Kerry urge a Egipto reformas económicas para frenar la crisis
El país recibe al nuevo secretario de Estado de EE UU hundido en el caos
Ricard González
El Cairo, El País
En el séptimo día de su primera gira internacional, el nuevo secretario de Estado de EE UU, John Kerry, ha llegado hoy a El Cairo para entrevistarse con varios mandatarios egipcios, entre ellos el presidente islamista, Mohamed Morsi. Kerry se encontró en Egipto un panorama político tenso y confuso, con varias regiones declaradas en rebeldía dos años después de la revuelta que depuso a Hosni Mubarak. La zona de mayor conflictividad se ha trasladado de la plaza Tahrir, en el centro de El Cairo, al Delta del Nilo, donde hoy se han producido nuevos disturbios entre las fuerzas de seguridad y jóvenes opositores al Gobierno.
En una reunión con un grupo de empresarios estadounidenses y egipcios, el secretario de Estado enfatizó la importancia que la recuperación económica del país árabe representa para su tránsito hacia la democracia. “Es esencial, urgente, que la economía egipcia se revitalice. Está claro que tiene que haber un acuerdo con el FMI que dé confianza a los mercados”, dijo en referencia al crédito de 4.800 millones de dólares que Egipto está negociando con el organismo internacional. Para ello, según Washington, son imprescindibles reformas que precisan un amplio consenso político
De acuerdo con fuentes de la embajada estadounidense, la concesión de ayuda económica al Gobierno egipcio será uno de los principales asuntos en la agenda de la entrevista que hoy celebrará con el presidente Morsi.
Kerry también se reunió por la noche con su homólogo egipcio, Mohamed Kamel Amru, así como con el dirigente del opositor Frente Nacional de Salvación, Amro Musa. Además, habló por teléfono con Mohamed el Baradei. Otros dirigentes del frente rechazaron entrevistarse con el secretario de Estado. La plataforma opositora, que reúne a los partidos laicos más importantes, recriminó esta semana a la Administración de Obama que apoye a Morsi en detrimento de los partidos liberales.
Sin embargo, en una rueda de prensa tras la reunión con Kamel Amru, Kerry negó que EEUU haya tomado partido por ninguna de las fuerzas políticas egipcias. “No estamos aquí para interferir, estamos aquí para escuchar. No estamos aquí para instar a nadie a tomar una acción determinada... Lo que hacemos es apoyar a la gente y la nación de Egipto”, declaró.
En sus comentarios de ayer, el responsable de la diplomacia estadounidense no mencionó el conflicto político que enfrenta a Gobierno y oposición. Kerry se reunió también con el dirigente del opositor Frente Nacional de Salvación Amro Musa. Otros dirigentes del frente rechazaron reunirse con el secretario de Estado. La plataforma opositora, que reúne a los partidos laicos más importantes, recrimina a la administración Obama que apoye a Morsi en detrimento de los partidos liberales.
El Frente Nacional anunció el martes pasado oficialmente su boicoteo a las próximas elecciones legislativas, que se celebrarán en cuatro fases a partir del 22 de abril, y que terminarán a finales de junio. Su decisión es una muestra evidente del fracaso de la clase política egipcia a la hora de pactar un diseño institucional inclusivo en su proceso de transición a la democracia. La oposición, en su mayoría de tendencia laica, pidió el no en el referéndum constitucional celebrado en diciembre. Finalmente, la controvertida Carta Magna se aprobó, pero con una raquítica tasa de participación.
La oposición justificó su decisión de no participar en los comicios en el rechazo por parte del Gobierno, en manos de los Hermanos Musulmanes, de sus condiciones para garantizar la limpieza del proceso. Entre ellas figuraba la formación de un Gobierno de coalición neutral, así como la aprobación de una ley electoral que no favoreciera a la Hermandad, el histórico movimiento islamista.
Los islamistas atribuyen a la oposición tendencias antidemocráticas. Bajo su punto de vista, las fuerzas laicas no quieren participar en las elecciones porque saben que las urnas reflejarán que la Hermandad dispone de una mayor popularidad. De hecho, para demostrar su compromiso con la transparencia en el proceso electoral, el Gobierno egipcio ha solicitado a la UE que envíe un equipo de monitores para supervisar los comicios.
La visita de Kerry no trajo una tregua a los altercados en varias ciudades del Delta, bastiones de la última ola de protestas antigubernamentales iniciada a finales de enero. En Mansura, los enfrentamientos se saldaron con la muerte de un manifestante durante la noche del viernes, lo que provocó que ayer se multiplicaran las concentraciones de repulsa por la brutalidad policial en varias provincias.
La verdadera capital del malestar es, sin embargo, la ciudad portuaria de Port Said, que inició hace un par de semanas una huelga general que ha contado con un seguimiento bastante amplio. Durante los últimos días, en otras ciudades del Delta se han lanzado iniciativas de desobediencia civil parecidas, pero no ha demostrado una verdadera capacidad de movilización.
Ricard González
El Cairo, El País
En el séptimo día de su primera gira internacional, el nuevo secretario de Estado de EE UU, John Kerry, ha llegado hoy a El Cairo para entrevistarse con varios mandatarios egipcios, entre ellos el presidente islamista, Mohamed Morsi. Kerry se encontró en Egipto un panorama político tenso y confuso, con varias regiones declaradas en rebeldía dos años después de la revuelta que depuso a Hosni Mubarak. La zona de mayor conflictividad se ha trasladado de la plaza Tahrir, en el centro de El Cairo, al Delta del Nilo, donde hoy se han producido nuevos disturbios entre las fuerzas de seguridad y jóvenes opositores al Gobierno.
En una reunión con un grupo de empresarios estadounidenses y egipcios, el secretario de Estado enfatizó la importancia que la recuperación económica del país árabe representa para su tránsito hacia la democracia. “Es esencial, urgente, que la economía egipcia se revitalice. Está claro que tiene que haber un acuerdo con el FMI que dé confianza a los mercados”, dijo en referencia al crédito de 4.800 millones de dólares que Egipto está negociando con el organismo internacional. Para ello, según Washington, son imprescindibles reformas que precisan un amplio consenso político
De acuerdo con fuentes de la embajada estadounidense, la concesión de ayuda económica al Gobierno egipcio será uno de los principales asuntos en la agenda de la entrevista que hoy celebrará con el presidente Morsi.
Kerry también se reunió por la noche con su homólogo egipcio, Mohamed Kamel Amru, así como con el dirigente del opositor Frente Nacional de Salvación, Amro Musa. Además, habló por teléfono con Mohamed el Baradei. Otros dirigentes del frente rechazaron entrevistarse con el secretario de Estado. La plataforma opositora, que reúne a los partidos laicos más importantes, recriminó esta semana a la Administración de Obama que apoye a Morsi en detrimento de los partidos liberales.
Sin embargo, en una rueda de prensa tras la reunión con Kamel Amru, Kerry negó que EEUU haya tomado partido por ninguna de las fuerzas políticas egipcias. “No estamos aquí para interferir, estamos aquí para escuchar. No estamos aquí para instar a nadie a tomar una acción determinada... Lo que hacemos es apoyar a la gente y la nación de Egipto”, declaró.
En sus comentarios de ayer, el responsable de la diplomacia estadounidense no mencionó el conflicto político que enfrenta a Gobierno y oposición. Kerry se reunió también con el dirigente del opositor Frente Nacional de Salvación Amro Musa. Otros dirigentes del frente rechazaron reunirse con el secretario de Estado. La plataforma opositora, que reúne a los partidos laicos más importantes, recrimina a la administración Obama que apoye a Morsi en detrimento de los partidos liberales.
El Frente Nacional anunció el martes pasado oficialmente su boicoteo a las próximas elecciones legislativas, que se celebrarán en cuatro fases a partir del 22 de abril, y que terminarán a finales de junio. Su decisión es una muestra evidente del fracaso de la clase política egipcia a la hora de pactar un diseño institucional inclusivo en su proceso de transición a la democracia. La oposición, en su mayoría de tendencia laica, pidió el no en el referéndum constitucional celebrado en diciembre. Finalmente, la controvertida Carta Magna se aprobó, pero con una raquítica tasa de participación.
La oposición justificó su decisión de no participar en los comicios en el rechazo por parte del Gobierno, en manos de los Hermanos Musulmanes, de sus condiciones para garantizar la limpieza del proceso. Entre ellas figuraba la formación de un Gobierno de coalición neutral, así como la aprobación de una ley electoral que no favoreciera a la Hermandad, el histórico movimiento islamista.
Los islamistas atribuyen a la oposición tendencias antidemocráticas. Bajo su punto de vista, las fuerzas laicas no quieren participar en las elecciones porque saben que las urnas reflejarán que la Hermandad dispone de una mayor popularidad. De hecho, para demostrar su compromiso con la transparencia en el proceso electoral, el Gobierno egipcio ha solicitado a la UE que envíe un equipo de monitores para supervisar los comicios.
La visita de Kerry no trajo una tregua a los altercados en varias ciudades del Delta, bastiones de la última ola de protestas antigubernamentales iniciada a finales de enero. En Mansura, los enfrentamientos se saldaron con la muerte de un manifestante durante la noche del viernes, lo que provocó que ayer se multiplicaran las concentraciones de repulsa por la brutalidad policial en varias provincias.
La verdadera capital del malestar es, sin embargo, la ciudad portuaria de Port Said, que inició hace un par de semanas una huelga general que ha contado con un seguimiento bastante amplio. Durante los últimos días, en otras ciudades del Delta se han lanzado iniciativas de desobediencia civil parecidas, pero no ha demostrado una verdadera capacidad de movilización.