Abandona el hospital la última víctima que seguía ingresada por el atentado de Boston
Washington, EP
La última persona que aún seguía hospitalizada desde el atentado en el maratón de Boston, ocurrido el pasado 15 de abril, ha abandonado este lunes el hospital. Tres personas murieron y 264 sufrieron heridas por la explosión casi simultánea de dos artefactos en la recta de llegada de la carrera.
Erika Brannock, una profesora de 29 años, se encontraba cerca de la meta esperando la llegada de su madre cuando se produjo el atentado. Cincuenta días y once operaciones después, incluida la amputación de parte de su pierna izquierda, la joven ha abandonado este lunes el hospital.
"Ahora es mi turno de volver a casa", ha explicado Brannock ante la prensa, en una comparecencia en la que ha querido dar las gracias a todas las personas que la han ayudado en estos difíciles días y a la ciudad de Boston, según informa el periódico 'The Boston Globe'.
Al contrario de lo que ha ocurrido con otras víctimas, Brannock recuerda todo lo que ocurrió el 15 de abril y, así, ha relatado cómo todo se volvió "naranja y amarillo" cuando estalló la primera bomba. "No podía mover mi pie izquierdo. Estaba tumbada y tuve el terrible pensamiento de que iba a morir", ha explicado.
Brannock ha declarado que en ese momento se le acercó una mujer. "Soy Joan, de California, y no dejaré que te vayas", le dijo, antes de darle su cinturón a un trabajador de los servicios sanitarios para que pudiese hacer un torniquete.
Brannock quiere ahora encontrar a su salvadora, de la que recuerda que "tenía el pelo corto y castaño y chaqueta amarilla". "Sinceramente, no creo que estuviese aquí si no llega a ser por ella", ha añadido, durante una emotiva comparecencia en la que ha mostrado su deseo de esforzarse para volver a caminar de nuevo.
La última persona que aún seguía hospitalizada desde el atentado en el maratón de Boston, ocurrido el pasado 15 de abril, ha abandonado este lunes el hospital. Tres personas murieron y 264 sufrieron heridas por la explosión casi simultánea de dos artefactos en la recta de llegada de la carrera.
Erika Brannock, una profesora de 29 años, se encontraba cerca de la meta esperando la llegada de su madre cuando se produjo el atentado. Cincuenta días y once operaciones después, incluida la amputación de parte de su pierna izquierda, la joven ha abandonado este lunes el hospital.
"Ahora es mi turno de volver a casa", ha explicado Brannock ante la prensa, en una comparecencia en la que ha querido dar las gracias a todas las personas que la han ayudado en estos difíciles días y a la ciudad de Boston, según informa el periódico 'The Boston Globe'.
Al contrario de lo que ha ocurrido con otras víctimas, Brannock recuerda todo lo que ocurrió el 15 de abril y, así, ha relatado cómo todo se volvió "naranja y amarillo" cuando estalló la primera bomba. "No podía mover mi pie izquierdo. Estaba tumbada y tuve el terrible pensamiento de que iba a morir", ha explicado.
Brannock ha declarado que en ese momento se le acercó una mujer. "Soy Joan, de California, y no dejaré que te vayas", le dijo, antes de darle su cinturón a un trabajador de los servicios sanitarios para que pudiese hacer un torniquete.
Brannock quiere ahora encontrar a su salvadora, de la que recuerda que "tenía el pelo corto y castaño y chaqueta amarilla". "Sinceramente, no creo que estuviese aquí si no llega a ser por ella", ha añadido, durante una emotiva comparecencia en la que ha mostrado su deseo de esforzarse para volver a caminar de nuevo.