Las claves de la rebelión en Malí

El avance del grupo rebelde, formado por tuaregs e islamistas, ha sido imparable desde enero
Durante el conflicto, el país ha sufrido un golpe de Estado con el consiguiente vacío de poder

Madrid, El País
Los tuaregs, comunidad nómada de aproximadamente 1,5 millones de personas, se reparten entre varias tribus de Malí, Níger, Argelia, Libia y Burkina Faso. Los enfrentamientos —y las treguas— entre el Gobierno de Bamako y los tuaregs se suceden desde la independencia de Malí, en 1960. El 17 de enero de 2012, un nuevo grupo de tuaregs rebeldes atacó la ciudad de Ménaka y, al día siguiente, las de Aguelhok y Tessalit.


El bando rebelde

El Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) es un movimiento político-militar que se formó a partir de la fusión de varios grupos, entre los que se encuentran los rebeldes tuaregs. Su primer comunicado, del 16 de octubre de 2011, proclamaba: “Esta nueva organización tiene el objetivo de acabar con la ocupación ilegal de [la zona de] Azawad por Malí”. Esta región semidesértica, considerada la cuna de los tuaregs, se extiende del oeste al norte del país.


Al movimiento se sumaron centenares de combatientes que en los años noventa emigraron a Libia para formar parte de las milicias del Muamar el Gadafi y que, después del triunfo de la primavera árabe libia, han vuelto a su tierra de origen cargados de armamento proveniente de los arsenales del coronel. Por otro lado, el grupo salafista Ansar Dine, vinculado a terroristas de Al Qaeda, se levantó en armas con motivos religiosos. Al Qaeda del Magreb Islámico, y su escisión, el Movimiento por la Unidad y Yihad en África del Oeste (Muyao), —que el 10 de diciembre reivindicó el secuestro de los españoles Ainhoa Fernández de Rincón y Enric Gonyalons—, también forman parte del bando rebelde.
Golpe de Estado y avance rebelde

El pasado 22 de marzo un grupo de militares de Malí se dio un golpe de Estado en protesta por la falta de medios para combatir a los rebeldes. El líder de la asonada, el capitán Amadou Haya Sanogo, depuso a Amadou Toumani Touré y acabó cediendo el poder al presidente de la Asamblea Nacional, Dionkouda Traoré.

Mientras en Bamako se resolvían las consecuencias del golpe, los rebeldes tuaregs, con el refuerzo de los grupos islamistas, aprovecharon el vacío de poder y tomaron las ciudades de Kidal, Gao y la turística Tombuctú. Semanas después, a finales de mayo, los rebeldes alcanzaron un acuerdo y los tuareg declararon la independencia del territorio conquistado en el norte de Malí y, después, tras alcanzar un acuerdo con las distintas facciones, proclamaron la creación del Estado islámico del Azawad.

Desde entonces, más de 350.000 personas han huido del territorio en poder de los rebeldes, especialmente de los radicales islamistas y su estricta imposición de la sharia, la ley islámica.
División entre tuaregs e islamistas

A finales de junio, un enfrentamiento entre tuaregs moderados e islamistas en Gao se saldó con 20 muertos. El Muyao y el Ansar Dine se hicieron con el control de la ciudad. Las tensiones entre ambas facciones rebeldes habían aparecido meses antes, y el MNLA incluso salvó a varios extranjeros de ser secuestrados por los islamistas.

El rigor con el que los grupos islamistas instauran las reglas de la sharia en las zonas conquistadas, donde han destrozado patrimonio cultural, amputado manos a ladrones y ejecutado lapidaciones, también han contribuido al cada vez mayor distanciamiento del MNLA, poco impregnado de la religión. Las facciones islamistas radicales se impusieron en el bando rebelde.

La intervención internacional

En septiembre, los islamistas se hicieron con el control de la ciudad de Douentza, situada a solo 50 kilómetros de Kona, el último puesto de control del Ejército de Malí y a 170 de Mopti, donde se concentra el grueso de las tropas regulares malienses. Este continuo avance hacia el sur hizo que el presidente Traoré pidiera ayuda militar la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (Cedeao).

El presidente francés, François Hollande, calificó entonces de "urgente" una intervención en el país y Bamako solicitó que el Consejo de Seguridad de la ONU autorizara la intervención militar de sus vecinos africanos. A finales de diciembre, este Consejo aprobó por unanimidad la propuesta francesa de desplegar una fuerza internacional en Malí, lo que provocó que el MNLA y Ansar-Dine anunciaran su disposición a negociar con el Gobierno de Bamako.

Sin embargo en la última semana los islamistas radicales han continuado su avance y, tras tomar Kona, han alcanzado las posiciones del ejército maliense. Esto se produjo días antes que comenzara la segunda ronda de negociaciones entre AnsarDine, el MNLA y el Gobierno de Malí en Burkina Faso, previstas para el 10 de enero.


Un año de conflicto
2012

17 de enero: Los rebeldes atacan la ciudad de Ménaka y, al día siguiente, Aguelhok y Tessalit.

22 de marzo: Un grupo de militares da un golpe de Estado en Bamako y se hace con el poder.

6 de abril: El MNLA declara la independencia del territorio conquistado en el norte del país.

12 de abril: Dioncounda Traoré, presidente del Parlamento, es investido presidente interino del país.

27 de mayo: El bando rebelde proclama el Estado islámico de Azawad y comienza a imponer la sharia.

27 de junio: Los islamistas se enfrentan al MNLA y toman el control de la ciudad de Gao.

5 de septiembre: Los rebeldes toman Douentza, a solo 50 kilómetros de Kona.

20 de diciembre: El Consejo de Seguridad de la ONU aprueba el despliegue de una fuerza internacional en Malí.
2013

8 de enero: Los rebeldes islamistas siguen avanzando hacia el sur y atacan Kona, a 600 kilómetros de Bamako.

11 de enero:
Los rebeldes toman Kona y las fuerzas internacionales se preparan para intervenir en el conflcito.

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