Ley de matrimonio gay en Gran Bretaña tensa el liderazgo y el Gobierno de Cameron

Londres, Reuters
El proyecto de ley clave sobre matrimonio homosexual del primer ministro británico David Cameron se encaminaba el lunes a profundizar la división dentro de su propio partido, con muchos de sus diputados preparándose para desafiar al líder, en un síntoma de la creciente tensión sobre su liderazgo y su gobierno de coalición.


Se espera que hasta la mitad de los 303 legisladores de Cameron en la Cámara baja del Parlamento respalden una enmienda que, según el Gobierno, sabotearía sus esfuerzos para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La incapacidad de Cameron para unir a su gobernante Partido Conservador en torno al matrimonio gay y su otra gran línea política -la renegociación de la pertenencia de Gran Bretaña la Unión Europea- pone en peligro sus opciones de ser reelegido en 2015 incluso cuando la economía británica está mostrando señales de volver a la senda del crecimiento.

"Es una tormenta perfecta política. No podía haber llegado en un momento peor para Cameron", dijo a Reuters Iain Dale, un destacado presentador de radio homosexual y bloguero conservador.

Parece improbable que la enmienda se apruebe, pero la escalada de la revuelta, la segunda de este tipo por el matrimonio gay, es probable que de todos modos dañe la credibilidad de Cameron.

Para agravar el malestar de Cameron, el mandatario también está presentando batalla para frenar la percepción de que desprecia a sus propios miembros de partido por ser demasiado conservadores, después de que periódicos citaran a un miembro sin identificar de su séquito calificando a los activistas de "locos".

Activistas conservadores dicen que quieren una disculpa por el insulto. Los ayudantes de Cameron señalan que el primer ministro no ve a sus compañeros de partido como "locos".

Geoffrey Howe, el ex secretario de Relaciones Exteriores que ayudó a provocar la caída de Margaret Thatcher, ha acusado a Cameron de perder el control de su partido, profundizando la sensación de malestar.

Y por primera vez desde que fue elegido en 2010, el mismo Cameron ha planteado la posibilidad de que su coalición de dos partidos no se mantenga hasta 2015 ya que las diferencias políticas con su socio menor, los Liberales Demócratas, son cada vez más profundas.

La propuesta que se debate el lunes apunta a legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo, algo que los grupos de derechos humanos dicen que está atrasado. El opositor Partido Laborista y los liberales la respaldan.

Cameron está tratando de llevar a cabo un difícil acto de equilibrio: reconciliar su deseo de demostrar que su partido es progresista, con las opiniones de muchos de sus miembros que están a disgusto con esa reforma. Una cantidad importante de legisladores conservadores dicen que sus creencias cristianas los llevan a oponerse a un matrimonio que no sea entre un hombre y una mujer.

El proyecto de ley, que está lejos aún de convertirse en ley, ha enfurecido a los activistas que consideran que dañará las esperanzas electorales del partido.

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