Jefe militar de India amenaza a Pakistán con represalias por muertes en Cachemira
Nueva Delhi, Reuters
El jefe de las fuerzas armadas de India amenazó el lunes con tomar represalias contra Pakistán por la muerte de dos soldados en la disputada frontera de la región de Cachemira, y dijo que ordenó a sus comandantes responder con firmeza ante cualquier provocación.
Las severas declaraciones emitidas por el general Bikram Singh, en medio del creciente enojo público por la presunta decapitación de un soldado indio fallecido, parecieron agudizar las tensiones con Pakistán, aunque según analistas es improbable que se produzca un colapso en las relaciones.
Islamabad culpa a Nueva Delhi por la última crisis diplomática.
Las dos naciones asiáticas- que cuentan con arsenal nuclear - se han enfrentado en tres conflictos desde su independencia en 1947, dos de ellos por la región de Cachemira.
Tras calificar la decapitación de un soldado como "grotesca", Singh declaró en una conferencia de prensa: "Nos reservamos el derecho a tomar represalias en el momento y el lugar de nuestra elección".
La disputa de la semana pasada fue el peor estallido de violencia en Cachemira, la región del Himalaya que ambos países se disputan, desde que ambas partes acordaron un cese del fuego hace nueve años.
Este mes, Pakistán e India perdieron dos soldados cada una en las escaramuzas surgidas en la línea fronteriza de 740 kilómetros trazada luego del último cese al fuego.
La cabeza de uno de los soldados fue cercenada, dijo Nueva Delhi, con lo que aumentó el enojo en el país y motivó que su familia iniciara una huelga de hambre exigiendo que los restos sean devueltos.
"El ataque del 8 de enero fue premeditado, una actividad previamente planeada. Una operación así requiere planeamiento, un reconocimiento detallado", señaló Singh.
Agregó que el Ejército indio respetaría el cese del fuego en Cachemira, al igual que lo ha hecho Pakistán, pero que respondería a cualquier violación de la tregua.
"Espero que todos mis comandantes en la Línea de Control sean tanto agresivos como ofensivos ante la provocación y el fuego", declaró.
Pakistán ha calificado las acusaciones de India como propaganda y culpó al país vecino por las violaciones del cese de fuego.
La tregua en Cachemira se ha mantenido desde que entró en efecto en noviembre del 2003, incluso a pesar de una crisis en las relaciones surgida tras los ataques perpetrados en Mumbai en noviembre del 2008 por parte de un grupo militante pakistaní.
Analistas dicen que es poco probable que los dos ejércitos extiendan la situación y consideran que los comentarios de Singh seguramente buscan elevar la moral de sus tropas y responder al descontento público por la mutilación de los cuerpos.
El brote de violencia comenzó el 6 de enero cuando Islamabad acusó a soldados indios de entrar en su territorio y asesinar un efectivo. India dijo que tropas pakistaníes irrumpieron en su lado de la frontera dos días después y mataron a dos agentes.
Pakistán afirmó a su vez que uno de sus soldados fue asesinado en otras escaramuzas ocurridas el jueves pasado.
El jefe de las fuerzas armadas de India amenazó el lunes con tomar represalias contra Pakistán por la muerte de dos soldados en la disputada frontera de la región de Cachemira, y dijo que ordenó a sus comandantes responder con firmeza ante cualquier provocación.
Las severas declaraciones emitidas por el general Bikram Singh, en medio del creciente enojo público por la presunta decapitación de un soldado indio fallecido, parecieron agudizar las tensiones con Pakistán, aunque según analistas es improbable que se produzca un colapso en las relaciones.
Islamabad culpa a Nueva Delhi por la última crisis diplomática.
Las dos naciones asiáticas- que cuentan con arsenal nuclear - se han enfrentado en tres conflictos desde su independencia en 1947, dos de ellos por la región de Cachemira.
Tras calificar la decapitación de un soldado como "grotesca", Singh declaró en una conferencia de prensa: "Nos reservamos el derecho a tomar represalias en el momento y el lugar de nuestra elección".
La disputa de la semana pasada fue el peor estallido de violencia en Cachemira, la región del Himalaya que ambos países se disputan, desde que ambas partes acordaron un cese del fuego hace nueve años.
Este mes, Pakistán e India perdieron dos soldados cada una en las escaramuzas surgidas en la línea fronteriza de 740 kilómetros trazada luego del último cese al fuego.
La cabeza de uno de los soldados fue cercenada, dijo Nueva Delhi, con lo que aumentó el enojo en el país y motivó que su familia iniciara una huelga de hambre exigiendo que los restos sean devueltos.
"El ataque del 8 de enero fue premeditado, una actividad previamente planeada. Una operación así requiere planeamiento, un reconocimiento detallado", señaló Singh.
Agregó que el Ejército indio respetaría el cese del fuego en Cachemira, al igual que lo ha hecho Pakistán, pero que respondería a cualquier violación de la tregua.
"Espero que todos mis comandantes en la Línea de Control sean tanto agresivos como ofensivos ante la provocación y el fuego", declaró.
Pakistán ha calificado las acusaciones de India como propaganda y culpó al país vecino por las violaciones del cese de fuego.
La tregua en Cachemira se ha mantenido desde que entró en efecto en noviembre del 2003, incluso a pesar de una crisis en las relaciones surgida tras los ataques perpetrados en Mumbai en noviembre del 2008 por parte de un grupo militante pakistaní.
Analistas dicen que es poco probable que los dos ejércitos extiendan la situación y consideran que los comentarios de Singh seguramente buscan elevar la moral de sus tropas y responder al descontento público por la mutilación de los cuerpos.
El brote de violencia comenzó el 6 de enero cuando Islamabad acusó a soldados indios de entrar en su territorio y asesinar un efectivo. India dijo que tropas pakistaníes irrumpieron en su lado de la frontera dos días después y mataron a dos agentes.
Pakistán afirmó a su vez que uno de sus soldados fue asesinado en otras escaramuzas ocurridas el jueves pasado.