14 muertos en un doble atentado en Damasco
Siria, AFP
Un doble atentado contra una comisaría del centro de Damasco causó este martes al menos 14 muertos, mientras que las tropas del régimen de Bashar Al Asad lanzaban ataques contra las posiciones rebeldes en Alepo para intentar reconquistar esta ciudad, la segunda más importante del país.
Entre tanto, Washington se dispone a examinar "todas las opciones posibles" para ayudar a la oposición, que pierde terreno ante el régimen.
Después de una tregua de varias semanas en los atentados en Damasco, un doble ataque golpeó por la mañana una comisaría de la plaza Marjeh, en el centro de la capital.
Según un balance provisional de la televisión oficial Al Ijbariya, el atentado acabó con la vida de 14 personas y dejó otras 31 heridas. La cadena mostró imágenes de comercios destrozados y de manchas de sangre en la calzada.
En un comunicado, el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), radicado en Reino Unido, anunció un balance de 15 muertos. "Un hombre se hizo estallar en el puesto de la policía, una segunda explosión se produjo en el exterior", informó el OSDH, que afirma que la mayoría de las víctimas eran miembros de las fuerzas de seguridad.
"Ojalá Dios se vengue de todos aquellos que están arruinando el país", afirmó un testigo, lamentando "la muerte de inocentes". "Es un acto criminal; matar, matar y matar más gente", deploraba otro testigo.
LAFP
Al mismo tiempo, las tropas del régimen que se disponen a llevar a cabo una ofensiva de gran envergadura para retomar el control de Alepo (norte), lanzaron este martes ataques contra posiciones rebeldes en el norte de esta provincia, casi una semana después de haber conquistado, con la ayuda del Hezbolá chiita libanés, la ciudad estratégica de Quseir, en el centro oeste del país.
Según el OSDH, las fuerzas gubernamentales bombardearon sectores del aeropuerto militar de Menegh, en la provincia de Alepo. Los rebeldes sirios se apoderaron de parte de este aeródromo el lunes, tomando posiciones en la torre radar.
"Algunas partes de la base militar de Menegh fueron bombardeadas por las fuerzas del régimen (...) Los rebeldes siguen controlando zonas importantes", precisó el OSDH.
"Es probable que la batalla de Alepo empiece en las próximas horas o días", había declarado el domingo un responsable de los servicios sirios de seguridad a la AFP.
Los insurgentes lanzaron la batalla de Alepo hace casi un año y, desde entonces, la ciudad, antigua capital económica de Siria, es escenario de combates y de bombardeos a diario.
Ahora, debilitados por las recientes derrotas, los rebeldes sirios dependen más que nunca de Washington, donde el presidente Barack Obama ha pedido a su "equipo de seguridad nacional" que que "examine todas las opciones posibles que permitan cumplir nuestros objetivos para ayudar a la oposición siria", explicó a la AFP la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Obama lleva varios meses bajo presión para que arme a la rebelión siria. Hasta ahora se ha limitado a una ayuda económica de 250 millones de dólares.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, aplazó un viaje previsto esta semana a Oriente Medio para participar en las reuniones sobre Siria en la Casa Blanca.
En Viena, el ministerio de Defensa, anunció que los primeros cascos azules austríacos empezarán a retirarse de la meseta del Golán el miércoles, confirmando así esta controvertida decisión.
Austria había anunciado el 6 de junio su intención de evacuar sus tropas de la zona, alegando que la guerra civil siria exponía a sus soldados a una creciente inseguridad.
Un doble atentado contra una comisaría del centro de Damasco causó este martes al menos 14 muertos, mientras que las tropas del régimen de Bashar Al Asad lanzaban ataques contra las posiciones rebeldes en Alepo para intentar reconquistar esta ciudad, la segunda más importante del país.
Entre tanto, Washington se dispone a examinar "todas las opciones posibles" para ayudar a la oposición, que pierde terreno ante el régimen.
Después de una tregua de varias semanas en los atentados en Damasco, un doble ataque golpeó por la mañana una comisaría de la plaza Marjeh, en el centro de la capital.
Según un balance provisional de la televisión oficial Al Ijbariya, el atentado acabó con la vida de 14 personas y dejó otras 31 heridas. La cadena mostró imágenes de comercios destrozados y de manchas de sangre en la calzada.
En un comunicado, el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), radicado en Reino Unido, anunció un balance de 15 muertos. "Un hombre se hizo estallar en el puesto de la policía, una segunda explosión se produjo en el exterior", informó el OSDH, que afirma que la mayoría de las víctimas eran miembros de las fuerzas de seguridad.
"Ojalá Dios se vengue de todos aquellos que están arruinando el país", afirmó un testigo, lamentando "la muerte de inocentes". "Es un acto criminal; matar, matar y matar más gente", deploraba otro testigo.
LAFP
Al mismo tiempo, las tropas del régimen que se disponen a llevar a cabo una ofensiva de gran envergadura para retomar el control de Alepo (norte), lanzaron este martes ataques contra posiciones rebeldes en el norte de esta provincia, casi una semana después de haber conquistado, con la ayuda del Hezbolá chiita libanés, la ciudad estratégica de Quseir, en el centro oeste del país.
Según el OSDH, las fuerzas gubernamentales bombardearon sectores del aeropuerto militar de Menegh, en la provincia de Alepo. Los rebeldes sirios se apoderaron de parte de este aeródromo el lunes, tomando posiciones en la torre radar.
"Algunas partes de la base militar de Menegh fueron bombardeadas por las fuerzas del régimen (...) Los rebeldes siguen controlando zonas importantes", precisó el OSDH.
"Es probable que la batalla de Alepo empiece en las próximas horas o días", había declarado el domingo un responsable de los servicios sirios de seguridad a la AFP.
Los insurgentes lanzaron la batalla de Alepo hace casi un año y, desde entonces, la ciudad, antigua capital económica de Siria, es escenario de combates y de bombardeos a diario.
Ahora, debilitados por las recientes derrotas, los rebeldes sirios dependen más que nunca de Washington, donde el presidente Barack Obama ha pedido a su "equipo de seguridad nacional" que que "examine todas las opciones posibles que permitan cumplir nuestros objetivos para ayudar a la oposición siria", explicó a la AFP la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Obama lleva varios meses bajo presión para que arme a la rebelión siria. Hasta ahora se ha limitado a una ayuda económica de 250 millones de dólares.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, aplazó un viaje previsto esta semana a Oriente Medio para participar en las reuniones sobre Siria en la Casa Blanca.
En Viena, el ministerio de Defensa, anunció que los primeros cascos azules austríacos empezarán a retirarse de la meseta del Golán el miércoles, confirmando así esta controvertida decisión.
Austria había anunciado el 6 de junio su intención de evacuar sus tropas de la zona, alegando que la guerra civil siria exponía a sus soldados a una creciente inseguridad.