La misión, denominada "smartphone-sat" es la primera en su tipo y orbitará la tierra por seis meses.
El chofer smartphone
Con un peso de 4,3 kg y unas dimensiones de 10 x 30 cm, el satélite fue desarrollado por el Centro Espacial de la Universidad de Surrey (SSC según sus siglas en inglés) y Surrey Satellite Technology (SSTL).
Al principio, el satélite Strand-1 será controlado por un computador instalado en su interior. Pero lo interesante vendrá en una segunda fase, cuando un teléfono Google Nexus, equipado con varias aplicaciones especiales, tome las riendas.
Una de ellas, iTesa, grabará la magnitud del campo magnético que se desarrolle alrededor del teléfono en su órbita.
La aplicación 360 tomará fotos usando la cámara de cinco megapíxeles del teléfono, las cuales serán subidas a Facebook. Además, esta aplicación es fundamental para el desarrollo de la misión, ya que es la forma de rastrear la posición del satélite.
El primer smartphone espacial es un Google Nexus.
"La misión es un logro fantástico y una tremenda contribución a todo el trabajo y dedicación de los ingenieros involucrados", aseguró Martin Sweeting, director del SSC y presidente ejecutivo de SSTL.
Grito en el espacio
Sin embargo, la aplicación más popular y la que ya acumula seguidores es "Grito en el Espacio".
Desarrollada por la sociedad Space Flight (Viaje Espacial) de la Universidad de Cambridge, utilizará varios y distintos gritos enviados por visitantes de la página web del proyecto.
La aplicación reproducirá videos de gritos en distintos momentos y monitoreará si el altavoz integrado del teléfono los capta.
Los gritos intergalácticos incluyen los de niños de seis años de una escuela primaria, hasta un dramático "¡Nooooooooo!" grabado por un seguidor del proyecto, que fue votado número en una encuesta de "gritos favoritos".
El objetivo es saber si la famosa frase según la cual "en el espacio nadie puede oír tus gritos" es cierta.
La frase se hizo famosa por la película de ciencia ficción "Alien", de 1979, protagonizada por Sigourney Weaver.
En teoría, como el espacio es vacío, no contiene moléculas, por lo tanto el sonido no puede viajar, ya que las vibraciones no se movilizan.
El satélite no sólo probará sonido, sino también dos nuevos sistemas de propulsión.
El primero, llamado Warp Drive, utiliza la técnica de expulsión de una mezcla de agua y alcohol para proporcionar empuje.
El segundo, basado en propulsores de plasma, utiliza corriente eléctrica para calentar y evaporar un material, produciendo un gas cargado, que luego puede ser acelerado en una dirección en un campo magnético para empujar el satélite en la otra dirección.
Más allá de las pruebas, vale hacer una aclaración: nadie del equipo espera que el teléfono regrese.