Las conversaciones de Almaty entre Irán y el 5+1 terminan sin acuerdo
Almaty, EP
La nueva ronda de conversaciones celebradas en Almaty entre Irán y el grupo de negociación internacional 5+1 sobre el programa nuclear de la república islámica han terminado sin acuerdo, según informó el negociador ruso, el viceministro de Exteriores Sergei Ryabkov.
"Se trata de un paso adelante, pero no hemos podido alcanzar un acuerdo", declaró Ryabkov, quien consideró prematuro dar una nueva fecha o sede para futuros encuentros.
El negociador iraní, Saed Jalili, ha reiterado la distancia existente entre ambas partes y, sobre todo, lo que la república islámica mantiene desde hace años: su "derecho inalienable" a enriquecer uranio, "ya sea al 5 o al 20 por ciento". Irán defiende que este procedimiento tiene carácter exclusivamente civil, mientras que parte de la comunidad internacional sospecha que esconde un programa de fabricación de armas nucleares.
"Corresponde a las potencias internacionales que demuestren su voluntad de tomar los pasos necesarios para desarrollar las pertinentes medidas para crear confianza", declaró Jalili, entre las que incluyó la posibilidad de nuevas discusiones sobre el proceso de enriquecimiento de uranio.
Ryabkov, en cualquier caso, ha confirmado lo que minutos antes aventuraba la máxima responsable de política exterior de la UE y principal representante del grupo internacional que conforman Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Reino Unido más Alemania, Catherine Ashton.
"Con el paso del tiempo, comenzó a quedar claro que nuestras posturas siguen muy distantes", declaró Ashton, quien de todas formas destacó las "largas e intensas discusiones destinadas a mejorar la confianza entre las partes".
Las posibilidades de un acuerdo eran difíciles después de que Irán se negara a responder a una tímida oferta internacional para reducir las sanciones que pesan sobre el país. Como suele ser habitual, Irán entregó una "respuesta detallada" a las cuestiones planteadas por la comunidad internacional, a través de su negociador adjunto, Alí Bagheri, que fue estudiada en estos momentos por los diplomáticos occidentales.
Rusia, aliada de la república islámica, no descartó hasta el final un acuerdo aunque reconoce que la postura iraní complica las negociaciones. "De momento tenemos una respuesta, pero es la clase de respuesta que abre más interrogantes. No obstante, por lo menos nos demuestra que las negociaciones van en serio", declaró el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Ryabkov.
La nueva ronda de conversaciones celebradas en Almaty entre Irán y el grupo de negociación internacional 5+1 sobre el programa nuclear de la república islámica han terminado sin acuerdo, según informó el negociador ruso, el viceministro de Exteriores Sergei Ryabkov.
"Se trata de un paso adelante, pero no hemos podido alcanzar un acuerdo", declaró Ryabkov, quien consideró prematuro dar una nueva fecha o sede para futuros encuentros.
El negociador iraní, Saed Jalili, ha reiterado la distancia existente entre ambas partes y, sobre todo, lo que la república islámica mantiene desde hace años: su "derecho inalienable" a enriquecer uranio, "ya sea al 5 o al 20 por ciento". Irán defiende que este procedimiento tiene carácter exclusivamente civil, mientras que parte de la comunidad internacional sospecha que esconde un programa de fabricación de armas nucleares.
"Corresponde a las potencias internacionales que demuestren su voluntad de tomar los pasos necesarios para desarrollar las pertinentes medidas para crear confianza", declaró Jalili, entre las que incluyó la posibilidad de nuevas discusiones sobre el proceso de enriquecimiento de uranio.
Ryabkov, en cualquier caso, ha confirmado lo que minutos antes aventuraba la máxima responsable de política exterior de la UE y principal representante del grupo internacional que conforman Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Reino Unido más Alemania, Catherine Ashton.
"Con el paso del tiempo, comenzó a quedar claro que nuestras posturas siguen muy distantes", declaró Ashton, quien de todas formas destacó las "largas e intensas discusiones destinadas a mejorar la confianza entre las partes".
Las posibilidades de un acuerdo eran difíciles después de que Irán se negara a responder a una tímida oferta internacional para reducir las sanciones que pesan sobre el país. Como suele ser habitual, Irán entregó una "respuesta detallada" a las cuestiones planteadas por la comunidad internacional, a través de su negociador adjunto, Alí Bagheri, que fue estudiada en estos momentos por los diplomáticos occidentales.
Rusia, aliada de la república islámica, no descartó hasta el final un acuerdo aunque reconoce que la postura iraní complica las negociaciones. "De momento tenemos una respuesta, pero es la clase de respuesta que abre más interrogantes. No obstante, por lo menos nos demuestra que las negociaciones van en serio", declaró el viceministro de Exteriores ruso, Sergei Ryabkov.