Dimite el primer ministro de Líbano
Beirut, EP
El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, ha anunciado este viernes la dimisión del Gobierno en bloque tras ser incapaz de resolver la crisis en torno a la celebración de los comicios parlamentarios de junio y a la renovación del mandato del general Ashraf Rifi como jefe de las fuerzas de seguridad.
"Anuncio la dimisión del Gobierno", ha dicho Mikati durante una comparecencia pública en la sede del Ejecutivo en Beirut en la que ha apuntado que esta decisión es "quizás la única forma de que los principales bloques políticos asuman sus responsabilidades".
El primer ministro ha instado a todos los movimientos a unirse para sacar al país de "un túnel desconocido". En este sentido, ha pedido la creación de un gabinete de unidad que permita evitar "divisiones internas" y tensiones regionales.
Mikati llegó a la jefatura de Gobierno en 2011, después de que el grupo chií Hezbolá y sus socios retirasen el apoyo a la anterior Administración, encabezada por Saad Hariri.
Su salida llega también después de constantes críticas de Hezbolá, que en esta ocasión ha bloqueado, junto a sus aliados, la creación de un organismo para supervisar las elecciones y la ampliación del mandato del responsable de las fuerzas de seguridad.
Mikati era partidario de que Rifi --cuya jubilación se hará oficial el 1 de abril-- permaneciese en el cargo a pesar de las fuertes presiones de Hezbolá. Su sucesor iba a ser Wissam al Hasan, fallecido en un atentado con coche bomba cerca de su residencia en el distrito Achrafieh de Beirut, en octubre de 2012.
Rifi es musulmán suní, como Mikati. La actual división de poderes deja en manos suníes el cargo de primer ministro, mientras que el presidente del Parlamento debe ser un chií. La comunidad cristiana, por su parte, controla la jefatura de Estado.
ELECCIONES
Los diferentes partidos tienen todavía que cerrar una serie de acuerdos para que se puedan celebrar las elecciones legislativas, previstas en el mes de junio, pero la caída del Gobierno previsiblemente retrasará las negociaciones.
Mikati ha admitido que, en vista de las actuales discrepancias, "parece que la nueva ley electoral no será aprobada en un marco de tiempo que permita la celebración de las elecciones parlamentarias en la fecha prevista".
El ex primer ministro Fouad Siniora, un aliado político de Hariri que no ha dudado en pedir la dimisión de Mikati, ha asegurado que el cambio de Gobierno "abre la posibilidad de un nuevo diálogo" entre los distintos bloques.
El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, ha anunciado este viernes la dimisión del Gobierno en bloque tras ser incapaz de resolver la crisis en torno a la celebración de los comicios parlamentarios de junio y a la renovación del mandato del general Ashraf Rifi como jefe de las fuerzas de seguridad.
"Anuncio la dimisión del Gobierno", ha dicho Mikati durante una comparecencia pública en la sede del Ejecutivo en Beirut en la que ha apuntado que esta decisión es "quizás la única forma de que los principales bloques políticos asuman sus responsabilidades".
El primer ministro ha instado a todos los movimientos a unirse para sacar al país de "un túnel desconocido". En este sentido, ha pedido la creación de un gabinete de unidad que permita evitar "divisiones internas" y tensiones regionales.
Mikati llegó a la jefatura de Gobierno en 2011, después de que el grupo chií Hezbolá y sus socios retirasen el apoyo a la anterior Administración, encabezada por Saad Hariri.
Su salida llega también después de constantes críticas de Hezbolá, que en esta ocasión ha bloqueado, junto a sus aliados, la creación de un organismo para supervisar las elecciones y la ampliación del mandato del responsable de las fuerzas de seguridad.
Mikati era partidario de que Rifi --cuya jubilación se hará oficial el 1 de abril-- permaneciese en el cargo a pesar de las fuertes presiones de Hezbolá. Su sucesor iba a ser Wissam al Hasan, fallecido en un atentado con coche bomba cerca de su residencia en el distrito Achrafieh de Beirut, en octubre de 2012.
Rifi es musulmán suní, como Mikati. La actual división de poderes deja en manos suníes el cargo de primer ministro, mientras que el presidente del Parlamento debe ser un chií. La comunidad cristiana, por su parte, controla la jefatura de Estado.
ELECCIONES
Los diferentes partidos tienen todavía que cerrar una serie de acuerdos para que se puedan celebrar las elecciones legislativas, previstas en el mes de junio, pero la caída del Gobierno previsiblemente retrasará las negociaciones.
Mikati ha admitido que, en vista de las actuales discrepancias, "parece que la nueva ley electoral no será aprobada en un marco de tiempo que permita la celebración de las elecciones parlamentarias en la fecha prevista".
El ex primer ministro Fouad Siniora, un aliado político de Hariri que no ha dudado en pedir la dimisión de Mikati, ha asegurado que el cambio de Gobierno "abre la posibilidad de un nuevo diálogo" entre los distintos bloques.