Gasto chino en defensa sube con profundización de disputas territoriales
Pekin, Reuters
Una serie de disputas territoriales con sus vecinos garantizan un incremento en el gasto de China en defensa cuando revele su presupuesto militar para este año, antes de una audiencia parlamentaria la próxima semana, dijeron expertos en seguridad.
Luego de casi tres décadas de incrementos en su desembolso militar, una China cada vez más asertiva tiene ahora el poder de fuego para desafiar a rivales que reclaman territorios de importancia estratégica y ricos en recursos en los mares Oriental y Meridional de China.
La Armada china, ahora la segunda de mayor tamaño del mundo y superada sólo por la flota estadounidense en cifras puras, se ha convertido en una genuina fuerza marítima y está llevando a cabo patrullas y ejercicios casi continuos en aguas disputadas.
En los últimos seis meses, la pugna entre China y Japón sobre una serie de islas rocosas en el Mar Oriental de China llamadas Senkaku en Japón y Diaoyu en China se ha vuelto más áspera.
Pekín también tiene una disputa con Filipinas y Vietnam, además de Taiwan, Brunéi y Malasia, por territorios en el Mar Meridional de China.
Para pagar este desarrollo y la nueva tecnología planeada, la mayoría de los analistas prevén que el presupuesto de este año continuará una tendencia a largo plazo de incrementos porcentuales de dos dígitos en el gasto anual.
"Las estimaciones siguen siendo de crecimiento sostenido", dijo Ni Lexiong, un experto en asuntos militares de la Universidad de Shanghái de Ciencias Políticas y Derecho.
"Con la actitud actual de China, ya no va a dejarse intimidar", dijo el experto.
Junto con misiones para afirmar su soberanía en territorios en disputa, la Armada china también está desplegando flotillas navales en el golfo de Adén y mar afuera de Somalia como parte de su contribución a operaciones contra la piratería autorizadas por la ONU en el Océano Índico.
El mes pasado, Pekín anunció la partida de la decimocuarta misión de este tipo desde diciembre de 2008.
Estas operaciones intensas son un cambio importante para unas fuerzas militares que hasta hace pocos años estaban confinadas principalmente a ejercicios y entrenamientos en las fronteras y costas de China.
Sin embargo, imponen una nueva carga para un presupuesto que se ha dedicado en gran medida a una rápida modernización de equipos militares, que incluye grandes pedidos de naves de guerra, submarinos y aviones y misiles de ataque nuevos.
El año pasado, Pekín anunció un incremento de 11,2 por ciento en el gasto militar a 106.000 billones de dólares.
Una serie de disputas territoriales con sus vecinos garantizan un incremento en el gasto de China en defensa cuando revele su presupuesto militar para este año, antes de una audiencia parlamentaria la próxima semana, dijeron expertos en seguridad.
Luego de casi tres décadas de incrementos en su desembolso militar, una China cada vez más asertiva tiene ahora el poder de fuego para desafiar a rivales que reclaman territorios de importancia estratégica y ricos en recursos en los mares Oriental y Meridional de China.
La Armada china, ahora la segunda de mayor tamaño del mundo y superada sólo por la flota estadounidense en cifras puras, se ha convertido en una genuina fuerza marítima y está llevando a cabo patrullas y ejercicios casi continuos en aguas disputadas.
En los últimos seis meses, la pugna entre China y Japón sobre una serie de islas rocosas en el Mar Oriental de China llamadas Senkaku en Japón y Diaoyu en China se ha vuelto más áspera.
Pekín también tiene una disputa con Filipinas y Vietnam, además de Taiwan, Brunéi y Malasia, por territorios en el Mar Meridional de China.
Para pagar este desarrollo y la nueva tecnología planeada, la mayoría de los analistas prevén que el presupuesto de este año continuará una tendencia a largo plazo de incrementos porcentuales de dos dígitos en el gasto anual.
"Las estimaciones siguen siendo de crecimiento sostenido", dijo Ni Lexiong, un experto en asuntos militares de la Universidad de Shanghái de Ciencias Políticas y Derecho.
"Con la actitud actual de China, ya no va a dejarse intimidar", dijo el experto.
Junto con misiones para afirmar su soberanía en territorios en disputa, la Armada china también está desplegando flotillas navales en el golfo de Adén y mar afuera de Somalia como parte de su contribución a operaciones contra la piratería autorizadas por la ONU en el Océano Índico.
El mes pasado, Pekín anunció la partida de la decimocuarta misión de este tipo desde diciembre de 2008.
Estas operaciones intensas son un cambio importante para unas fuerzas militares que hasta hace pocos años estaban confinadas principalmente a ejercicios y entrenamientos en las fronteras y costas de China.
Sin embargo, imponen una nueva carga para un presupuesto que se ha dedicado en gran medida a una rápida modernización de equipos militares, que incluye grandes pedidos de naves de guerra, submarinos y aviones y misiles de ataque nuevos.
El año pasado, Pekín anunció un incremento de 11,2 por ciento en el gasto militar a 106.000 billones de dólares.