El Ejército y el Supremo están conspirando contra el Gobierno paquistaní
Islamabad, EP
Fawad Chaudhry, asesor del primer ministro paquistaní, Raja Pervez Ashraf, ha declarado este martes a Reuters que, "sin ninguna duda", el Ejército y del Tribunal Supremo están implicados en una conspiración para derrocar al Gobierno.
Chaudhry ha hecho estas declaraciones después de que el Tribunal Supremo de Pakistán ordenara este martes la detención de Raja Pervez Ashraf por un caso de corrupción relacionado con proyectos energéticos, según ha informado este martes la televisión Geo TV.
Durante una vista sobre el caso, el Supremo ha ordenado la detención de un total de 16 personas en relación con el caso, entre ellas el primer ministro, tres antiguos ministros y cuatro antiguos secretarios de Estado, y ha exigido que Ashraf comparezca mañana miércoles ante el tribunal.
El primer ministro ha sido acusado de haber aceptado en 2008 sobornos y comisiones de nueve empresas de Proyectos de Alquiler Energéticos (RPP) en la época en que era ministro federal de Aguas y Electricidad.
Las nueve empresas recibieron, según la acusación, más de 22.000 millones de rupias (casi 170 millones de euros) del Gobierno para varios proyectos. La mayoría de estos proyectos ni siquiera se iniciaron y los pocos que se pusieron en marcha lo hicieron con notable retraso, según ha informado la cadena de televisión Dawn TV. En marzo de 2012, el Tribunal Supremo declaró que los contratos no habían sido transparentes y ordenó su rescisión.
QADRI
La orden de detención coincide con las manifestaciones lideradas por el religioso sufí Mohammad Tahirul Qadri contra la corrupción gubernamental. Cerca de 50.000 personas se manifestaron y se enfrentaron con la Policía esta pasada noche en el centro de Islamabad por iniciativa de Qadri, quien ha exigido la dimisión del Gobierno.
Qadri regresó hace apenas unas semanas a su Pakistán natal desde Canadá y desde entonces ha logrado una gran popularidad y ha movilizado a miles de personas en su marcha hacia Islamabad. La comitiva salió el domingo de Lahore con cientos de autobuses que han trasladado a los manifestantes hasta la capital.
Su movimiento exige la creación de un gobierno provisional que acabe de raíz con la corrupción y la mala gestión de los asuntos públicos, que han provocado problemas como los cortes intermitentes de suministro eléctrico, un exiguo crecimiento económico y el aumento de la criminalidad y la insurgencia talibán.
El nuevo gobierno estaría formado por "personas honestas" y se formaría con el consenso de militares y jueces. El ejecutivo de transición tendría plenos poderes y se constituiría en marzo, una vez disuelto el Parlamento.
La sociedad paquistaní está dividida ante estas movilizaciones, ya que algunos consideran a Qadri un héroe reformista, mientras que otros dudan de la constitucionalidad de sus propuestas y temen que no sea más que una marioneta del poderoso Ejército paquistaní, protagonista de numerosos golpes de Estado.
Fawad Chaudhry, asesor del primer ministro paquistaní, Raja Pervez Ashraf, ha declarado este martes a Reuters que, "sin ninguna duda", el Ejército y del Tribunal Supremo están implicados en una conspiración para derrocar al Gobierno.
Chaudhry ha hecho estas declaraciones después de que el Tribunal Supremo de Pakistán ordenara este martes la detención de Raja Pervez Ashraf por un caso de corrupción relacionado con proyectos energéticos, según ha informado este martes la televisión Geo TV.
Durante una vista sobre el caso, el Supremo ha ordenado la detención de un total de 16 personas en relación con el caso, entre ellas el primer ministro, tres antiguos ministros y cuatro antiguos secretarios de Estado, y ha exigido que Ashraf comparezca mañana miércoles ante el tribunal.
El primer ministro ha sido acusado de haber aceptado en 2008 sobornos y comisiones de nueve empresas de Proyectos de Alquiler Energéticos (RPP) en la época en que era ministro federal de Aguas y Electricidad.
Las nueve empresas recibieron, según la acusación, más de 22.000 millones de rupias (casi 170 millones de euros) del Gobierno para varios proyectos. La mayoría de estos proyectos ni siquiera se iniciaron y los pocos que se pusieron en marcha lo hicieron con notable retraso, según ha informado la cadena de televisión Dawn TV. En marzo de 2012, el Tribunal Supremo declaró que los contratos no habían sido transparentes y ordenó su rescisión.
QADRI
La orden de detención coincide con las manifestaciones lideradas por el religioso sufí Mohammad Tahirul Qadri contra la corrupción gubernamental. Cerca de 50.000 personas se manifestaron y se enfrentaron con la Policía esta pasada noche en el centro de Islamabad por iniciativa de Qadri, quien ha exigido la dimisión del Gobierno.
Qadri regresó hace apenas unas semanas a su Pakistán natal desde Canadá y desde entonces ha logrado una gran popularidad y ha movilizado a miles de personas en su marcha hacia Islamabad. La comitiva salió el domingo de Lahore con cientos de autobuses que han trasladado a los manifestantes hasta la capital.
Su movimiento exige la creación de un gobierno provisional que acabe de raíz con la corrupción y la mala gestión de los asuntos públicos, que han provocado problemas como los cortes intermitentes de suministro eléctrico, un exiguo crecimiento económico y el aumento de la criminalidad y la insurgencia talibán.
El nuevo gobierno estaría formado por "personas honestas" y se formaría con el consenso de militares y jueces. El ejecutivo de transición tendría plenos poderes y se constituiría en marzo, una vez disuelto el Parlamento.
La sociedad paquistaní está dividida ante estas movilizaciones, ya que algunos consideran a Qadri un héroe reformista, mientras que otros dudan de la constitucionalidad de sus propuestas y temen que no sea más que una marioneta del poderoso Ejército paquistaní, protagonista de numerosos golpes de Estado.