Unas 20.000 muertes en hospitales en Reino Unido se podrían haber evitado
Londres, EP
Al menos 20.000 muertes registradas en más de una decena de hospitales de Reino Unido se podrían haber evitado si el Gobierno británico hubiera reaccionado a los altos índices de mortalidad hospitalaria en la última década, según ha denunciado un asesor gubernamental, el profesor sir Brian Jarman.
"Al menos decenas de miles de muertes debieron ser evitables" en los hospitales gestionados por un total de catorce trust que, tras una investigación, sus altos índices de mortalidad han salido a la luz, ha declarado Jarman a la emisora BBC Radio 4.
"Aquellos hospitales que han tenido altos ratios de mortalidad de forma persistente durante todos estos años y que ahora han sido incluidos en una lista de la investigación deberían haber sido investigados antes porque es bastante probable que hubiera habido así menos muertes en dichos hospitales", ha lamentado el asesor gubernamental.
Una investigación corrobora que entre 400 y 1.200 pacientes más fallecieron en los hospitales del trust Mid Staffordshire del Sistema Nacional de Salud (NHS) desde 2005 hasta 2008. En esos años, los gestores de dichos hospitales impusieron fuertes recortes que derivaron en la drástica reducción del número de enfermeras en aras de una gestión "eficiente" a fin de obtener el estatus de fundación.
La investigación recaba las quejas de enfermeras y médicos que denuncian las presiones a las que fueron sometidos por los gestores de los hospitales para alcanzar los objetivos de reducción del gasto, aunque ello implicara poner en riesgo la salud de los pacientes, según ha destapado el diario británico 'The Sunday Telegraph'.
Como consecuencia, muchos doctores se vieron obligados a atender a otros pacientes, con enfermedades o dolencias menos graves, en detrimento de aquellos que se encontraban en un estado de mayor gravedad. Esto derivó en que pacientes vulnerables permanecieran sedientos, hambrientos y en camas sucias.
Los gestores habrían amenazado, asimismo, a las enfermeras con cerrar las urgencias de los hospitales y ser despedidas si no alcanzaban los objetivos de gasto. La semana pasada tres gestores presuntamente implicados en estos escándalos fueron llamados a comparecer ante el Consejo General Médico y podrían ser los primeros en sufrir medidas disciplinarias en relación a su gestión de hospitales del trust Mid Staffordshire.
Al menos 20.000 muertes registradas en más de una decena de hospitales de Reino Unido se podrían haber evitado si el Gobierno británico hubiera reaccionado a los altos índices de mortalidad hospitalaria en la última década, según ha denunciado un asesor gubernamental, el profesor sir Brian Jarman.
"Al menos decenas de miles de muertes debieron ser evitables" en los hospitales gestionados por un total de catorce trust que, tras una investigación, sus altos índices de mortalidad han salido a la luz, ha declarado Jarman a la emisora BBC Radio 4.
"Aquellos hospitales que han tenido altos ratios de mortalidad de forma persistente durante todos estos años y que ahora han sido incluidos en una lista de la investigación deberían haber sido investigados antes porque es bastante probable que hubiera habido así menos muertes en dichos hospitales", ha lamentado el asesor gubernamental.
Una investigación corrobora que entre 400 y 1.200 pacientes más fallecieron en los hospitales del trust Mid Staffordshire del Sistema Nacional de Salud (NHS) desde 2005 hasta 2008. En esos años, los gestores de dichos hospitales impusieron fuertes recortes que derivaron en la drástica reducción del número de enfermeras en aras de una gestión "eficiente" a fin de obtener el estatus de fundación.
La investigación recaba las quejas de enfermeras y médicos que denuncian las presiones a las que fueron sometidos por los gestores de los hospitales para alcanzar los objetivos de reducción del gasto, aunque ello implicara poner en riesgo la salud de los pacientes, según ha destapado el diario británico 'The Sunday Telegraph'.
Como consecuencia, muchos doctores se vieron obligados a atender a otros pacientes, con enfermedades o dolencias menos graves, en detrimento de aquellos que se encontraban en un estado de mayor gravedad. Esto derivó en que pacientes vulnerables permanecieran sedientos, hambrientos y en camas sucias.
Los gestores habrían amenazado, asimismo, a las enfermeras con cerrar las urgencias de los hospitales y ser despedidas si no alcanzaban los objetivos de gasto. La semana pasada tres gestores presuntamente implicados en estos escándalos fueron llamados a comparecer ante el Consejo General Médico y podrían ser los primeros en sufrir medidas disciplinarias en relación a su gestión de hospitales del trust Mid Staffordshire.