Netanyahu defiende al Gobierno en el caso del 'Prisionero X'
Jerusalén, EP
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha defendido la actuación del Gobierno en el caso del Prisionero X, el ciudadano australiano Ben Zygier, asociado en su día al Mossad y que se suicidó en prisión en diciembre 2010 tras ser condenado a principios de ese año por crímenes no especificados asociados con su etapa en la agencia de espionaje exterior. Sin embargo, el Gobierno australiano ha pedido explicaciones oficiales sobre su fallecimiento.
Sobre los motivos del encarcelamiento de Zygier, fuentes del Gobierno han insinuado que el australiano había cometido un delito contra la seguridad nacional. El primer ministro por su parte se limitó a realizar una enconada defensa del sistema legal israelí ante las críticas recibidas desde el exterior por la falta de transparencia que rodea al caso del llamado 'Prisionero X'.
"Somos una democracia que protege los derechos individuales tanto como cualquier otro país, pero nos enfrentamos a desafíos mayores y tenemos que permitir que quienes nos defienden sean capaces de desarrollar su labor para que podamos vivir en paz", apuntó el primer ministro.
"La sobreexposición de los datos de inteligencia y de operaciones de seguridad puede, y en ocasiones lo hace, comprometer seriamente la seguridad del Estado", añadió en declaraciones recogidas por el diario 'Yedioth Aharonoth'. "Nuestras fuerzas de seguridad trabajan sin descanso para garantizar que podemos vivir sin peligro y tengo toda la fe del mundo en ellos y en nuestro sistema legal", sentenció.
Después de que Zygier fuera encontrado muerto en su celda de aislamiento en la prisión de máxima seguridad de Ayalon, la presidenta del tribunal de Rishon Letzion, la jueza Daphna Blatman Kedrai, ordenó una investigación sobre la muerte del preso. La investigación, que se desarrolló de forma confidencial, se ha prolongado durante un año y medio.
Al final de las pesquisas, la magistrada dictaminó que Zygier se había quitado la vida sin hacer referencia alguna a posibles fallos cometidos por los guardias de la prisión y remitió el caso a la Fiscalía General israelí. Las autoridades buscan una forma de dar a conocer los resultados completos de la investigación para esclarecer, entre otras incógnitas, por qué Zygier permanecía en prisión bajo un nombre falso.
Ayer por la noche, el ministro de Asuntos Estratégicos, Moshe Yalon, insinuó que entre los delitos cometidos por Zygier podría encontrarse el de amenaza contra la seguridad. "Somos un país especial y a veces, para salvar vidas, tenemos que adoptar medidas extremas", declaró al Canal 2. "Si se llegó a este punto con Zygier, es porque la información con la que contábamos requería de ellas", añadió.
El primer ministro australiano, Kevin Rudd, ha exigido a Tel Aviv que proporcione una explicación de la muerte de Zygier, mientras ha llamado a la acción a su Gabinete para obtener de Israel las respuestas pertinentes. A pesar de la "amistad" entre ambas naciones, declaró Rudd, "el Gobierno australiano debe actuar con firmeza", según los comentarios recogidos por el 'Sydney Morning Herald'.
Así, Rudd ha puesto la investigación en manos de su ministro de Exteriores, Bob Carr, que examinará el contexto de la relación de seguridad entre Australia e Israel. "Queremos dar a Israel la oportunidad de que nos proporcione una explicación sobre cómo tuvo lugar esta trágica muerte", declaró Carr.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha defendido la actuación del Gobierno en el caso del Prisionero X, el ciudadano australiano Ben Zygier, asociado en su día al Mossad y que se suicidó en prisión en diciembre 2010 tras ser condenado a principios de ese año por crímenes no especificados asociados con su etapa en la agencia de espionaje exterior. Sin embargo, el Gobierno australiano ha pedido explicaciones oficiales sobre su fallecimiento.
Sobre los motivos del encarcelamiento de Zygier, fuentes del Gobierno han insinuado que el australiano había cometido un delito contra la seguridad nacional. El primer ministro por su parte se limitó a realizar una enconada defensa del sistema legal israelí ante las críticas recibidas desde el exterior por la falta de transparencia que rodea al caso del llamado 'Prisionero X'.
"Somos una democracia que protege los derechos individuales tanto como cualquier otro país, pero nos enfrentamos a desafíos mayores y tenemos que permitir que quienes nos defienden sean capaces de desarrollar su labor para que podamos vivir en paz", apuntó el primer ministro.
"La sobreexposición de los datos de inteligencia y de operaciones de seguridad puede, y en ocasiones lo hace, comprometer seriamente la seguridad del Estado", añadió en declaraciones recogidas por el diario 'Yedioth Aharonoth'. "Nuestras fuerzas de seguridad trabajan sin descanso para garantizar que podemos vivir sin peligro y tengo toda la fe del mundo en ellos y en nuestro sistema legal", sentenció.
Después de que Zygier fuera encontrado muerto en su celda de aislamiento en la prisión de máxima seguridad de Ayalon, la presidenta del tribunal de Rishon Letzion, la jueza Daphna Blatman Kedrai, ordenó una investigación sobre la muerte del preso. La investigación, que se desarrolló de forma confidencial, se ha prolongado durante un año y medio.
Al final de las pesquisas, la magistrada dictaminó que Zygier se había quitado la vida sin hacer referencia alguna a posibles fallos cometidos por los guardias de la prisión y remitió el caso a la Fiscalía General israelí. Las autoridades buscan una forma de dar a conocer los resultados completos de la investigación para esclarecer, entre otras incógnitas, por qué Zygier permanecía en prisión bajo un nombre falso.
Ayer por la noche, el ministro de Asuntos Estratégicos, Moshe Yalon, insinuó que entre los delitos cometidos por Zygier podría encontrarse el de amenaza contra la seguridad. "Somos un país especial y a veces, para salvar vidas, tenemos que adoptar medidas extremas", declaró al Canal 2. "Si se llegó a este punto con Zygier, es porque la información con la que contábamos requería de ellas", añadió.
El primer ministro australiano, Kevin Rudd, ha exigido a Tel Aviv que proporcione una explicación de la muerte de Zygier, mientras ha llamado a la acción a su Gabinete para obtener de Israel las respuestas pertinentes. A pesar de la "amistad" entre ambas naciones, declaró Rudd, "el Gobierno australiano debe actuar con firmeza", según los comentarios recogidos por el 'Sydney Morning Herald'.
Así, Rudd ha puesto la investigación en manos de su ministro de Exteriores, Bob Carr, que examinará el contexto de la relación de seguridad entre Australia e Israel. "Queremos dar a Israel la oportunidad de que nos proporcione una explicación sobre cómo tuvo lugar esta trágica muerte", declaró Carr.