El nuevo ministro de Vivienda de Israel promete una mayor expansión de los asentamientos
Jerusalén, EP
El nuevo ministro de Vivienda de Israel, Uri Ariel, ha prometido que el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu mantendrá la expansión de los asentamientos similar a la ejecutada por su anterior Ejecutivo.
Las declaraciones de Ariel han llegado apenas dos días antes de la visita del presidente estadounidense, Barack Obama, quien ha abogado antes de su viaje por la detención de la construcción de asentamientos en los territorios del futuro Estado palestino.
Sin embargo, el ministro de Vivienda, miembro del partido Bayit Yehudi (la Casa Judía), un partido de corte nacionalista y sionista, ha dicho que la construcción en los territorios ocupados "continuará de acuerdo con lo que ha sido hasta ahora la política gubernamental".
Ariel, que es asimismo uno de los colonos judíos residentes en estos asentamientos, ha utilizado asimismo los nombres bíblicos de los territorios capturados durante la guerra de 1967. "Construiremos en Judea y Samaria más o menos como se ha hecho hasta ahora. No veo motivos para cambiarlo", ha valorado.
Asimismo, ha destacado que la mayoría de la construcción de vivienda se llevará a cabo en zonas del desierto del Negev y la región de Galilea, al tiempo que ha subrayado que la construcción de asentamientos en Cisjordania "no son el asunto principal" de sus planes.
Los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este son ilegales en base al Derecho Internacional, a pesar de lo que el Ejecutivo israelí distingue entre las colonias que han recibido una autorización oficial y las que no. Asimismo, el traslado de población de un territorio ocupante a un territorio ocupado es considerado como un crimen de guerra por la Cuarta Convención de Ginebra.
En este sentido, un equipo de investigadores del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas advirtió en enero de que la política de asentamientos de Israel en los territorios palestinos viola la Cuarta Convención de Ginebra y constituye un crimen de guerra que entraría en la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional (TPI), por lo que reclamó su suspensión "sin condiciones" y la "retirada inmediata" de los actuales asentamientos judíos.
"Israel debe, en cumplimiento del artículo 49 de la Cuarta Convención de Ginebra, poner fin a toda su política de asentamientos sin condiciones", se lee en el informe del equipo de investigación, presidido por la juez francesa Christine Chanet. "Se debe iniciar inmediatamente un proceso de retirada de todos los asentamientos de los territorios palestinos ocupados", prosigue el texto.
El equipo de investigación fue aprobado en marzo de 2012 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU a fin de examinar la política de asentamientos de Israel en los territorios palestinos y en Jerusalén Este. El Gobierno israelí se negó a colaborar con los expertos y se escudó en que el Consejo tiene un enfoque desequilibrado y en que su política de asentamientos en Cisjordania está justificada por la Biblia.
Alrededor de 250 asentamientos judíos han sido establecidos en Cisjordania y Jerusalén Este desde su ocupación militar por parte de Israel en 1967, con una población estimada en ellos de 520.000 colonos, según el informe de la ONU. Estos asentamientos impiden a los palestinos el acceso a los recursos hidráulicos y a las tierras para uso agrícola, prosigue el documento.
El pasado mes de diciembre, Palestina acusó a Israel en una carta dirigida a Naciones Unidas de estar planificando nuevos "crímenes de guerra" mediante la expansión de los asentamientos. Tras la decisión de la Asamblea General de reconocer a Palestina, Israel anunció la construcción de 3.000 nuevas viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este, dos territorios que deberían constituir, junto con la Franja de Gaza, el futuro Estado independiente palestino.
El nuevo ministro de Vivienda de Israel, Uri Ariel, ha prometido que el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu mantendrá la expansión de los asentamientos similar a la ejecutada por su anterior Ejecutivo.
Las declaraciones de Ariel han llegado apenas dos días antes de la visita del presidente estadounidense, Barack Obama, quien ha abogado antes de su viaje por la detención de la construcción de asentamientos en los territorios del futuro Estado palestino.
Sin embargo, el ministro de Vivienda, miembro del partido Bayit Yehudi (la Casa Judía), un partido de corte nacionalista y sionista, ha dicho que la construcción en los territorios ocupados "continuará de acuerdo con lo que ha sido hasta ahora la política gubernamental".
Ariel, que es asimismo uno de los colonos judíos residentes en estos asentamientos, ha utilizado asimismo los nombres bíblicos de los territorios capturados durante la guerra de 1967. "Construiremos en Judea y Samaria más o menos como se ha hecho hasta ahora. No veo motivos para cambiarlo", ha valorado.
Asimismo, ha destacado que la mayoría de la construcción de vivienda se llevará a cabo en zonas del desierto del Negev y la región de Galilea, al tiempo que ha subrayado que la construcción de asentamientos en Cisjordania "no son el asunto principal" de sus planes.
Los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este son ilegales en base al Derecho Internacional, a pesar de lo que el Ejecutivo israelí distingue entre las colonias que han recibido una autorización oficial y las que no. Asimismo, el traslado de población de un territorio ocupante a un territorio ocupado es considerado como un crimen de guerra por la Cuarta Convención de Ginebra.
En este sentido, un equipo de investigadores del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas advirtió en enero de que la política de asentamientos de Israel en los territorios palestinos viola la Cuarta Convención de Ginebra y constituye un crimen de guerra que entraría en la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional (TPI), por lo que reclamó su suspensión "sin condiciones" y la "retirada inmediata" de los actuales asentamientos judíos.
"Israel debe, en cumplimiento del artículo 49 de la Cuarta Convención de Ginebra, poner fin a toda su política de asentamientos sin condiciones", se lee en el informe del equipo de investigación, presidido por la juez francesa Christine Chanet. "Se debe iniciar inmediatamente un proceso de retirada de todos los asentamientos de los territorios palestinos ocupados", prosigue el texto.
El equipo de investigación fue aprobado en marzo de 2012 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU a fin de examinar la política de asentamientos de Israel en los territorios palestinos y en Jerusalén Este. El Gobierno israelí se negó a colaborar con los expertos y se escudó en que el Consejo tiene un enfoque desequilibrado y en que su política de asentamientos en Cisjordania está justificada por la Biblia.
Alrededor de 250 asentamientos judíos han sido establecidos en Cisjordania y Jerusalén Este desde su ocupación militar por parte de Israel en 1967, con una población estimada en ellos de 520.000 colonos, según el informe de la ONU. Estos asentamientos impiden a los palestinos el acceso a los recursos hidráulicos y a las tierras para uso agrícola, prosigue el documento.
El pasado mes de diciembre, Palestina acusó a Israel en una carta dirigida a Naciones Unidas de estar planificando nuevos "crímenes de guerra" mediante la expansión de los asentamientos. Tras la decisión de la Asamblea General de reconocer a Palestina, Israel anunció la construcción de 3.000 nuevas viviendas en Cisjordania y Jerusalén Este, dos territorios que deberían constituir, junto con la Franja de Gaza, el futuro Estado independiente palestino.