Ataque rebeldes Mali plantea amenaza de guerrilla para Francia
Gao, Reuters
Tropas malienses en Gao buscaron el lunes a insurgentes islamistas de casa en casa, tras un ataque sorpresa en esa localidad del norte del país el fin de semana que corporizó el riesgo de que las fuerzas francesas se vean inmersas en una guerra de guerrillas en Mali.
Protegidos por la oscuridad de la noche, rebeldes aliados a al Qaeda cruzaron el río Níger y atacaron a tropas malienses y francesas el domingo en las calles arenosas del antiguo centro comercial del Sahara, cuyo control se arrebató a los islamistas hace dos semanas.
El ministro de defensa de Mali, Yamoussa Camara, dijo que tres de los atacantes islamistas murieron y 11 fueron capturados, mientras que algunos soldados recibieron heridas en el enfrentamiento callejero.
Un médico en el hospital de Gao dijo que murieron tres civiles y que 11 recibieron heridas de bala. Las victimas fueron alcanzadas por balas perdidas.
La osadía del ataque rebelde, que siguió a las explosiones sucesivas de dos atacantes suicidas contra un puesto de seguridad en el norte, sorprendió a la operación militar liderada por Francia, que hasta ahora había enfrentado poca resistencia real de los islamistas.
"Sacaron ventaja de los dos ataques suicidas del sábado y domingo para infiltrar la ciudad", dijo Camara en una rueda de prensa en Bamako. "Con los jóvenes desesperados por su futuro, es posible adoctrinarlos al punto de sacrificar sus propias vidas".
VULNERABILIDAD
El ataque indica que las fuerzas francesas, que desplegaron 4.000 soldados en territorio de Mali en una intervención que ingresó en su quinta semana, son vulnerables a ataques guerrilleros intermitentes de las milicias islamistas contra la retaguardia de la primera línea.
Oficiales franceses y malienses en Gao dijeron que los riesgos de infiltraciones, ataques con armas de fuego o explosivos eran altos.
Grupos de soldados en vehículos blindados reforzaban puntos claves y fortificaban puestos en las entradas del pueblo con bolsas de arena, preparados para más ataques de bandas de insurgentes que se esconderían en los alrededores de la localidad.
"Las fuerzas de Mali están llevando adelante controles casa por casa, cuadra por cuadra", dijo a periodistas un funcionario francés, que declinó ser identificado.
Francia intervino en Mali el mes pasado cuando fuerzas islamistas, que habían tomado el control del norte del país tras la confusión que siguió al golpe militar de marzo del 2012, avanzaron sobre la capital nacional, Bamako.
Las autoridades francesas dijeron que en marzo planean retirar tropas de Mali, y que quieren delegar las operaciones de seguridad a una fuerza militar más grande, de 8.000 soldados africanos, que aun está siendo organizada y dependería principalmente de estados de África Occidental.
Sin embargo, este contingente africano todavía tiene problemas para desplegarse en posiciones detrás de los franceses, lo que eleva el riesgo de que las fuerzas de París enfrenten una "dilatación de las operaciones" que obligaría a quedarse más tiempo para garantizar la seguridad frente a las tácticas de guerrilla de los rebeldes.
El presidente Francois Hollande reconoció que los militares franceses todavía tienen más trabajo que hacer antes de alcanzar su objetivo de expulsar a los grupos relacionados con al Qaeda de la región norteña de Mali.
"No hemos terminado con nuestra tarea", dijo Hollande en París, tras reunirse con el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan. "Hay un riesgo de ataques o tácticas guerrilleras por lo que necesitamos continuar llevando seguridad a todo el territorio de Mali", añadió el mandatario.
Tropas malienses en Gao buscaron el lunes a insurgentes islamistas de casa en casa, tras un ataque sorpresa en esa localidad del norte del país el fin de semana que corporizó el riesgo de que las fuerzas francesas se vean inmersas en una guerra de guerrillas en Mali.
Protegidos por la oscuridad de la noche, rebeldes aliados a al Qaeda cruzaron el río Níger y atacaron a tropas malienses y francesas el domingo en las calles arenosas del antiguo centro comercial del Sahara, cuyo control se arrebató a los islamistas hace dos semanas.
El ministro de defensa de Mali, Yamoussa Camara, dijo que tres de los atacantes islamistas murieron y 11 fueron capturados, mientras que algunos soldados recibieron heridas en el enfrentamiento callejero.
Un médico en el hospital de Gao dijo que murieron tres civiles y que 11 recibieron heridas de bala. Las victimas fueron alcanzadas por balas perdidas.
La osadía del ataque rebelde, que siguió a las explosiones sucesivas de dos atacantes suicidas contra un puesto de seguridad en el norte, sorprendió a la operación militar liderada por Francia, que hasta ahora había enfrentado poca resistencia real de los islamistas.
"Sacaron ventaja de los dos ataques suicidas del sábado y domingo para infiltrar la ciudad", dijo Camara en una rueda de prensa en Bamako. "Con los jóvenes desesperados por su futuro, es posible adoctrinarlos al punto de sacrificar sus propias vidas".
VULNERABILIDAD
El ataque indica que las fuerzas francesas, que desplegaron 4.000 soldados en territorio de Mali en una intervención que ingresó en su quinta semana, son vulnerables a ataques guerrilleros intermitentes de las milicias islamistas contra la retaguardia de la primera línea.
Oficiales franceses y malienses en Gao dijeron que los riesgos de infiltraciones, ataques con armas de fuego o explosivos eran altos.
Grupos de soldados en vehículos blindados reforzaban puntos claves y fortificaban puestos en las entradas del pueblo con bolsas de arena, preparados para más ataques de bandas de insurgentes que se esconderían en los alrededores de la localidad.
"Las fuerzas de Mali están llevando adelante controles casa por casa, cuadra por cuadra", dijo a periodistas un funcionario francés, que declinó ser identificado.
Francia intervino en Mali el mes pasado cuando fuerzas islamistas, que habían tomado el control del norte del país tras la confusión que siguió al golpe militar de marzo del 2012, avanzaron sobre la capital nacional, Bamako.
Las autoridades francesas dijeron que en marzo planean retirar tropas de Mali, y que quieren delegar las operaciones de seguridad a una fuerza militar más grande, de 8.000 soldados africanos, que aun está siendo organizada y dependería principalmente de estados de África Occidental.
Sin embargo, este contingente africano todavía tiene problemas para desplegarse en posiciones detrás de los franceses, lo que eleva el riesgo de que las fuerzas de París enfrenten una "dilatación de las operaciones" que obligaría a quedarse más tiempo para garantizar la seguridad frente a las tácticas de guerrilla de los rebeldes.
El presidente Francois Hollande reconoció que los militares franceses todavía tienen más trabajo que hacer antes de alcanzar su objetivo de expulsar a los grupos relacionados con al Qaeda de la región norteña de Mali.
"No hemos terminado con nuestra tarea", dijo Hollande en París, tras reunirse con el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan. "Hay un riesgo de ataques o tácticas guerrilleras por lo que necesitamos continuar llevando seguridad a todo el territorio de Mali", añadió el mandatario.