La Policía dispara perdigones y gases lacrimógenos contra manifestantes egipcios
Madrid, EP
La Policía egipcia ha disparado perdigones y gases lacrimógenos este domingo para dispersar una protesta a los alrededor de 3.000 opositores a Hermanos Musulmanes que se habían concentrado frente a la sede de la formación islamista en el barrio cairota de Moqattam.
Asimismo, vehículos policiales han perseguido a los manifestantes por las calles circundantes, deteniendo a decenas de personas, entre ellas el periodista Mohamed Rashad, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'.
En una entrevista concedida a la cadena de televisión OnTV, la activista Dalia Sami ha señalado que la protesta había sido de naturaleza pacífica, pero que pese a ello las fuerzas de seguridad comenzaron a disparar perdigones y gases lacrimógenos para dispersar a los presentes.
Por su parte, el general Medhat el Shafei, a cargo de las Fuerzas de Seguridad Central en la zona, ha subrayado que fueron algunos de los manifestantes los que lanzaron piedras, cócteles molotov y con pistolas de perdigones a los agentes.
Así, ha indicado que un agente de Policía y dos soldados han resultado heridos, al tiempo que ha cifrado en 21 el número de manifestantes detenidos.
La protesta había sido convocada en respuesta a un ataque ejecutado por miembros de Hermanos Musulmanes contra varios activistas y grafiteros durante la jornada del sábado. Ese mismo día circuló en Internet un vídeo en el que la activista Mervat Moses es abofeteada por un miembro de la formación islamista, lo que caldeó los ánimos.
En consecuencia, horas después se registraron varios enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad en los alrededores de la sede de Hermanos Musulmanes, tras los que fueron detenidos un total de 15 activistas.
El viernes, Hermanos Musulmanes denunció la existencia de una campaña para dañar la imagen del grupo y ha subrayado que los llamamientos a atacar su sede son "una muestra de odio y anarquía, no de libertad o democracia".
En este sentido, el abogado de la formación Abdel Maksud manifestó que estos llamamientos son también "una desgracia para la revolución pacífica" y "una barbarie no relacionada con la libertad de opinión y expresión".
Asimismo, recalcó que cualquier ataque contra la sede del movimiento "sería un asalto flagrante contra los derechos de la gente y la propiedad privada". "Es un insulto a los revolucionarios honorables del Egipto que se levantó contra la injusticia, la corrupción y la tiranía, así como un intento siniestro de empujarles hacia la violencia", agregó.
Por otra parte, anunció que el grupo ha presentado una demanda ante la Fiscalía y el Ministerio del Interior contra todos aquellos que formulen llamamientos para cercar y atacar la Oficina de Guía de la formación y argumentó que los mismos "son parte de un plan para dañar la imagen de Hermanos Musulmanes y de sus miembros".
La Policía egipcia ha disparado perdigones y gases lacrimógenos este domingo para dispersar una protesta a los alrededor de 3.000 opositores a Hermanos Musulmanes que se habían concentrado frente a la sede de la formación islamista en el barrio cairota de Moqattam.
Asimismo, vehículos policiales han perseguido a los manifestantes por las calles circundantes, deteniendo a decenas de personas, entre ellas el periodista Mohamed Rashad, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'.
En una entrevista concedida a la cadena de televisión OnTV, la activista Dalia Sami ha señalado que la protesta había sido de naturaleza pacífica, pero que pese a ello las fuerzas de seguridad comenzaron a disparar perdigones y gases lacrimógenos para dispersar a los presentes.
Por su parte, el general Medhat el Shafei, a cargo de las Fuerzas de Seguridad Central en la zona, ha subrayado que fueron algunos de los manifestantes los que lanzaron piedras, cócteles molotov y con pistolas de perdigones a los agentes.
Así, ha indicado que un agente de Policía y dos soldados han resultado heridos, al tiempo que ha cifrado en 21 el número de manifestantes detenidos.
La protesta había sido convocada en respuesta a un ataque ejecutado por miembros de Hermanos Musulmanes contra varios activistas y grafiteros durante la jornada del sábado. Ese mismo día circuló en Internet un vídeo en el que la activista Mervat Moses es abofeteada por un miembro de la formación islamista, lo que caldeó los ánimos.
En consecuencia, horas después se registraron varios enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad en los alrededores de la sede de Hermanos Musulmanes, tras los que fueron detenidos un total de 15 activistas.
El viernes, Hermanos Musulmanes denunció la existencia de una campaña para dañar la imagen del grupo y ha subrayado que los llamamientos a atacar su sede son "una muestra de odio y anarquía, no de libertad o democracia".
En este sentido, el abogado de la formación Abdel Maksud manifestó que estos llamamientos son también "una desgracia para la revolución pacífica" y "una barbarie no relacionada con la libertad de opinión y expresión".
Asimismo, recalcó que cualquier ataque contra la sede del movimiento "sería un asalto flagrante contra los derechos de la gente y la propiedad privada". "Es un insulto a los revolucionarios honorables del Egipto que se levantó contra la injusticia, la corrupción y la tiranía, así como un intento siniestro de empujarles hacia la violencia", agregó.
Por otra parte, anunció que el grupo ha presentado una demanda ante la Fiscalía y el Ministerio del Interior contra todos aquellos que formulen llamamientos para cercar y atacar la Oficina de Guía de la formación y argumentó que los mismos "son parte de un plan para dañar la imagen de Hermanos Musulmanes y de sus miembros".
