Malí alcanza un acuerdo con los tuaregs
Ouagadougou, EP
El Gobierno de Malí y los separatistas tuaregs del Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) han firmado este martes un alto el fuego que facilitará la vuelta de la administración y el Ejército a la parte norte del país africano de cara a las elecciones de finales de julio.
El pacto llega tras casi dos semanas de discusiones en la capital de Burkina Faso, Uagadugú. Los mediadores anunciaron hace una semana que ambas partes habían llegado a un acuerdo "de principios", pero el presidente interino de Malí, Dioncounda Traoré, en el poder desde el golpe de Estado del año pasado, había condicionado cualquier pacto al regreso del Ejército a Kidal.
Bamako había dejado claro que quería la reinstauración de una administración civil y del Ejército en Kidal antes de que se celebren las elecciones del próximo 28 de julio, con las que debería concluir el proceso de transición iniciado desde el golpe de Estado de marzo de 2012. El Ejército había amenazado con ocupar Kidal si no se llegaba a un acuerdo.
El denominado 'Acuerdo premilinar para las elecciones presidenciales y las negociaciones inclusivas de paz en Malí' tiene como objetivo principal la organización de estos comicios y, según Radio France Internationale, tiene en cuenta las reclamaciones de las dos partes,.
El documento prevé un alto el fuego inmediato de las dos partes, así como la retirada de los combatientes rebeldes y un despliegue de las fuerzas de seguridad. Estos cambios se desarrollarán bajo supervisión de la misión de la ONU en la zona (MINUSMA) y de las fuerzas francesas.
A cambio de ampliar la presencia del Gobierno central en el norte de Malí, las autoridades se comprometen a renegociar tras los comicios el estatus administrativo de la región del Azawad, así como fórmulas para potenciar su desarrollo.
La ofensiva militar lanzada por Francia el pasado mes de enero puso fin a diez meses de ocupación del norte del país --dos terceras partes de su territorio-- por las milicias islamistas vinculadas a Al Qaeda. Tras la derrota y retirada de los islamistas, los independentistas tuaregs recuperaron el control de Kidal, su feudo tradicional.
En Bamako reina una fuerte oposición a cualquier acuerdo que implique concesiones políticas al MNLA, al que se acusa de haber abierto las puertas a los grupos armados islamistas con su decisión de alzarse en armas el año pasado y cuyos líderes se enfrentan a órdenes de arresto por crímenes de guerra en el norte de Malí.
El Gobierno de Malí y los separatistas tuaregs del Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) han firmado este martes un alto el fuego que facilitará la vuelta de la administración y el Ejército a la parte norte del país africano de cara a las elecciones de finales de julio.
El pacto llega tras casi dos semanas de discusiones en la capital de Burkina Faso, Uagadugú. Los mediadores anunciaron hace una semana que ambas partes habían llegado a un acuerdo "de principios", pero el presidente interino de Malí, Dioncounda Traoré, en el poder desde el golpe de Estado del año pasado, había condicionado cualquier pacto al regreso del Ejército a Kidal.
Bamako había dejado claro que quería la reinstauración de una administración civil y del Ejército en Kidal antes de que se celebren las elecciones del próximo 28 de julio, con las que debería concluir el proceso de transición iniciado desde el golpe de Estado de marzo de 2012. El Ejército había amenazado con ocupar Kidal si no se llegaba a un acuerdo.
El denominado 'Acuerdo premilinar para las elecciones presidenciales y las negociaciones inclusivas de paz en Malí' tiene como objetivo principal la organización de estos comicios y, según Radio France Internationale, tiene en cuenta las reclamaciones de las dos partes,.
El documento prevé un alto el fuego inmediato de las dos partes, así como la retirada de los combatientes rebeldes y un despliegue de las fuerzas de seguridad. Estos cambios se desarrollarán bajo supervisión de la misión de la ONU en la zona (MINUSMA) y de las fuerzas francesas.
A cambio de ampliar la presencia del Gobierno central en el norte de Malí, las autoridades se comprometen a renegociar tras los comicios el estatus administrativo de la región del Azawad, así como fórmulas para potenciar su desarrollo.
La ofensiva militar lanzada por Francia el pasado mes de enero puso fin a diez meses de ocupación del norte del país --dos terceras partes de su territorio-- por las milicias islamistas vinculadas a Al Qaeda. Tras la derrota y retirada de los islamistas, los independentistas tuaregs recuperaron el control de Kidal, su feudo tradicional.
En Bamako reina una fuerte oposición a cualquier acuerdo que implique concesiones políticas al MNLA, al que se acusa de haber abierto las puertas a los grupos armados islamistas con su decisión de alzarse en armas el año pasado y cuyos líderes se enfrentan a órdenes de arresto por crímenes de guerra en el norte de Malí.