Shinzo Abe asegura que Japón saldrá reforzado de la triple catástrofe del 2011
Tokio, EP
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha prometido que acelerará la reconstrucción de las zonas afectadas por el enorme terremoto, tsunami y crisis nuclear que azotaron la costa oriental de Japón hace dos años y ha asegurado que la nación saldrá reforzada de la catástrofe, la mayor desde la Segunda Guerra Mundial y el mayor desastre natural de toda su historia.
El seísmo de 9,0 grados registrado a las 14.02 horas (07.46 en España) del 11 de marzo de 2011, conocido como el Gran Terremoto del Este de Japón y del que este lunes se cumplen dos años, desencadenó un gigantesco tsunami de 30 metros de altura que arrasó la costa este del país y dañó de forma irreparable la central nuclear de Fukushima hasta provocar una grave crisis nuclear.
Cerca de 19.000 personas murieron y unas 315.000 tuvieron que ser evacuadas, muchas de ellas por la amenaza de radiación en las zonas próximas a la central nuclear.
CATÁSTROFE NUCLEAR
La catástrofe de Fukushima, la más grave desde Chernobil (Ucrania) en 1986, provocó la parada de los cuatro reactores de la planta, lo que llevó al encendido de los reactores de emergencia. Sin embargo, éstos fueron destruidos por las olas del tsunami provocando la fusión parcial de los núcleos y la necesidad de crear una zona de exclusión de veinte kilómetros alrededor de la planta debido a la contaminación nuclear, lo que obligó a la evacuación de unas 80.000 personas.
No obstante, según informó posteriormente el Gobierno local, las personas que residían fuera de la zona de exclusión en Fukushima estuvieron expuestas a una radiación de 19 milisieverts en los cuatro meses siguientes a que la central nuclear fuese destruida por el terremoto y posterior tsunami. La Comisión Internacional de Protección Radiológica (CIPR) recomienda que la exposición se mantenga por debajo de 20 milisieverts al año durante el periodo siguiente a la fase de emergencia de un accidente.
El desastre ha desatado las alarmas en la sociedad y en la clase política japonesa sobre los riesgos que conllevan las plantas nucleares instaladas en las zonas costeras. El propio director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Yukiya Amano, aseguró en su día que la crisis de Fukushima no solo se debió a un desastre natural. En opinión del máximo responsable de la agencia nuclear de Naciones Unidas, los canales de mando no estaban lo suficientemente definidos y los planes de respuesta no se ajustaban a la realidad.
"UNA OPORTUNIDAD PARA DAR UN PASO ADELANTE"
"Nuestros antepasados superaron muchísimas dificultades y salieron de ellas cada vez más reforzados", ha declarado Abe, de 48 años, durante los actos conmemorativos con motivo del segundo aniversario de la catástrofe, a los que también han asistido el emperador Akihito y la emperatriz Michiko.
Abe asumió la presidencia del país el pasado mes de diciembre, prometiendo restablecer la dañada economía japonesa y restaurar el orgullo nacional. "Ésta es otra oportunidad para dar un paso hacia adelante, juntando nuestras manos", ha añadido. El primer ministro también ha publicado este lunes un anuncio en los periódicos en lengua inglesa ensalzando las virtudes del reforzado "nuevo Japón" después del 11 de marzo de 2011.
Sin embargo, dos años después de la tragedia, cerca de 300.000 personas continúan viviendo en hogares temporales y muchas de ellas todavía no han podido encontrar un trabajo fijo tras el tsunami.
"Vivimos en la encrucijada de no saber cómo viviremos en el futuro ni qué acciones son las que debemos tomar", ha lamentado Sakari Minato, un vendedor de vehículos de 49 años de Yamada, una ciudad situada en la prefectura de Iwate, en el noroeste de Japón, que actualmente vive en una de las casas destrozadas por el tsunami. "Puede que la economía en Tokio esté mejorando. Sin embargo, llevará mucho tiempo contagiar esta mejora al resto del país", ha comentado.
"UNA BATALLA CONTRA EL TIEMPO"
Además, las tareas de reconstrucción en las zonas afectadas son lentas e irregulares, condicionadas muchas veces al peligro de amenaza de radiación. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud presentado el pasado mes de febrero, los residentes de las zonas más cercanas a Fukushima tendrán más riesgo de padecer ciertos tipo de cáncer que el resto de la población japonesa.
"La reconstrucción es una batalla contra el tiempo", ha declarado Abe en una conferencia de prensa. "Mi gabinete, por su parte, se compromete a acelerar los trabajos de reconstrucción", ha asegurado. Abe ha aumentado el presupuesto para las tareas de reconstrucción a 25 trillones de yenes (unos 217.000 millones de euros) de los 19 trillones de yenes destinados por el Gobierno anterior.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha prometido que acelerará la reconstrucción de las zonas afectadas por el enorme terremoto, tsunami y crisis nuclear que azotaron la costa oriental de Japón hace dos años y ha asegurado que la nación saldrá reforzada de la catástrofe, la mayor desde la Segunda Guerra Mundial y el mayor desastre natural de toda su historia.
El seísmo de 9,0 grados registrado a las 14.02 horas (07.46 en España) del 11 de marzo de 2011, conocido como el Gran Terremoto del Este de Japón y del que este lunes se cumplen dos años, desencadenó un gigantesco tsunami de 30 metros de altura que arrasó la costa este del país y dañó de forma irreparable la central nuclear de Fukushima hasta provocar una grave crisis nuclear.
Cerca de 19.000 personas murieron y unas 315.000 tuvieron que ser evacuadas, muchas de ellas por la amenaza de radiación en las zonas próximas a la central nuclear.
CATÁSTROFE NUCLEAR
La catástrofe de Fukushima, la más grave desde Chernobil (Ucrania) en 1986, provocó la parada de los cuatro reactores de la planta, lo que llevó al encendido de los reactores de emergencia. Sin embargo, éstos fueron destruidos por las olas del tsunami provocando la fusión parcial de los núcleos y la necesidad de crear una zona de exclusión de veinte kilómetros alrededor de la planta debido a la contaminación nuclear, lo que obligó a la evacuación de unas 80.000 personas.
No obstante, según informó posteriormente el Gobierno local, las personas que residían fuera de la zona de exclusión en Fukushima estuvieron expuestas a una radiación de 19 milisieverts en los cuatro meses siguientes a que la central nuclear fuese destruida por el terremoto y posterior tsunami. La Comisión Internacional de Protección Radiológica (CIPR) recomienda que la exposición se mantenga por debajo de 20 milisieverts al año durante el periodo siguiente a la fase de emergencia de un accidente.
El desastre ha desatado las alarmas en la sociedad y en la clase política japonesa sobre los riesgos que conllevan las plantas nucleares instaladas en las zonas costeras. El propio director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Yukiya Amano, aseguró en su día que la crisis de Fukushima no solo se debió a un desastre natural. En opinión del máximo responsable de la agencia nuclear de Naciones Unidas, los canales de mando no estaban lo suficientemente definidos y los planes de respuesta no se ajustaban a la realidad.
"UNA OPORTUNIDAD PARA DAR UN PASO ADELANTE"
"Nuestros antepasados superaron muchísimas dificultades y salieron de ellas cada vez más reforzados", ha declarado Abe, de 48 años, durante los actos conmemorativos con motivo del segundo aniversario de la catástrofe, a los que también han asistido el emperador Akihito y la emperatriz Michiko.
Abe asumió la presidencia del país el pasado mes de diciembre, prometiendo restablecer la dañada economía japonesa y restaurar el orgullo nacional. "Ésta es otra oportunidad para dar un paso hacia adelante, juntando nuestras manos", ha añadido. El primer ministro también ha publicado este lunes un anuncio en los periódicos en lengua inglesa ensalzando las virtudes del reforzado "nuevo Japón" después del 11 de marzo de 2011.
Sin embargo, dos años después de la tragedia, cerca de 300.000 personas continúan viviendo en hogares temporales y muchas de ellas todavía no han podido encontrar un trabajo fijo tras el tsunami.
"Vivimos en la encrucijada de no saber cómo viviremos en el futuro ni qué acciones son las que debemos tomar", ha lamentado Sakari Minato, un vendedor de vehículos de 49 años de Yamada, una ciudad situada en la prefectura de Iwate, en el noroeste de Japón, que actualmente vive en una de las casas destrozadas por el tsunami. "Puede que la economía en Tokio esté mejorando. Sin embargo, llevará mucho tiempo contagiar esta mejora al resto del país", ha comentado.
"UNA BATALLA CONTRA EL TIEMPO"
Además, las tareas de reconstrucción en las zonas afectadas son lentas e irregulares, condicionadas muchas veces al peligro de amenaza de radiación. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud presentado el pasado mes de febrero, los residentes de las zonas más cercanas a Fukushima tendrán más riesgo de padecer ciertos tipo de cáncer que el resto de la población japonesa.
"La reconstrucción es una batalla contra el tiempo", ha declarado Abe en una conferencia de prensa. "Mi gabinete, por su parte, se compromete a acelerar los trabajos de reconstrucción", ha asegurado. Abe ha aumentado el presupuesto para las tareas de reconstrucción a 25 trillones de yenes (unos 217.000 millones de euros) de los 19 trillones de yenes destinados por el Gobierno anterior.