
En la escena clave, la del penal cobrado por Pablo Díaz, Sebastián Peratta derribó a Luciano Leguizamón cuando el delantero lo gambeteaba hacia afuera, pero con chances ciertas de completar su obra.
En los primeros minutos del partido, era Colón el que se mostraba como protagonista, a partir de la voluntad y la intención de abrir el marcador ante un Quilmes que aguantaba en su propio campo y apostaba por ataques en velocidad.
Sobre los 15, tanto el ímpetu como el buen juego del equipo de Rubén Forestello se fueron diluyendo, y el partido decayó en cuanto a su nivel, tornándose parejo y más luchado que jugado.
En este marco, tanto Braña como Sebastián Prediger imponían sus figuras y eran de lo poco para destacar en un cotejo que ya era aburrido.
Al promediar la primera etapa, los hombres de ataque de ambos conjuntos seguían demostrando que no estaban en su noche, y por eso las situaciones propicias no aparecían ante la eficaz tarea de los defensores.
Era Colón el que seguía intentando ejercer dominio, pero la falta de claridad en los metros finales impedian que el elenco de Forestello consiguiera llevar riesgo serio sobre el arco de Peratta. Quilmes, si bien acumulaba jugadores en ofensiva, no podia controlar la pelota, y de esta forma tampoco generaba alternativas de gol, dando vida a un 0-0 aburrido, pero más que justificado al llegar a la media hora de juego.
En un partido que no entregaba nada, la velocidad de Facundo Curuchet era lo único que generaba algo a partir de sus desbordes y diagonales.
Sobre los 35, Curuchet quedo mano a mano y definió por encima del travesaño. Un minuto después eligió esquivar a Peratta y resolver, por lo que provocó una providencial salvada en la linea de gol. Colón seguia siendo más y tenía a un encendido Curuchet como figura y única esperanza para desnivelar, ante un oponente tibio, que mostraba una palida imagen en Santa Fe.
Pese a la insistencia del local hasta el epílogo, el primer tiempo se fue sin novedades, en un juego bastante aburrido y mal jugado.
El comienzo de la segunda parte mostró una imagen diferente a la anterior. Quilmes salió con la ambición de jugar unos metros mas adelante y emparejó las acciones a partir de la tenencia de la pelota y la presión sobre la salida misma del Sabalero.
El anfitrión se vio sorprendido y ya no fue el de los primeros 45, relegando campo y esférico, por lo que entró en la confusión que le causó el equipo de Nelson Vivas.
De todas maneras, el partido no levantaba demasiado desde lo futbolistico, aunque comenzó a presentar algunas llegadas claras frente a los arcos.
Sobre los 11, estuvo a punto de marcar el Cervecero, con un cabezazo de Sebastián Martinez que Germán Montoya sacó en forma magistral.
El accionar era parejo y ambos elencos buscaban desnivelar, aunque eran poco eficaces al moimento de dar el pase final. Corrían 27 minutos cuando casi convierte Colón, luego de una gran jugada de Ramirez que el propio delantero definio mal ante la salida de Peratta.
Cuando los minutos seguían pasando, y todo indicaba que el juego se iba en 0, llegó la polemica jugada que definió la historia. Bruno Urribarri metió un pase al claro para un Leguizamón que se dejó caer ante la presencia de Peratta y Díaz cobró penal.
Tito Ramírez asumió la responsabilidad y ejecutó un furibundo remate que dejó sin oportunidades al portero visitante y desató el festejo en la noche santafesina.
