Bill Clinton pide al Tribunal Supremo que revoque su ley contra el matrimonio gay
El expresidente pidió en 1996 que la ley no sirviera como "excusa" para discriminar
Cristina F. Pereda
Washington, El País
El expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, ha solicitado al Tribunal Supremo que revoque una ley que él mismo firmó en 1996 y que prohíbe el reconocimiento de matrimonios entre personas del mismo sexo a nivel federal. En una columna publicada por el diario The Washington Post, Clinton aboga por eliminar una ley “contraria” a los principios de EE UU e “incompatible con la Constitución”.
Clinton escribe que la ley de Defensa del Matrimonio (DOMA) fue aprobada “en un tiempo muy distinto”. Esta primavera, los nueve jueces de la máxima instancia judicial del país deberán decidir si la definición de matrimonio que establece DOMA -como la unión entre un hombre y una mujer-, es consistente con los principios de igualdad, justicia y libertad que defiende la Constitución estadounidense.
El expresidente demócrata explica que cuando firmó la ley -después de medianoche y sin la ceremonia que rodea la aprobación de otras normativas- emitió un comunicado en el que pedía que la aplicación de la legislación “no debía entenderse nunca como una excusa para la discriminación”. “Al leer hoy esas palabras, sé que es mucho peor que dar una excusa para que se discrimine, la ley en sí es discriminatoria y debería ser revocada”.
La ley DOMA no prohíbe el matrimonio homosexual -ningún Estado lo había aprobado en el momento de salir adelante esta ley- pero sí impide reconocerlo a nivel federal incluso cuando varios Estados lo hayan legalizado después. En la actualidad, 10 Estados, además del Distrito de Columbia, han regulado estas uniones. Así, las parejas que se hayan casado en una de estas jurisdicciones, no pueden acogerse a miles de leyes federales que limitan beneficios en declaraciones de impuestos, bajas por enfermedades, pensiones o pólizas de seguros compartidas.
Las palabras de Clinton se unen a las peticiones presentadas la semana pasada ante la Corte por el presidente, Barack Obama, el Departamento de Justicia y decenas de organizaciones, políticos y autoridades tanto demócratas como republicanas han manifestado su rechazo a la norma. Obama hizo historia el pasado mes de mayo al afirmar que la unión entre dos personas del mismo sexo “debe ser legal” y la semana pasada dio un paso más allá, presentando un recurso ante el Tribunal Supremo en el que se pone de lado de los demandantes contra DOMA. Un año antes, el Departamento de Justicia anunció que dejaría de aplicar esta ley en los tribunales.
Clinton equipara en su texto la lucha por los derechos de los homosexuales con la de otros derechos civiles como la igualdad de todos los ciudadanos o el derecho a voto de las mujeres. “Nos hemos encontrado en circunstancias similares las suficientes veces como para reconocer el camino correcto”, asegura el expresidente, para citar a Abraham Lincoln “haciéndose la misma pregunta que nosotros ahora”: “No se trata de si podemos imaginar un país mejor sino si podemos hacerlo mejor”. La respuesta, dice Clinton, “siempre es que sí”.
“Apenas hemos celebrado el primer centenario de la 19 Enmienda, pero una sociedad que negó el voto a las mujeres nos puede parecer extraña”, escribe Clinton. “Creo que en 2013 DOMA y la oposición a la igualdad de matrimonio son vestigios de una sociedad igual de desconocida”.
Cristina F. Pereda
Washington, El País
El expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, ha solicitado al Tribunal Supremo que revoque una ley que él mismo firmó en 1996 y que prohíbe el reconocimiento de matrimonios entre personas del mismo sexo a nivel federal. En una columna publicada por el diario The Washington Post, Clinton aboga por eliminar una ley “contraria” a los principios de EE UU e “incompatible con la Constitución”.
Clinton escribe que la ley de Defensa del Matrimonio (DOMA) fue aprobada “en un tiempo muy distinto”. Esta primavera, los nueve jueces de la máxima instancia judicial del país deberán decidir si la definición de matrimonio que establece DOMA -como la unión entre un hombre y una mujer-, es consistente con los principios de igualdad, justicia y libertad que defiende la Constitución estadounidense.
El expresidente demócrata explica que cuando firmó la ley -después de medianoche y sin la ceremonia que rodea la aprobación de otras normativas- emitió un comunicado en el que pedía que la aplicación de la legislación “no debía entenderse nunca como una excusa para la discriminación”. “Al leer hoy esas palabras, sé que es mucho peor que dar una excusa para que se discrimine, la ley en sí es discriminatoria y debería ser revocada”.
La ley DOMA no prohíbe el matrimonio homosexual -ningún Estado lo había aprobado en el momento de salir adelante esta ley- pero sí impide reconocerlo a nivel federal incluso cuando varios Estados lo hayan legalizado después. En la actualidad, 10 Estados, además del Distrito de Columbia, han regulado estas uniones. Así, las parejas que se hayan casado en una de estas jurisdicciones, no pueden acogerse a miles de leyes federales que limitan beneficios en declaraciones de impuestos, bajas por enfermedades, pensiones o pólizas de seguros compartidas.
Las palabras de Clinton se unen a las peticiones presentadas la semana pasada ante la Corte por el presidente, Barack Obama, el Departamento de Justicia y decenas de organizaciones, políticos y autoridades tanto demócratas como republicanas han manifestado su rechazo a la norma. Obama hizo historia el pasado mes de mayo al afirmar que la unión entre dos personas del mismo sexo “debe ser legal” y la semana pasada dio un paso más allá, presentando un recurso ante el Tribunal Supremo en el que se pone de lado de los demandantes contra DOMA. Un año antes, el Departamento de Justicia anunció que dejaría de aplicar esta ley en los tribunales.
Clinton equipara en su texto la lucha por los derechos de los homosexuales con la de otros derechos civiles como la igualdad de todos los ciudadanos o el derecho a voto de las mujeres. “Nos hemos encontrado en circunstancias similares las suficientes veces como para reconocer el camino correcto”, asegura el expresidente, para citar a Abraham Lincoln “haciéndose la misma pregunta que nosotros ahora”: “No se trata de si podemos imaginar un país mejor sino si podemos hacerlo mejor”. La respuesta, dice Clinton, “siempre es que sí”.
“Apenas hemos celebrado el primer centenario de la 19 Enmienda, pero una sociedad que negó el voto a las mujeres nos puede parecer extraña”, escribe Clinton. “Creo que en 2013 DOMA y la oposición a la igualdad de matrimonio son vestigios de una sociedad igual de desconocida”.