Corte Penal Internacional se mantiene al margen de guerra en Siria pese a los horrores
Amsterdam, EP
La Corte Penal Internacional (CPI) podría tener un arduo trabajo si alguna vez investiga la guerra en Siria, donde cientos de civiles han muerto por bombardeos del Ejército, en lo que podría constituir un crimen de guerra o un crimen contra la humanidad.
También podría ser un crimen contra la humanidad las denuncias, reportadas por Human Rights Watch, sobre detenidos abusados sexualmente en diversas prisiones, de niños a los que se les disparó de muerte en sus hogares y en las calles, y de escuelas que eran utilizadas como centros de detención.
Sin embargo, las investigaciones de la CPI también podrían mirar al otro lado del conflicto: los rebeldes.
Existe, por ejemplo, un video donde se muestra a un comandante rebelde cortándole un órgano a un soldado asesinado y dándole un mordisco, algo que podría fácilmente ser considerado como un acto diseñado para inspirar terror y que también podría constituir un crimen de guerra.
Si tales horrores alguna vez llegan a la CPI, creada 10 años atrás para procesar a aquellos acusados por crímenes de guerra que van desde el genocidio a la tortura, sigue estando poco claro.
El tribunal debe esperar una remisión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas antes de poder actuar en Siria, dado que el país nunca firmó el Estatuto de Roma que respalda la corte. Pero esto es algo que Rusia y China han bloqueado hasta el momento.
Sin embargo, si fuera exigido, países como Gran Bretaña y Francia podrían caer bajo el escrutinio si arman a los rebeldes sirios, tal como han sugerido que lo harán.
"Si proporcionan armas a un grupo que puede utilizarlas tanto para propósitos legales como ilegales, se podrían convertir en cómplices e incitadores (de la violencia)", dijo Kevin Jon Heller, profesor de derecho en la Universidad de Melbourne.
Los investigadores de Naciones Unidos han identificado una serie de violaciones a los derechos humanos que han tenido lugar en Siria en lo que va de este año, incluyendo 17 ataques que podrían calificarse como masacres.
Incluso el uso de armas químicas, algo que no está específicamente prohibido por el Estatuto de Roma, podría considerarse como un crimen si causa un daño desproporcionado a civiles.
La Corte Penal Internacional (CPI) podría tener un arduo trabajo si alguna vez investiga la guerra en Siria, donde cientos de civiles han muerto por bombardeos del Ejército, en lo que podría constituir un crimen de guerra o un crimen contra la humanidad.
También podría ser un crimen contra la humanidad las denuncias, reportadas por Human Rights Watch, sobre detenidos abusados sexualmente en diversas prisiones, de niños a los que se les disparó de muerte en sus hogares y en las calles, y de escuelas que eran utilizadas como centros de detención.
Sin embargo, las investigaciones de la CPI también podrían mirar al otro lado del conflicto: los rebeldes.
Existe, por ejemplo, un video donde se muestra a un comandante rebelde cortándole un órgano a un soldado asesinado y dándole un mordisco, algo que podría fácilmente ser considerado como un acto diseñado para inspirar terror y que también podría constituir un crimen de guerra.
Si tales horrores alguna vez llegan a la CPI, creada 10 años atrás para procesar a aquellos acusados por crímenes de guerra que van desde el genocidio a la tortura, sigue estando poco claro.
El tribunal debe esperar una remisión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas antes de poder actuar en Siria, dado que el país nunca firmó el Estatuto de Roma que respalda la corte. Pero esto es algo que Rusia y China han bloqueado hasta el momento.
Sin embargo, si fuera exigido, países como Gran Bretaña y Francia podrían caer bajo el escrutinio si arman a los rebeldes sirios, tal como han sugerido que lo harán.
"Si proporcionan armas a un grupo que puede utilizarlas tanto para propósitos legales como ilegales, se podrían convertir en cómplices e incitadores (de la violencia)", dijo Kevin Jon Heller, profesor de derecho en la Universidad de Melbourne.
Los investigadores de Naciones Unidos han identificado una serie de violaciones a los derechos humanos que han tenido lugar en Siria en lo que va de este año, incluyendo 17 ataques que podrían calificarse como masacres.
Incluso el uso de armas químicas, algo que no está específicamente prohibido por el Estatuto de Roma, podría considerarse como un crimen si causa un daño desproporcionado a civiles.