Israel reconoce bombardeo en Siria, pero sus intenciones no quedan claras
Israel, AFP
Israel reconoció implícitamente haber llevado a cabo bombardeos aéreos la semana pasada en territorio sirio, pero aún no quedan claras sus intenciones, en momentos en que el régimen de Damasco se está desintegrando, con el consiguiente riesgo de que se diseminen armas en la región.
El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, confirmó implícitamente el domingo en Múnich el ataque del miércoles por parte de aviones de la fuerza aérea de Israel contra instalaciones militares próximas a Damasco, en Siria.
"Esto que ha ocurrido hace unos días [...] muestra que cuando decimos una cosa, la mantenemos. Hemos dicho que no pensamos que se deba permitir que sistemas perfeccionados de armas sean transferidos al Líbano", dijo Barak durante la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Hasta entonces, Israel no había comentado las informaciones confirmadas por el secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, quien indicó que Israel había llevado a cabo bombardeos aéreos contra misiles y un complejo militar cerca de Damasco.
Apenas dos días después del ataque, el secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, dijo a la AFP en Washington que había una creciente preocupación sobre la posibilidad de que el "caos" en Siria permita al poderoso grupo libanés Hezbolá obtener armamento sofisticado desde Damasco.
Según un responsable militar estadounidense, citado por The New York Times, los daños causados en el centro sirio de estudios e investigación científica fueron probablemente ocasionados por bombas que apuntaban a vehículos que transportaban armas anti-aéreas y luego por la explosión de misiles.
Un alto funcionario estadounidense había indicado el viernes a la AFP que el bombardeo "en los suburbios de Damasco" se realizó contra "misiles tierra-aire sobre vehículos" y un conjunto de edificios militares en los que se piensa que habría armas químicas.
Paralelamente, se desplegaron baterías antimisiles en el norte de Israel durante los últimos días, con el fin de interceptar posibles disparos provenientes de Siria o Líbano.
Por su parte, un alto responsable iraní afirmó este lunes a la prensa durante una visita a Damasco que Israel "lamentará su agresión" contra Siria.
"La entidad sionista lamentará su agresión contra Siria", dijo el secretario del Consejo supremo de la seguridad nacional iraní, Said Jalili.
"El mundo islámico está unido en defensa de la Resistencia" contra Israel, agregó Jalili, que se encuentra en Damasco desde el sábado pasado.
El presidente sirio Bashar Al Asad había acusado el domingo a Israel de querer "desestabilizar" y "debilitar" a Siria.
El bombardeo israelí "muestra el verdadero papel jugado por Israel, en colaboración con las fuerzas extranjeras enemigas y sus agentes en suelo sirio", según el mandatario.
Para el analista militar Avi Issacharoff, "la nueva situación de Israel en materia de seguridad es compleja y complicada".
Dirigentes israelíes, como Ehud Barak, afirmaron en varias oportunidades pensar que Asad perdería el poder rápidamente.
Fuentes de seguridad indicaron el domingo a la AFP que Israel pensaba instaurar una zona de amortiguación en Siria para que los grupos armados no puedan acercarse a su territorio.
Israel reconoció implícitamente haber llevado a cabo bombardeos aéreos la semana pasada en territorio sirio, pero aún no quedan claras sus intenciones, en momentos en que el régimen de Damasco se está desintegrando, con el consiguiente riesgo de que se diseminen armas en la región.
El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, confirmó implícitamente el domingo en Múnich el ataque del miércoles por parte de aviones de la fuerza aérea de Israel contra instalaciones militares próximas a Damasco, en Siria.
"Esto que ha ocurrido hace unos días [...] muestra que cuando decimos una cosa, la mantenemos. Hemos dicho que no pensamos que se deba permitir que sistemas perfeccionados de armas sean transferidos al Líbano", dijo Barak durante la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Hasta entonces, Israel no había comentado las informaciones confirmadas por el secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, quien indicó que Israel había llevado a cabo bombardeos aéreos contra misiles y un complejo militar cerca de Damasco.
Apenas dos días después del ataque, el secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, dijo a la AFP en Washington que había una creciente preocupación sobre la posibilidad de que el "caos" en Siria permita al poderoso grupo libanés Hezbolá obtener armamento sofisticado desde Damasco.
Según un responsable militar estadounidense, citado por The New York Times, los daños causados en el centro sirio de estudios e investigación científica fueron probablemente ocasionados por bombas que apuntaban a vehículos que transportaban armas anti-aéreas y luego por la explosión de misiles.
Un alto funcionario estadounidense había indicado el viernes a la AFP que el bombardeo "en los suburbios de Damasco" se realizó contra "misiles tierra-aire sobre vehículos" y un conjunto de edificios militares en los que se piensa que habría armas químicas.
Paralelamente, se desplegaron baterías antimisiles en el norte de Israel durante los últimos días, con el fin de interceptar posibles disparos provenientes de Siria o Líbano.
Por su parte, un alto responsable iraní afirmó este lunes a la prensa durante una visita a Damasco que Israel "lamentará su agresión" contra Siria.
"La entidad sionista lamentará su agresión contra Siria", dijo el secretario del Consejo supremo de la seguridad nacional iraní, Said Jalili.
"El mundo islámico está unido en defensa de la Resistencia" contra Israel, agregó Jalili, que se encuentra en Damasco desde el sábado pasado.
El presidente sirio Bashar Al Asad había acusado el domingo a Israel de querer "desestabilizar" y "debilitar" a Siria.
El bombardeo israelí "muestra el verdadero papel jugado por Israel, en colaboración con las fuerzas extranjeras enemigas y sus agentes en suelo sirio", según el mandatario.
Para el analista militar Avi Issacharoff, "la nueva situación de Israel en materia de seguridad es compleja y complicada".
Dirigentes israelíes, como Ehud Barak, afirmaron en varias oportunidades pensar que Asad perdería el poder rápidamente.
Fuentes de seguridad indicaron el domingo a la AFP que Israel pensaba instaurar una zona de amortiguación en Siria para que los grupos armados no puedan acercarse a su territorio.