Miles de egipcios vuelven a manifestarse en Port Said por sexto día consecutivo
Port Said, EP
Miles de personas han vuelto a tomar las calles de Port Said, situada en el extremo norte del canal de Suez, para protestar por la muerte de personas en enfrentamientos con la Policía en el sexto día consecutivo de protestas.
Esta ciudad ha sido escenario de manifestaciones desde el pasado mes de enero, en su mayoría movilizaciones de protesta por las penas de muerte dictada contra los participantes en los disturbios registrados en un estadio de fútbol que acabaron en 2012 con la muerte de 70 personas.
Al menos ocho personas han muerto en los incidentes registrados en manifestaciones en Port Said esta semana, incluidos tres agentes de la Policía. El último fallecido se ha producido este viernes, cuando ha muerto una persona que el lunes recibió un disparo de agentes.
Los manifestantes han portado pancartas en las que se podría leer "Con sangre, te redimiremos, Port Said" y "El pueblo quiere derrocar el régimen". Durante la protesta, los concentrados han pedido además la expulsión de la ciudad de las fuerzas de seguridad.
El general de división Ahmed Wasfi ha explicado que el Ejército ha formado un cordón de seguridad alrededor de edificios institucionales locales y de las fuerzas de seguridad. Wasfi ha asegurado que los militares están para proteger la zona y evitar el derramamiento de sangre, pero no para perseguir a la población.
Además, este viernes, cinco comisarías de Policía han ido a la huelga en Port Said en solidaridad con las protestas, según la agencia estatal MENA. En Ismailia, a 70 kilómetros al sur de Port Said, cientos de agentes de Policía han secundado la tercera jornada de huelga para reclamar mejor armamento, después de que varios agentes hayan muerto en enfrentamientos en las calles.
La seguridad se ha deteriorado en Egipto desde la caída del régimen del anterior presidente, Hosni Mubarak, el 11 de febrero de 2011 y algunos de los peores incidentes se han registrado en Port Said, un núcleo industrial en el que los residentes se quejan de estar marginados.
Miles de personas han vuelto a tomar las calles de Port Said, situada en el extremo norte del canal de Suez, para protestar por la muerte de personas en enfrentamientos con la Policía en el sexto día consecutivo de protestas.
Esta ciudad ha sido escenario de manifestaciones desde el pasado mes de enero, en su mayoría movilizaciones de protesta por las penas de muerte dictada contra los participantes en los disturbios registrados en un estadio de fútbol que acabaron en 2012 con la muerte de 70 personas.
Al menos ocho personas han muerto en los incidentes registrados en manifestaciones en Port Said esta semana, incluidos tres agentes de la Policía. El último fallecido se ha producido este viernes, cuando ha muerto una persona que el lunes recibió un disparo de agentes.
Los manifestantes han portado pancartas en las que se podría leer "Con sangre, te redimiremos, Port Said" y "El pueblo quiere derrocar el régimen". Durante la protesta, los concentrados han pedido además la expulsión de la ciudad de las fuerzas de seguridad.
El general de división Ahmed Wasfi ha explicado que el Ejército ha formado un cordón de seguridad alrededor de edificios institucionales locales y de las fuerzas de seguridad. Wasfi ha asegurado que los militares están para proteger la zona y evitar el derramamiento de sangre, pero no para perseguir a la población.
Además, este viernes, cinco comisarías de Policía han ido a la huelga en Port Said en solidaridad con las protestas, según la agencia estatal MENA. En Ismailia, a 70 kilómetros al sur de Port Said, cientos de agentes de Policía han secundado la tercera jornada de huelga para reclamar mejor armamento, después de que varios agentes hayan muerto en enfrentamientos en las calles.
La seguridad se ha deteriorado en Egipto desde la caída del régimen del anterior presidente, Hosni Mubarak, el 11 de febrero de 2011 y algunos de los peores incidentes se han registrado en Port Said, un núcleo industrial en el que los residentes se quejan de estar marginados.