La Inteligencia británica rastrea el tráfico mundial de telecomunicaciones
Londres, EP
La Oficina de Comunicación del Gobierno (GCHQ) de Reino Unido, agencia de Inteligencia, cuenta con acceso a las redes de comunicación del mundo y almacena gran cantidad de información procedente de correos electrónicos, mensajes de redes sociales y llamadas, con el objetivo de "controlar internet", según ha desvelado este viernes el diario 'The Guardian'.
El periódico ha asegurado, además, que la agencia de Reino Unido comparte la información que almacena con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, según los documentos a los que ha tenido acceso, en los que GCHQ asegura que pretende "controlar internet".
La GCHQ ha conseguido introducirse en los cables de fibra óptica de las conexiones mundiales y almacena durante 30 días la información que descarga. Estas operaciones, que reciben el nombre de Tempora, llevan realizándose desde hace 18 meses.
La agencia es capaz de registrar llamadas, publicaciones en Facebook o el historial de un usuario, a pesar de que no tengan autorización judicial expresa que permita espiar a una persona en concreto. Estos documentos han sido facilitados por el exagente de Inteligencia estadounidense Edward Snowden.
La GCHQ comenzó este programa en 2010, cuando consiguió controlar las comunicaciones en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Según los documentos, la Oficina "conseguía más metadata que la NSA", en referencia a los datos sobre comunicaciones sin precisar su contenido, aunque según los informes los 850.000 empleados de la agencia estadounidense tienen acceso a estos datos.
Los informes hacen referencia a que algunas compañías podrían estar colaborando con este sistema, aunque mantiene sus nombres en secreto y lo menciona como "equipos de relaciones sensibles", mientras que algunos trabajadores que facilitan información se les presenta como "fuentes especiales" que "no tienen opción" a la hora de negarse a colaborar.
Una fuente citada por 'The Guardian' ha explicado que "no comprueban cada grano de paja". "Si existe la impresión de que leemos millones de correos, no lo hacemos. La intención del programa no es vigilar el tráfico en Reino Unido", ha asegurado dicha fuente, que ha apostillado que sólo comprueban conexiones cuando existen evidencias de terrorismo o crimen organizado.
Según el organismo, estas operaciones han permitido encarcelar a varias personas que preparaban ataques en Reino Unido, como cinco personas que pretendían realizar un atentado en el aeropuerto de Luton o el arresto de tres personas en Londres que podrían haber perpetrado un ataque de cara a los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres.
Sobre la legalidad de este proceso, la asesoría legal de GCHQ defiende que aplican leyes que permiten el proceso, aunque una norma de 2000 obliga a que estas operaciones tengan que estar autorizadas por el Ministerio del Interior o de Exteriores, aunque uno de los puntos de la legislación permite que se realicen estos pinchazos masivos si el servidor está fuera del país.
La Oficina de Comunicación del Gobierno (GCHQ) de Reino Unido, agencia de Inteligencia, cuenta con acceso a las redes de comunicación del mundo y almacena gran cantidad de información procedente de correos electrónicos, mensajes de redes sociales y llamadas, con el objetivo de "controlar internet", según ha desvelado este viernes el diario 'The Guardian'.
El periódico ha asegurado, además, que la agencia de Reino Unido comparte la información que almacena con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, según los documentos a los que ha tenido acceso, en los que GCHQ asegura que pretende "controlar internet".
La GCHQ ha conseguido introducirse en los cables de fibra óptica de las conexiones mundiales y almacena durante 30 días la información que descarga. Estas operaciones, que reciben el nombre de Tempora, llevan realizándose desde hace 18 meses.
La agencia es capaz de registrar llamadas, publicaciones en Facebook o el historial de un usuario, a pesar de que no tengan autorización judicial expresa que permita espiar a una persona en concreto. Estos documentos han sido facilitados por el exagente de Inteligencia estadounidense Edward Snowden.
La GCHQ comenzó este programa en 2010, cuando consiguió controlar las comunicaciones en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Según los documentos, la Oficina "conseguía más metadata que la NSA", en referencia a los datos sobre comunicaciones sin precisar su contenido, aunque según los informes los 850.000 empleados de la agencia estadounidense tienen acceso a estos datos.
Los informes hacen referencia a que algunas compañías podrían estar colaborando con este sistema, aunque mantiene sus nombres en secreto y lo menciona como "equipos de relaciones sensibles", mientras que algunos trabajadores que facilitan información se les presenta como "fuentes especiales" que "no tienen opción" a la hora de negarse a colaborar.
Una fuente citada por 'The Guardian' ha explicado que "no comprueban cada grano de paja". "Si existe la impresión de que leemos millones de correos, no lo hacemos. La intención del programa no es vigilar el tráfico en Reino Unido", ha asegurado dicha fuente, que ha apostillado que sólo comprueban conexiones cuando existen evidencias de terrorismo o crimen organizado.
Según el organismo, estas operaciones han permitido encarcelar a varias personas que preparaban ataques en Reino Unido, como cinco personas que pretendían realizar un atentado en el aeropuerto de Luton o el arresto de tres personas en Londres que podrían haber perpetrado un ataque de cara a los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres.
Sobre la legalidad de este proceso, la asesoría legal de GCHQ defiende que aplican leyes que permiten el proceso, aunque una norma de 2000 obliga a que estas operaciones tengan que estar autorizadas por el Ministerio del Interior o de Exteriores, aunque uno de los puntos de la legislación permite que se realicen estos pinchazos masivos si el servidor está fuera del país.