El Parlamento húngaro aprueba invalidar las sentencias del Tribunal Constitucional
Madrid, EP
El Parlamento húngaro ha aprobado este lunes una reforma constitucional a iniciativa del gobernante partido Fidesz, de centro-derecha, con la que se invalidan las sentencias del Tribunal Constitucional, hasta ahora una de las instituciones de referencia para la defensa de los derechos fundamentales en el país, entre otras modificaciones.
Fidesz, liderado por el primer ministro Viktor Orbán, ha aplicado su mayoría de dos tercios en la cámara (226 de los 386 diputados) para aprobar la enmienda constitucional, han informado los medios húngaros. En concreto, han votado a favor de los 22 artículos reformados 225 diputados, 11 lo han hecho en contra y 33 se han abstenido.
En la votación se han ausentado los diputados del principal partido de la oposición, el Partido Socialista Húngaro (MSZP) y del partido Coalición Democrática, también de centro-izquierda.
La reforma limita las competencias del Tribunal Constitucional, pero también afecta negativamente a las parejas no casadas, incluidas las parejas homosexuales; obliga a los estudiantes que reciban becas a trabajar en el país cuando terminen sus estudios y prohíbe a las personas sin hogar dormir en las calles. En cuanto a la legislación electoral, prohíbe toda propaganda de campaña que no sea en medios de comunicación estatales.
Distintos dirigentes europeos y las instituciones de la UE han advertido ya de que esta reforma podría ser contraria a la legislación comunitaria, mientras que distintas organizaciones sociales y políticas húngaras han convocado movilizaciones para pedir al presidente, Janos Ader, que se niegue a firmar la enmienda y evitar así su entrada en vigor.
Incluso el expresidente conservador Laszlo Sólyom, también expresidente del Tribunal Constitucional, ha expresado sus reservas sobre la cuestión y ha defendido el veto de Ader a la iniciativa aunque sea aprobada en el Parlamento. "La primacía suprema del Parlamento a nivel legal era típica del sistema comunista de partido único de Hungría", señala Sólyom en un artículo publicado en el diario 'Nepszabadsag'.
El Gobierno de Orbán ya modificó la Constitución húngara en 2011 con el argumento de eliminar los vestigios del régimen comunista y adaptarla a la nueva realidad húngara. Ahora sostiene que los cambios incluyen meras modificaciones técnicas y se ampara en la legitimidad de la mayoría cualificada con la que cuentan en el Parlamento desde abril de 2010.
El Parlamento húngaro ha aprobado este lunes una reforma constitucional a iniciativa del gobernante partido Fidesz, de centro-derecha, con la que se invalidan las sentencias del Tribunal Constitucional, hasta ahora una de las instituciones de referencia para la defensa de los derechos fundamentales en el país, entre otras modificaciones.
Fidesz, liderado por el primer ministro Viktor Orbán, ha aplicado su mayoría de dos tercios en la cámara (226 de los 386 diputados) para aprobar la enmienda constitucional, han informado los medios húngaros. En concreto, han votado a favor de los 22 artículos reformados 225 diputados, 11 lo han hecho en contra y 33 se han abstenido.
En la votación se han ausentado los diputados del principal partido de la oposición, el Partido Socialista Húngaro (MSZP) y del partido Coalición Democrática, también de centro-izquierda.
La reforma limita las competencias del Tribunal Constitucional, pero también afecta negativamente a las parejas no casadas, incluidas las parejas homosexuales; obliga a los estudiantes que reciban becas a trabajar en el país cuando terminen sus estudios y prohíbe a las personas sin hogar dormir en las calles. En cuanto a la legislación electoral, prohíbe toda propaganda de campaña que no sea en medios de comunicación estatales.
Distintos dirigentes europeos y las instituciones de la UE han advertido ya de que esta reforma podría ser contraria a la legislación comunitaria, mientras que distintas organizaciones sociales y políticas húngaras han convocado movilizaciones para pedir al presidente, Janos Ader, que se niegue a firmar la enmienda y evitar así su entrada en vigor.
Incluso el expresidente conservador Laszlo Sólyom, también expresidente del Tribunal Constitucional, ha expresado sus reservas sobre la cuestión y ha defendido el veto de Ader a la iniciativa aunque sea aprobada en el Parlamento. "La primacía suprema del Parlamento a nivel legal era típica del sistema comunista de partido único de Hungría", señala Sólyom en un artículo publicado en el diario 'Nepszabadsag'.
El Gobierno de Orbán ya modificó la Constitución húngara en 2011 con el argumento de eliminar los vestigios del régimen comunista y adaptarla a la nueva realidad húngara. Ahora sostiene que los cambios incluyen meras modificaciones técnicas y se ampara en la legitimidad de la mayoría cualificada con la que cuentan en el Parlamento desde abril de 2010.