Después de 12 años de sequía, la música vende más
Natalia Guerrero
El informe publicado el martes por la Federación Internacional de la Industria Discográfica (IFPI), en el que se anuncia el primer incremento de ingresos de la industria de la música desde 2001, delata su recuperación.
BBC Mundo
Según el informe, las ventas globales de música crecieron 0,3% en 2012, lo que equivale a US$16.500 millones. Las ganancias, sin embargo, son bastante inferiores a las de 2001, cuando la industria registró ingresos de US$28.000 millones.
“La industria maduró y se adaptó, reconoció que la manera de vender música hoy en día tiene que ver con la preferencia del consumidor", dice a BBC Mundo Iván F. Álvarez, fundador y presidente de CdA Group, y experto editorial de música.
En efecto, hoy en día es natural descargar canciones y compartirlas a través de las redes sociales. La época de la pelea de las disqueras contra la plataforma digital Napter -que permitía a los usuarios compartir música gratis, sin pagarles regalías a los artistas o las disqueras- parece muy lejana.
“En 2001 la industria creyó que tenía control total sobre el consumidor y el mercado, y Napster le demostró que no era así”, afirma Álvarez.
Según dijo el experto a BBC Mundo, Napster fue un asunto simbólico para la industria más que un enemigo real, pero demostró que el consumidor ya no estaba pagando por tener acceso a música.
El inicio de lo digital coincidió con la falta de interés de la gente para comprar CDs que además del mismo disco implicaba comprar un equipo para reproducirlo. Las herramientas digitales introdujeron formatos de fácil acceso para reproducir música.
"La música es una experiencia, inclusive la forma como uno la adquiere. Antes era algo físico que uno compraba, que era parte de su colección, y que lo tenía para siempre, ahora es un archivo en un disco duro".
El consumidor se siente cómodo accediendo a su música desde cualquier parte del mundo y en cualquier momento.
"Yo creo que el futuro dirá, pero yo puedo decir que en los dos últimos meses he recibido más regalías por streaming que por descargas. Hace tres meses era al revés", dice Álvarez.
"Hay varias emisoras en internet, también más penetración en nuevos países que permiten escuchar la música".
Este administrador de derechos musicales no ve los casi U$11.000 millones de ingresos por debajo del 2001, sino que ve el 9% de aumento, de una industria que ahora vale U$5.600 millones. Una industria que según él en 2001 "no valía nada".
"Para mí como 'vendedor de música' me da igual si la gente compra o escucha, yo estoy cobrando regalías que son justos para mí y mis disqueras y estoy feliz", agrega.
"La descarga de canciones y los videos musicales en YouTube son completamente monetizables. Las compañías disqueras ya no se llaman 'compañías disqueras', ahora son 'empresas de entretenimiento'", dice Murcia.
"Sus sellos ya no son tan definitivos como el equipo que se construya detrás".
"Los artistas y las disqueras han tenido que aprender. Los artistas por ejemplo han aprendido a computarizarse. Deben estar en Twitter, en Facebook y hablar con los fans", agrega Murcia.
Murcia, que también desarrolla aplicaciones para teléfonos inteligentes, asegura que la industria digital fue el salvavidas de la música porque diversificó los ingresos.
"Los dinosaurios de la industria se dieron cuenta de que la gente hace música de otra forma, después de muchos años de resistencia".
En efecto, hoy en día es natural descargar canciones y compartirlas a través de las redes sociales. La época de la pelea de las disqueras contra la plataforma digital Napter -que permitía a los usuarios compartir música gratis, sin pagarles regalías a los artistas o las disqueras- parece muy lejana.
Iván F. Álvarez, fundador de CdA Group y experto editorial de música
Según dijo el experto a BBC Mundo, Napster fue un asunto simbólico para la industria más que un enemigo real, pero demostró que el consumidor ya no estaba pagando por tener acceso a música.
El inicio de lo digital coincidió con la falta de interés de la gente para comprar CDs que además del mismo disco implicaba comprar un equipo para reproducirlo. Las herramientas digitales introdujeron formatos de fácil acceso para reproducir música.
"La música es una experiencia, inclusive la forma como uno la adquiere. Antes era algo físico que uno compraba, que era parte de su colección, y que lo tenía para siempre, ahora es un archivo en un disco duro".
Permanente evolución
Después del vinilo el producto musical cambió. Pasó del CD al disco duro y del disco duro a la "nube". Y todo parece indicar que se dirige hacia la reproducción de música en tiempo real, más conocida como streaming.El consumidor se siente cómodo accediendo a su música desde cualquier parte del mundo y en cualquier momento.
"Hay varias emisoras en internet, también más penetración en nuevos países que permiten escuchar la música".
Este administrador de derechos musicales no ve los casi U$11.000 millones de ingresos por debajo del 2001, sino que ve el 9% de aumento, de una industria que ahora vale U$5.600 millones. Una industria que según él en 2001 "no valía nada".
"Para mí como 'vendedor de música' me da igual si la gente compra o escucha, yo estoy cobrando regalías que son justos para mí y mis disqueras y estoy feliz", agrega.
Una industria diversificada
Dennis Murcia, ejecutivo de entretenimiento y de los sellos independientes Tropisound y Record Label Music, coincide con Álvarez en que la música ya no es sólo música. Es un universo que aprendió a diversificarse."La descarga de canciones y los videos musicales en YouTube son completamente monetizables. Las compañías disqueras ya no se llaman 'compañías disqueras', ahora son 'empresas de entretenimiento'", dice Murcia.
"Sus sellos ya no son tan definitivos como el equipo que se construya detrás".
"Los artistas y las disqueras han tenido que aprender. Los artistas por ejemplo han aprendido a computarizarse. Deben estar en Twitter, en Facebook y hablar con los fans", agrega Murcia.
Murcia, que también desarrolla aplicaciones para teléfonos inteligentes, asegura que la industria digital fue el salvavidas de la música porque diversificó los ingresos.
"Los dinosaurios de la industria se dieron cuenta de que la gente hace música de otra forma, después de muchos años de resistencia".