Proyecto de ley inmigratoria de EEUU supera primera votación
Washington, EP
El Senado estadounidense votó el martes para iniciar el debate de una histórica ley de inmigración y discutir sus enmiendas, superando un bloqueo procedimental que los opositores suelen usar para retrasar o incluso terminar con una legislación.
Con los resultados de la elección de noviembre indicando un amplio apoyo para una revisión de las leyes de inmigración del país, incluso algunos senadores que habían expresado su oposición al proyecto dieron su voto para permitir que el debate avance.
Con una votación que finalizó 82-15, el Senado allanó el camino para el tan esperado debate, que podría extenderse durante todo junio.
Más temprano, el presidente Barack Obama buscó dar mayor impulso a la búsqueda de una reforma inmigratoria en Estados Unidos.
"Si creen genuinamente que necesitamos arreglar nuestro fallido sistema de inmigración, no hay buenas razones para obstaculizar este proyecto", dijo Obama en la Casa Blanca horas antes de que el Senado realizara la primera votación.
"Si son serios respecto a la idea de arreglar el sistema, entonces este es el vehículo para hacerlo", agregó.
Obama, quien el año pasado fue reelecto en parte gracias al fuerte respaldo de votantes latinos, ha colocado la reforma de la ley de inmigración como una prioridad en su segundo mandato.
El presidente no se pronunciaba públicamente sobre el tema desde hacía tiempo, lo que refleja una estrategia de la Casa Blanca de no querer entrometerse en el camino del proyecto bipartidista en el Senado.
El discurso que Obama dio el martes fue la primera gran divergencia en esa estrategia.
El proyecto del Senado autorizaría nuevos gastos por miles de millones de dólares para el mejoramiento de la seguridad fronteriza y la creación de nuevos programas de visa para trabajadores de alta y baja calificación, además de brindar un camino hacia la ciudadanía para los aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados -muchos de ellos de México y Centroamérica- que actualmente viven en Estados Unidos.
Mientras el Congreso se sumía en un polémico debate sobre el proyecto, el senador demócrata de Virginia Tim Kaine dio un discurso de apoyo a la medida en español.
Funcionarios del Senado dijeron que fue la primera vez en décadas que un discurso en el recinto se pronunció íntegramente en un idioma diferente al inglés.
El proyecto de ley, que cuenta con el amplio respaldo de los demócratas de Obama, necesitará el apoyo de algunos republicanos para poder mantener el impulso en la más conservadora Cámara de Representantes, que es controlada por el Partido Republicano y donde el camino para las disposiciones para obtener la ciudadanía afrontan mayor escepticismo.
Cuatro republicanos se unieron a cuatro demócratas en la redacción del proyecto de ley del Senado este año.
PRIORIDAD LEGISLATIVA
En una señal de los obstáculos que se asoman, el presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, dijo que esperaba que la reforma de inmigración se convierta en ley para fin de año, aunque aclaró que las medidas del Senado para reforzar los cambios y asegurar la frontera estadounidenses con México eran inadecuadas.
Por su parte, el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, advirtió en un discurso: "En los días que siguen habrá grandes cambios en este proyecto para que pueda convertirse en ley".
Grupos de inmigrantes temen que demasiados cambios puedan erosionar la delicada coalición que actualmente impulsa la medida.
En una entrevista con la cadena televisiva ABC, Boehner afirmó que, pese a las preocupaciones que tenía en ciertas áreas del proyecto de ley, la reforma del sistema de inmigración de la nación era una prioridad legislativa este año.
En sus comentarios del martes, Obama también señaló que el fortalecimiento de las fronteras había mejorado enormemente durante su período en el Gobierno y dijo que la reforma de la ley de inmigración solo puede funcionar si los indocumentados tienen la posibilidad de convertirse en ciudadanos.
El Senado estadounidense votó el martes para iniciar el debate de una histórica ley de inmigración y discutir sus enmiendas, superando un bloqueo procedimental que los opositores suelen usar para retrasar o incluso terminar con una legislación.
Con los resultados de la elección de noviembre indicando un amplio apoyo para una revisión de las leyes de inmigración del país, incluso algunos senadores que habían expresado su oposición al proyecto dieron su voto para permitir que el debate avance.
Con una votación que finalizó 82-15, el Senado allanó el camino para el tan esperado debate, que podría extenderse durante todo junio.
Más temprano, el presidente Barack Obama buscó dar mayor impulso a la búsqueda de una reforma inmigratoria en Estados Unidos.
"Si creen genuinamente que necesitamos arreglar nuestro fallido sistema de inmigración, no hay buenas razones para obstaculizar este proyecto", dijo Obama en la Casa Blanca horas antes de que el Senado realizara la primera votación.
"Si son serios respecto a la idea de arreglar el sistema, entonces este es el vehículo para hacerlo", agregó.
Obama, quien el año pasado fue reelecto en parte gracias al fuerte respaldo de votantes latinos, ha colocado la reforma de la ley de inmigración como una prioridad en su segundo mandato.
El presidente no se pronunciaba públicamente sobre el tema desde hacía tiempo, lo que refleja una estrategia de la Casa Blanca de no querer entrometerse en el camino del proyecto bipartidista en el Senado.
El discurso que Obama dio el martes fue la primera gran divergencia en esa estrategia.
El proyecto del Senado autorizaría nuevos gastos por miles de millones de dólares para el mejoramiento de la seguridad fronteriza y la creación de nuevos programas de visa para trabajadores de alta y baja calificación, además de brindar un camino hacia la ciudadanía para los aproximadamente 11 millones de inmigrantes indocumentados -muchos de ellos de México y Centroamérica- que actualmente viven en Estados Unidos.
Mientras el Congreso se sumía en un polémico debate sobre el proyecto, el senador demócrata de Virginia Tim Kaine dio un discurso de apoyo a la medida en español.
Funcionarios del Senado dijeron que fue la primera vez en décadas que un discurso en el recinto se pronunció íntegramente en un idioma diferente al inglés.
El proyecto de ley, que cuenta con el amplio respaldo de los demócratas de Obama, necesitará el apoyo de algunos republicanos para poder mantener el impulso en la más conservadora Cámara de Representantes, que es controlada por el Partido Republicano y donde el camino para las disposiciones para obtener la ciudadanía afrontan mayor escepticismo.
Cuatro republicanos se unieron a cuatro demócratas en la redacción del proyecto de ley del Senado este año.
PRIORIDAD LEGISLATIVA
En una señal de los obstáculos que se asoman, el presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, dijo que esperaba que la reforma de inmigración se convierta en ley para fin de año, aunque aclaró que las medidas del Senado para reforzar los cambios y asegurar la frontera estadounidenses con México eran inadecuadas.
Por su parte, el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, advirtió en un discurso: "En los días que siguen habrá grandes cambios en este proyecto para que pueda convertirse en ley".
Grupos de inmigrantes temen que demasiados cambios puedan erosionar la delicada coalición que actualmente impulsa la medida.
En una entrevista con la cadena televisiva ABC, Boehner afirmó que, pese a las preocupaciones que tenía en ciertas áreas del proyecto de ley, la reforma del sistema de inmigración de la nación era una prioridad legislativa este año.
En sus comentarios del martes, Obama también señaló que el fortalecimiento de las fronteras había mejorado enormemente durante su período en el Gobierno y dijo que la reforma de la ley de inmigración solo puede funcionar si los indocumentados tienen la posibilidad de convertirse en ciudadanos.