Arsenal empató con el último tiro ante Estudiantes

La Plata, Olé
Quedaba una bala en el Arsenal: a los 45’, Furch convirtió de penal (¿fue?) y los de Alfaro le robaron el triunfo a Estudiantes en Sarandí. El Pincha ganaba con gol de Zapata, pero se retrasó en demasía en la segunda parte y pagó.


Está embrujado Estudiantes. Por la vuelta de Juan Sebastián Verón, por el regreso del ídolo en buena forma y, sobre todo, con buen pie. Pero también porque arrancó el torneo Inicial engualichado: en la última jugada del tiempo regular, Julio Furch aprovechó un penal para robarle el triunfo al Pincha y marcar el 1-1 final en Sarandí.

Manejo de pelota en el medio, paciencia con Verón, algo de cambio de ritmo de un Román Martínez que tiene calidad pero no termina de ser manija. Y un animal del área: Estudiantes fue superior a Arsenal en el primer tiempo y Zapata aprovechó un rebote para poner la merecida diferencia. No sólo se habló de fútbol en esos 45’: Echeverría por el lado del Viaducto y Silva por el Pincha vieron dos expulsiones tal vez exageradas en la primera parte.

En desventaja en el marcador pero ya con la misma cantidad de antes, Arsenal buscó el empate. O hizo que lo buscaba: adelantó sus líneas, tuvo más la posesión, pero careció de la chispa necesaria en ofensiva, de la inventiva para generar chances claras en profundidad y no depender de la pelota parada. El equipo de Alfaro, además de extrañar al Marciano Ortiz, tuvo un estreno con el pie izquierdo de dos refuerzos: Fausto Montero jugó apenas 13’ por una lesión, y Echeverría vio la roja a los 17’.

Pero el destino le guiñó un ojo ya con el tiempo cumplido: el juez Giannini vio como mano intencional la de Jara, lo expulsó y dio penal. Gol de Furch, a los 45’, y punto de rebote para el Viaducto. ¿Estudiantes? La alegría de la vuelta de Verón, la confirmación de Zapata como carta de gol, un buen PT con la receta de la Bruja (pases cortos y cambios de frente). Pero también un retraso en demasía, con el que le regaló la pelota al rival, dejó dos puntos en el camino y arrancó el torneo salado. Cosa de Brujas…

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