Un total de 55 países piden que se inste al TPI a investigar los crímenes en Siria
Nueva York, EP
Un grupo de 55 países de todos los continentes del mundo han enviado este lunes una carta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que inste al Tribunal Penal Internacional (TPI) a investigar los crímenes que se vienen cometiendo en Siria desde el inicio de las protestas en marzo de 2011.
Según la ONU, al menos 60.000 personas han muerto desde que el Gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, comenzó a reprimir las protestas en contra de su Ejecutivo, que degeneraron en un conflicto armado entre los rebeldes y las fuerzas de seguridad sirias.
La carta ha sido enviada por Suiza y está firmada por países como Francia, Reino Unido, Alemania, Túnez o Botsuana. En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores francés ha señalado que "es una muestra de la determinación de la comunicad internacional de combatir la impunidad de los responsables de los crímenes cometidos en Siria".
La nota ha destacado que "las atrocidades cometidas, especialmente por el régimen de Al Assad, están alcanzado niveles sin precedentes" y que las pruebas recopiladas hasta hora indican que podrían haberse cometido crímenes contra la Humanidad.
Por su parte, la ONG Human Rights Watch ha destacado los avances de la comunidad internacional para denunciar los crímenes que se suceden en Siria con el envío de dicha carta. El asesor de Derecho Internacional de HRW Balkees Jarrah ha denunciado la parálisis a la que China y Rusia ha sometido al Consejo de Seguridad, que "necesita escuchar la petición de justicia de países en todo el mundo".
Moscú y Pekín han vetado en los últimos meses tres resoluciones de condena contra Damasco ante el temor a que las críticas plasmadas en un documento del Consejo puedan iniciar una intervención militar de una coalición extranjera para expulsar a Al Assad del país.
El TPI no puede investigar a Siria al no ser un país miembro por no haber ratificado el Estatuto de Roma, por lo que el Consejo de Seguridad es el encargado de instar al organismo a investigar los acontecimientos que suceden en un país en concreto.
Jarrah ha destacado con el inicio de las investigación contra crímenes cometidos en el conflicto, tanto por el Gobierno como los grupos rebeldes, acabará "con la sensación de impunidad y mandará un mensaje claro de que los crímenes pueden llevarles a una prisión en La Haya".
Un grupo de 55 países de todos los continentes del mundo han enviado este lunes una carta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que inste al Tribunal Penal Internacional (TPI) a investigar los crímenes que se vienen cometiendo en Siria desde el inicio de las protestas en marzo de 2011.
Según la ONU, al menos 60.000 personas han muerto desde que el Gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, comenzó a reprimir las protestas en contra de su Ejecutivo, que degeneraron en un conflicto armado entre los rebeldes y las fuerzas de seguridad sirias.
La carta ha sido enviada por Suiza y está firmada por países como Francia, Reino Unido, Alemania, Túnez o Botsuana. En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores francés ha señalado que "es una muestra de la determinación de la comunicad internacional de combatir la impunidad de los responsables de los crímenes cometidos en Siria".
La nota ha destacado que "las atrocidades cometidas, especialmente por el régimen de Al Assad, están alcanzado niveles sin precedentes" y que las pruebas recopiladas hasta hora indican que podrían haberse cometido crímenes contra la Humanidad.
Por su parte, la ONG Human Rights Watch ha destacado los avances de la comunidad internacional para denunciar los crímenes que se suceden en Siria con el envío de dicha carta. El asesor de Derecho Internacional de HRW Balkees Jarrah ha denunciado la parálisis a la que China y Rusia ha sometido al Consejo de Seguridad, que "necesita escuchar la petición de justicia de países en todo el mundo".
Moscú y Pekín han vetado en los últimos meses tres resoluciones de condena contra Damasco ante el temor a que las críticas plasmadas en un documento del Consejo puedan iniciar una intervención militar de una coalición extranjera para expulsar a Al Assad del país.
El TPI no puede investigar a Siria al no ser un país miembro por no haber ratificado el Estatuto de Roma, por lo que el Consejo de Seguridad es el encargado de instar al organismo a investigar los acontecimientos que suceden en un país en concreto.
Jarrah ha destacado con el inicio de las investigación contra crímenes cometidos en el conflicto, tanto por el Gobierno como los grupos rebeldes, acabará "con la sensación de impunidad y mandará un mensaje claro de que los crímenes pueden llevarles a una prisión en La Haya".