Rusia reconoce que rebeldes podrían ganar conflicto en Siria

Moscú, Reuters
Rusia admitió el jueves que los insurgentes sirios están logrando avances y que podrían ganar el conflicto, en la afirmación más descarnada de Moscú sobre el difícil panorama que afronta su aliado, el presidente Bashar al-Assad.


"Uno debe mirar los hechos a la cara", dijo Mikhail Bogdanov, viceministro de Relaciones Exteriores ruso, citado por la agencia estatal de noticias RIA. "Desafortunadamente, no puede descartarse la victoria de la oposición siria", agregó.

Bogdanov, enviado especial del Kremlin para asuntos de Oriente Medio, dijo que el Gobierno sirio estaba "perdiendo control de más y más territorio" y que Moscú estaba preparando planes para evacuar a ciudadanos rusos si es necesario.

Las declaraciones de Bogdanov fueron la señal más clara de que Rusia se está alistando para una posible derrota del Gobierno de Assad.

Los rebeldes en franco avance ahora tienen bajo su dominio casi un arco completo de territorio desde el este hacia el sudeste de Damasco, pese a los feroces bombardeos lanzados para hacerlos retroceder.

El jefe de la alianza militar OTAN dijo el jueves que el Gobierno de Siria estaría a punto de derrumbarse y el nuevo líder de la oposición afirmó a Reuters que el pueblo sirio ya no necesitaba que lo protejan fuerzas internacionales.

"Las horrorosas condiciones que soportó el pueblo sirio lo llevaron a solicitar intervención militar a la comunidad internacional en varias oportunidades", dijo Mouaz al-Khatib, que dirige la Coalición Nacional de Siria que agrupa a los opositores a Assad.

"Ahora el pueblo sirio no tiene nada que perder. Manejó sus problemas por sí solo. Ya no necesita más que lo protejan las fuerzas internacionales. La comunidad internacional ha estado dormida, callada y ha sido lenta (en reaccionar), mientras veía desangrarse al pueblo sirio y a sus niños morir en los últimos 20 meses", agregó en una entrevista el miércoles por la noche.

El líder de la oposición siria no especificó si por intervención hablaba de una zona de exclusión aérea que los rebeldes han reclamado por meses que se establezca, una invasión por tierra o el envío de armas.

También indicó que la oposición consideraría cualquier propuesta de Assad para ceder el poder y dejar el país, aunque no confiaría hasta ver una propuesta firme.

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo: "Creo que el régimen en Damasco está cerca del colapso. Pienso que ahora sólo es cuestión de tiempo".

ATAQUES

Rasmussen dijo que el uso de misiles Scud por parte del Gobierno de Siria mostraba una "total desconsideración" hacia las vidas del pueblo sirio. El Gobierno de Assad negó el jueves haber usado estos misiles en su lucha contra "grupos terroristas", término que usa para calificar a los rebeldes,.

En el último ataque al Gobierno, el estallido de un coche bomba provocó la muerte el jueves de al menos 16 hombres, mujeres y niños en Qatana, un pueblo alrededor de 25 kilómetros al sudoeste de Damasco donde viven muchos soldados, dijeron activistas y medios estatales.

La explosión ocurrió en una zona residencial para soldados en Qatana, que está cerca de varias bases militares, dijo Rami Abdelrahman, jefe del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización partidaria de la oposición.

Según Abdelrahman, la cifra de muertos es 17, incluidos siete niños y dos mujeres. La agencia estatal de noticias SANA dijo que 16 personas habían perecido en el ataque.

La televisión estatal culpó por la explosión a "terroristas" y mostró imágenes de soldados caminando en un edificio parcialmente colapsado, entre escombros.

El ataque ocurrió tras la explosión de tres bombas el miércoles a las puertas del Ministerio del Interior, un incidente que según SANA dejó cinco muertos, entre ellos Abdullah Kayrouz, miembro del Parlamento.

Además de haber ganado territorio en las afueras de Damasco en las últimas semanas, los insurgentes han perpetrado ataques relámpago o colocado bombas dentro de la capital, generalmente apuntando a edificios de la seguridad estatal o zonas consideradas leales a Assad.

Unas 40.000 personas han muerto en la revuelta en Siria, que comenzó en marzo del 2011 con protestas callejeras que fueron ferozmente reprimidas por las fuerzas de Assad, y que escaló hasta convertirse en la insurgencia más prolongada y destructiva de la denominada Primavera Árabe.

Estados Unidos, las potencias europeas y los estados árabes dieron el miércoles su aprobación oficial a la coalición que formó recientemente la oposición siria.

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