Gobierno de Obama espía llamadas de ciudadanos
EEUU,AP
El Gobierno de Estados Unidos tiene acceso desde finales de abril al registro de llamadas de todos los clientes de Verizon: una de las compañías telefónicas más grandes del país. Así lo desvela este jueves el diario británico 'The Guardian', que ha obtenido una orden judicial que autoriza a la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) a acceder indiscriminadamente durante tres meses a los datos de millones de personas.
La orden judicial lleva la firma del magistrado Roger Vinson y expira el próximo 19 de julio. Pero las autoridades pueden solicitar una extensión de sus términos
más allá de esa fecha. La orden no ofrece a la ASN la posibilidad de escuchar las conversaciones de todos los clientes de Verizon. Pero sí le permite conocer los dos números que intervienen en cualquier llamada de cualquier teléfono de la empresa, el lugar y la hora en los que se ha hecho la llamada y cuál es su duración.
La orden exige a la compañía telefónica entregar a las autoridades de las llamadas que todos sus clientes hagan dentro y fuera del país. Un extremo que demuestra que Barack Obama ha mantenido el programa de espionaje indiscriminado que lanzó su predecesor tras los atentados del 11S, informa El Mundo.
El juez Vinson es miembro de un tribunal secreto que emite órdenes judiciales a petición de las autoridades. Pero hasta ahora el objetivo de las órdenes solía ser investigar a una persona o a un grupo específico durante un tiempo muy concreto. No acceder al registro de todos los clientes de una compañía como Verizon.
Ni la Casa Blanca ni el Departamento de Justicia ni la Agencia de Seguridad Nacional ofrecieron este jueves ninguna explicación. Tampoco la compañía telefónica, que tiene prohibido expresamente ofrecer cualquier detalle sobre la orden judicial.
Los expertos advierten que los datos permitirían a la ASN construir un retrato fidedigno de la red de contactos de cada cliente y de los lugares que frecuenta. Quienes se oponen al espionaje advierten que el Gobierno podría haber obtenido permisos para acceder al registro de los clientes de otras compañías y recuerdan que es imposible saber si es la primera vez que Verizon se ve obligado a cumplir con esta orden judicial.
La orden recibida por Verizon explica las intervenciones de los senadores demócratas Ron Wyden y Mak Udall, que advierten desde hace meses que la opinión pública se quedaría de piedra si supiera hasta qué punto el Gobierno espía a sus ciudadanos.
Tanto Wyden como Udall son miembros de la comisión de inteligencia del Senado y no pueden ofrecer detalles de actividades que el Gobierno ha catalogado como confidenciales. Un extremo que les ha llevado a lanzar advertencias genéricas para denunciar un programa que consideran un abuso de poder.
No es la primera vez que la prensa destapa un programa de espionaje a los ciudadanos. Lo hizo en 2006 el 'USA Today' al desvelar que la ASN había recogido datos de millones de clientes de las empresas AT&T, Verizon y BellSouth con el objetivo de "detectar actividades terroristas". Pero hasta ahora no había ninguna prueba concreta de que el Gobierno de Obama hubiera actuado de una forma similar.
El Gobierno de Estados Unidos tiene acceso desde finales de abril al registro de llamadas de todos los clientes de Verizon: una de las compañías telefónicas más grandes del país. Así lo desvela este jueves el diario británico 'The Guardian', que ha obtenido una orden judicial que autoriza a la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) a acceder indiscriminadamente durante tres meses a los datos de millones de personas.
La orden judicial lleva la firma del magistrado Roger Vinson y expira el próximo 19 de julio. Pero las autoridades pueden solicitar una extensión de sus términos
más allá de esa fecha. La orden no ofrece a la ASN la posibilidad de escuchar las conversaciones de todos los clientes de Verizon. Pero sí le permite conocer los dos números que intervienen en cualquier llamada de cualquier teléfono de la empresa, el lugar y la hora en los que se ha hecho la llamada y cuál es su duración.
La orden exige a la compañía telefónica entregar a las autoridades de las llamadas que todos sus clientes hagan dentro y fuera del país. Un extremo que demuestra que Barack Obama ha mantenido el programa de espionaje indiscriminado que lanzó su predecesor tras los atentados del 11S, informa El Mundo.
El juez Vinson es miembro de un tribunal secreto que emite órdenes judiciales a petición de las autoridades. Pero hasta ahora el objetivo de las órdenes solía ser investigar a una persona o a un grupo específico durante un tiempo muy concreto. No acceder al registro de todos los clientes de una compañía como Verizon.
Ni la Casa Blanca ni el Departamento de Justicia ni la Agencia de Seguridad Nacional ofrecieron este jueves ninguna explicación. Tampoco la compañía telefónica, que tiene prohibido expresamente ofrecer cualquier detalle sobre la orden judicial.
Los expertos advierten que los datos permitirían a la ASN construir un retrato fidedigno de la red de contactos de cada cliente y de los lugares que frecuenta. Quienes se oponen al espionaje advierten que el Gobierno podría haber obtenido permisos para acceder al registro de los clientes de otras compañías y recuerdan que es imposible saber si es la primera vez que Verizon se ve obligado a cumplir con esta orden judicial.
La orden recibida por Verizon explica las intervenciones de los senadores demócratas Ron Wyden y Mak Udall, que advierten desde hace meses que la opinión pública se quedaría de piedra si supiera hasta qué punto el Gobierno espía a sus ciudadanos.
Tanto Wyden como Udall son miembros de la comisión de inteligencia del Senado y no pueden ofrecer detalles de actividades que el Gobierno ha catalogado como confidenciales. Un extremo que les ha llevado a lanzar advertencias genéricas para denunciar un programa que consideran un abuso de poder.
No es la primera vez que la prensa destapa un programa de espionaje a los ciudadanos. Lo hizo en 2006 el 'USA Today' al desvelar que la ASN había recogido datos de millones de clientes de las empresas AT&T, Verizon y BellSouth con el objetivo de "detectar actividades terroristas". Pero hasta ahora no había ninguna prueba concreta de que el Gobierno de Obama hubiera actuado de una forma similar.