Sangriento asalto del ejército contra manifestantes, 67 muertos en Irak


KIRKUK, AFP
Veinticinco manifestantes sunitas perecieron en un asalto lanzado por el ejército iraquí, lo que provocó la renuncia de dos ministros y una serie de sangrientos ataques en represalias en todo Irak.
Estas violencias, las más graves relacionadas con las manifestaciones que sacuden las regiones sunitas desde diciembre, causaron 54 muertos.
Al menos 13 personas murieron y cerca de 40 resultaron heridas este martes en otros ataques contra mezquitas sunitas, según fuentes médicas y de los servicios de seguridad, llevando el ba
lance total de víctimas a 67.
Dos disparos de mortero impactaron en una mezquita en Muqdadiyah, al noreste de Bagdad, causando la muerte de nueve personas y heridas a 25, según las últimas cifras dadas a conocer por un médico y un policía.
Más temprano, cuatro personas murieron y 14 sufrieron heridas al estallar dos bombas en un camino en el sur de Bagdad cuando pasaba un grupo de fieles sunitas tras la oración del viernes, según una fuente del ministerio del Interior y otro médico.
La jornada de este martes en Irak fue particularmente violenta. Al amanecer, 25 manifestantes sunitas murieron cuando fuerzas antimotines atacaron la plaza donde estaban acampados. En el asalto murieron además dos militares y otras 70 personas resultaron heridas.
Los actos de violencia dejaron 271 muertos en marzo, según un conteo de la AFP sobre informes de fuentes médicas y de los servicios de seguridad.
Los estallidos de violencia incluyeron el secuestro de un soldado por parte de manifestantes armados, en la más sangrienta jornada de protesta de la minoría sunita en los últimos cuatro meses.
Los manifestantes pedían la renuncia del primer ministro, el chiita Nuri al Maliki, y exigen el fin de las persecuciones contra los sunitas por parte del gobierno, de mayoría chiita.
La violencia comenzó poco antes del alba en la ciudad de Hawijah, donde los manifestantes permanecían acampados en una plaza central que fue objeto de un asalto por parte de las fuerzas de seguridad.
Las fuerzas antimotines atacaron al alba la plaza central de Hawijah, en la provincia de Kirkuk, luego de expirar un ultimátum para que los manifestantes entregaran a los responsables del asesinato de un soldado hace una semana, según el ministerio del Interior.
Por lo menos 25 manifestantes y dos militares murieron en el asalto y 70 personas resultaron heridas, informó el ejército.
Sin embargo, los testimonios sobre lo ocurrido no son coincidentes.
Un brigadier general de la división del ejército en la zona dijo que la operación era contra un grupo autodenominado Ejército de Naqshbandiya, y que las fuerzas de seguridad abrieron fuego después que fueron atacados.
Otro oficial del ejército dijo que 34 fusiles automáticos Kalashnikov y cuatro subametralladoras PKM fueron halladas con los manifestantes.
Sin embargo, éstos insisten en que las fuerzas de seguridad provocaron el choque.
Las fuerzas de seguridad "invadieron nuestra sentada, quemaron las tiendas (donde los manifestantes se concentraban) y abrieron fuego indiscriminadamente, matando e hiriendo docenas de personas", dijo a la AFP Abdulmalik al Juburi.
"Teníamos solamente cuatro rifles para protegernos, y no había gente buscada (por la justicia) entre nosotros", dijo al Juburi.
Poco más tarde, este incidente provocó otro baño de sangre, cuando un grupo de hombres fuertemente armados atacó puestos de control militar en Al Rashad y Al Riyadh, en Kirkuk. Por lo menos 13 de los hombres armados que perpetraron el ataque resultaron muertos.
"Ha habido varios choques, que condujeron al asesinato de 13 revolucionarios contra la política del gobierno", dijo al Juburi.
"Cuando se conoció la noticia sobre los muertos y heridos en la plaza de Hawjiah, hijos de las tribus de Kirkuk cortaron las carreteras y atacaron puestos de control y una sede militar. Por momentos incluso controlaron algunos de esos puestos", añadió.
Horas después, manifestantes fuertemente armados mataron a seis soldados y secuestraron a otro con vida cerca de Ramadi, al oeste de Bagdad, donde quemaron dos vehículos blindados de transporte de tropas, dijo el teniente Ibrahim Faraj.
Tres soldados kurdos murieron y 20 resultaron heridos después que hombres de tribus sunitas atacaron una patrulla militar en Sulaiman Bek, en la provincia de Saladino, dijo Mulla Karim Shukr, un dirigente político kurdo.
Casi de inmediato, el ministro de Educación, Mohamed Ali Tamin (un sunita), presentó su renuncia en protesta por la represión autorizada por las autoridades chiitas, indicó un funcionario del gabinete.
"El ministro de Educación, Mohamed Ali Tamin, renunció a su puesto después que el ejército invadió el área de una protesta en Kirkuk", expresó Saleh al Mutlak, oficial del gabinete de ese ministerio. Tamin es originario de la localidad de Hawijah.
Igualmente, el parlamentario Osama al Nujaifi dijo en una conferencia de prensa que el ministro de Ciencia y Tecnología, Abdulkarim al Samarraie, le comunicó que renunciaba al cargo.
En marzo, Ezzedine al Dawleh renunció al puesto de ministro de Agricultura a raíz del asesinato de un manifestante, y Rafa al Esawi dejó el ministerio de Finanzas durante una manifestación contra el gobierno.

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