Tropas sirias intentan tomar control de áreas sunitas de Homs
Amán, Reuters
El Ejército sirio intensificó una ofensiva contra bastiones sunitas de la oposición en la ciudad de Homs y envió tropas para tratar de asegurarse el control de una importante intersección vial, dijeron el viernes fuentes de la oposición.
Alrededor de 15.000 civiles sunitas estaban atrapados en los extremos sur y oeste de la ciudad el viernes cerca del cruce de las principales rutas norte-sur y este-oeste de Siria, clave para permitir que las fuerzas del Ejército viajen entre Damasco y la costa mediterránea, afirmaron activistas de la oposición.
Rebeldes dijeron este mes que se habían trasladado a nuevas áreas de Homs para controlar más territorio, lo que podría explicar la ofensiva del Gobierno. Activistas afirmaron que los insurgentes les pidieron no reportar los avances porque ello podría provocar ataques en represalia.
Sin embargo, activistas en Homs señalaron que una serie de bombardeos aéreos y de artillería causaron la muerte de al menos 120 civiles y 30 combatientes de la oposición desde el domingo.
En el sur, ocho miembros de la inteligencia militar de Siria murieron el jueves por la noche por un ataque con coche bomba perpetrado por islamistas cerca de Altos del Golán, los territorios ocupados por Israel, dijeron el viernes activistas y un grupo de seguimiento del conflicto.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que la bomba fue colocada por el Frente Al-Nusra, una unidad rebelde que ayuda en los combates para derrocar al presidente Bashar al-Assad y que ha sido calificada por Estados Unidos como un grupo terrorista.
"Pensamos que la explosión pudo haber matado a un coronel que había estado liderando los combates contra los rebeldes en el área", dijo Rami Abdelrahman, jefe del Observatorio con sede en Gran Bretaña.
El edificio que fue blanco del atentado se encuentra en la localidad de Saasa, a unos 23 kilómetros de la frontera con los Altos del Golán.
DESPLIEGUE DE MILICIA
Las autoridades sirias han proscrito a la mayoría de los medios independientes, lo que hace difícil verificar los reportes de activistas en terreno.
El conflicto de casi dos años ha acabado con la vida de 60.000 personas, según estimaciones, y ha generado un éxodo de cientos de miles de refugiados hacia los países vecinos de Siria.
El Ministerio del Interior hizo un llamado el jueves a los refugiados sirios para que regresaran a casa y dijo que garantizaría su seguridad.
Un comunicado de la agencia estatal de noticias SANA indicó que el Gobierno está "ofreciendo garantías a todos los bandos de la oposición política para que ingresen al país (....) y formen parte de un diálogo nacional".
Pocos de los que se fueron han regresado, y Assad dijo este mes en un discurso que no dialogaría con detractores de su Gobierno que han traicionado a Siria ni con "pandillas reclutadas en el exterior que siguen órdenes de extranjeros".
La guerra ha tocado cada provincia del país y los enfrentamientos han sacudido el centro de Damasco, donde los residentes reportan a diario ataques de artillería contra los barrios periféricos en manos de rebeldes.
El activista Nader al-Husseini, hablando por teléfono desde el sector occidental de Homs, dijo que al menos 10.000 milicianos shabbiha habían sido movilizados desde la ciudad costera de Tartous para respaldar al Ejército regular.
"Van en formaciones de infantería detrás de los soldados y su especialidad es saquear y matar civiles", comentó Husseini.
Husseini afirmó que 100 civiles heridos estaban atrapados en el barrio occidental Kafar Aya ne Homs, y que rebeldes del Ejército de Siria Libre habían tratado de negociar un acuerdo para evacuar la zona pero sin éxito.
Homs, un centro comercial y agrícola mayormente sunita localizado 140 kilómetros al norte de Damasco, ha estado en el corazón del levantamiento y la insurgencia armada contra Assad y su gobierno, compuesto principalmente por alauitas, que siguen a una rama del islamismo chiíta y conforman alrededor de un 10 por ciento de la población siria.
El Ejército sirio intensificó una ofensiva contra bastiones sunitas de la oposición en la ciudad de Homs y envió tropas para tratar de asegurarse el control de una importante intersección vial, dijeron el viernes fuentes de la oposición.
Alrededor de 15.000 civiles sunitas estaban atrapados en los extremos sur y oeste de la ciudad el viernes cerca del cruce de las principales rutas norte-sur y este-oeste de Siria, clave para permitir que las fuerzas del Ejército viajen entre Damasco y la costa mediterránea, afirmaron activistas de la oposición.
Rebeldes dijeron este mes que se habían trasladado a nuevas áreas de Homs para controlar más territorio, lo que podría explicar la ofensiva del Gobierno. Activistas afirmaron que los insurgentes les pidieron no reportar los avances porque ello podría provocar ataques en represalia.
Sin embargo, activistas en Homs señalaron que una serie de bombardeos aéreos y de artillería causaron la muerte de al menos 120 civiles y 30 combatientes de la oposición desde el domingo.
En el sur, ocho miembros de la inteligencia militar de Siria murieron el jueves por la noche por un ataque con coche bomba perpetrado por islamistas cerca de Altos del Golán, los territorios ocupados por Israel, dijeron el viernes activistas y un grupo de seguimiento del conflicto.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que la bomba fue colocada por el Frente Al-Nusra, una unidad rebelde que ayuda en los combates para derrocar al presidente Bashar al-Assad y que ha sido calificada por Estados Unidos como un grupo terrorista.
"Pensamos que la explosión pudo haber matado a un coronel que había estado liderando los combates contra los rebeldes en el área", dijo Rami Abdelrahman, jefe del Observatorio con sede en Gran Bretaña.
El edificio que fue blanco del atentado se encuentra en la localidad de Saasa, a unos 23 kilómetros de la frontera con los Altos del Golán.
DESPLIEGUE DE MILICIA
Las autoridades sirias han proscrito a la mayoría de los medios independientes, lo que hace difícil verificar los reportes de activistas en terreno.
El conflicto de casi dos años ha acabado con la vida de 60.000 personas, según estimaciones, y ha generado un éxodo de cientos de miles de refugiados hacia los países vecinos de Siria.
El Ministerio del Interior hizo un llamado el jueves a los refugiados sirios para que regresaran a casa y dijo que garantizaría su seguridad.
Un comunicado de la agencia estatal de noticias SANA indicó que el Gobierno está "ofreciendo garantías a todos los bandos de la oposición política para que ingresen al país (....) y formen parte de un diálogo nacional".
Pocos de los que se fueron han regresado, y Assad dijo este mes en un discurso que no dialogaría con detractores de su Gobierno que han traicionado a Siria ni con "pandillas reclutadas en el exterior que siguen órdenes de extranjeros".
La guerra ha tocado cada provincia del país y los enfrentamientos han sacudido el centro de Damasco, donde los residentes reportan a diario ataques de artillería contra los barrios periféricos en manos de rebeldes.
El activista Nader al-Husseini, hablando por teléfono desde el sector occidental de Homs, dijo que al menos 10.000 milicianos shabbiha habían sido movilizados desde la ciudad costera de Tartous para respaldar al Ejército regular.
"Van en formaciones de infantería detrás de los soldados y su especialidad es saquear y matar civiles", comentó Husseini.
Husseini afirmó que 100 civiles heridos estaban atrapados en el barrio occidental Kafar Aya ne Homs, y que rebeldes del Ejército de Siria Libre habían tratado de negociar un acuerdo para evacuar la zona pero sin éxito.
Homs, un centro comercial y agrícola mayormente sunita localizado 140 kilómetros al norte de Damasco, ha estado en el corazón del levantamiento y la insurgencia armada contra Assad y su gobierno, compuesto principalmente por alauitas, que siguen a una rama del islamismo chiíta y conforman alrededor de un 10 por ciento de la población siria.