El hallazgo de 4 bombas en Londonderry evita una "matanza" en una comisaría
Belfast, EP
La Policía de Irlanda del Norte ha asegurado que el hallazgo de cuatro bombas de mortero dentro de una furgoneta en una zona residencial de Londonderry ha permitido impedir un atentado que podría haber causado "una matanza" en una comisaría.
"Podría haber habido una matanza entre la Policía y daños graves a las propidades" si se hubiera llegado a cometer el atentado, ha declarado el superintendente jefe Stephen Cargan a la BBC Radio. Los explosivos, ha añadido, eran "artefactos caseros" que fácilmente habrían errado el objetivo y afectado preferentemente a las viviendas cercanas.
Un centenar de viviendas han sido evacuadas y de momento han sido detenidas tres personas, incluidos un hombre que se encontraba dentro del vehículo y un segundo que iba a bordo de una motocicleta cerca del lugar. Aparte, las autoridades han cerrado varias carreteras del extrarradio occidental y uno de los principales puentes de Londonderry, la segunda ciudad más importante de Irlanda del Norte, mientras los artificieros registraban la zona, según la Policía.
Pat Ramsey, antiguo alcalde de la ciudad y miembro de la formación socialdemócrata y nacionalista irlandesa Partido Social Democrático y Laborista (SDLP), ha informado a los medios de que los agentes habían sido atacados con piedras e con un cóctel molotov durante la evacuación de las viviendas.
El principal partido nacionalista irlandés, Sinn Fein --miembro del actual gobierno local--, ha condenado el intento de atentado y ha declarado, a través de su 'número dos' en el Parlamento norirlandés, Raymond McCartney, que "no tiene sentido que haya gente que se defina a sí mismo como disidente de los republicanos en el siglo XXI".
La Policía sospecha que las bombas de Londonderry están relacionadas con grupos nacionalistas norirlandeses. Aparte, varias viviendas han sido evacuadas este mismo lunes tras la aparición de un segundo artefacto sospechoso en Ballymena, una localidad al norte de Belfast, según un portavoz policial. Finalmente se trató de una falsa alarma.
DISIDENTES
El acuerdo de paz de 1998 puso fin a décadas de violencia entre los nacionalistas del Ejército Republicano Irlandés (IRA), mayoritariamente católicos y partidarios de la reunificación con Irlanda, y los unionistas, fundamentalmente protestantes y partidarios de que la provincia siga perteneciendo a Reino Unido.
No obstante, los distintos grupos disidentes del IRA han seguido perpetrando ataques esporádicos con bombas y armas ligeras, que se han intensificado en los últimos cuatro años por la frustración que existe entre ciertos sectores nacionalistas contra el Gobierno compartido emanado de los acuerdos de paz.
En los últimos meses, estos grupos han atacado oficinas gubernamentales en Londonderry, coincidiendo con la proclamación de esta ciudad como Capital Británica de la Cultura de 2013.
Aparte, el descontento que reina también entre los protestantes de la clase trabajadora contra el Gobierno local se tradujo en graves disturbios entre diciembre y enero, sobre todo después de que los consejeros nacionalistas votaran a favor de la supresión de una tradición centenaria, la enarbolación de la bandera británica en la sede del Ayuntamiento de Belfast.
La Policía de Irlanda del Norte ha asegurado que el hallazgo de cuatro bombas de mortero dentro de una furgoneta en una zona residencial de Londonderry ha permitido impedir un atentado que podría haber causado "una matanza" en una comisaría.
"Podría haber habido una matanza entre la Policía y daños graves a las propidades" si se hubiera llegado a cometer el atentado, ha declarado el superintendente jefe Stephen Cargan a la BBC Radio. Los explosivos, ha añadido, eran "artefactos caseros" que fácilmente habrían errado el objetivo y afectado preferentemente a las viviendas cercanas.
Un centenar de viviendas han sido evacuadas y de momento han sido detenidas tres personas, incluidos un hombre que se encontraba dentro del vehículo y un segundo que iba a bordo de una motocicleta cerca del lugar. Aparte, las autoridades han cerrado varias carreteras del extrarradio occidental y uno de los principales puentes de Londonderry, la segunda ciudad más importante de Irlanda del Norte, mientras los artificieros registraban la zona, según la Policía.
Pat Ramsey, antiguo alcalde de la ciudad y miembro de la formación socialdemócrata y nacionalista irlandesa Partido Social Democrático y Laborista (SDLP), ha informado a los medios de que los agentes habían sido atacados con piedras e con un cóctel molotov durante la evacuación de las viviendas.
El principal partido nacionalista irlandés, Sinn Fein --miembro del actual gobierno local--, ha condenado el intento de atentado y ha declarado, a través de su 'número dos' en el Parlamento norirlandés, Raymond McCartney, que "no tiene sentido que haya gente que se defina a sí mismo como disidente de los republicanos en el siglo XXI".
La Policía sospecha que las bombas de Londonderry están relacionadas con grupos nacionalistas norirlandeses. Aparte, varias viviendas han sido evacuadas este mismo lunes tras la aparición de un segundo artefacto sospechoso en Ballymena, una localidad al norte de Belfast, según un portavoz policial. Finalmente se trató de una falsa alarma.
DISIDENTES
El acuerdo de paz de 1998 puso fin a décadas de violencia entre los nacionalistas del Ejército Republicano Irlandés (IRA), mayoritariamente católicos y partidarios de la reunificación con Irlanda, y los unionistas, fundamentalmente protestantes y partidarios de que la provincia siga perteneciendo a Reino Unido.
No obstante, los distintos grupos disidentes del IRA han seguido perpetrando ataques esporádicos con bombas y armas ligeras, que se han intensificado en los últimos cuatro años por la frustración que existe entre ciertos sectores nacionalistas contra el Gobierno compartido emanado de los acuerdos de paz.
En los últimos meses, estos grupos han atacado oficinas gubernamentales en Londonderry, coincidiendo con la proclamación de esta ciudad como Capital Británica de la Cultura de 2013.
Aparte, el descontento que reina también entre los protestantes de la clase trabajadora contra el Gobierno local se tradujo en graves disturbios entre diciembre y enero, sobre todo después de que los consejeros nacionalistas votaran a favor de la supresión de una tradición centenaria, la enarbolación de la bandera británica en la sede del Ayuntamiento de Belfast.