Rebeldes rodean aeropuerto Damasco, lo declaran como zona de batalla

Beirut, Reuters
Los rebeldes que luchan por derrocar al presidente sirio, Bashar al-Assad, declararon el viernes al aeropuerto internacional de Damasco como una zona de batalla, mientras que Moscú y Washington se mostraban pesimistas sobre los prospectos de encontrar una salida diplomática al conflicto.


Los combates en los alrededores de la capital se han intensificado en la última semana y funcionarios de Occidente han empezado a hablar de una dramática evolución de los eventos en el conflicto de 20 meses que ha dejado 40.000 muertos.

Rusia y Estados Unidos, las superpotencias que han respaldado a los bandos rivales en el conflicto, desestimaron las posibilidades de un avance diplomático luego de negociaciones que buscaban salvar sus diferencias.

"No creo que nadie piense que exista algún progreso importante", dijo la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, durante una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y el mediador internacional Lakhdar Brahimi.

"Nadie debería hacerse ilusiones. Pero todos nosotros, con la influencia que tengamos, debemos comprometernos con Brahimi en un esfuerzo conjunto y honesto", agregó.

Lavrov, por su parte, dijo que ambos bandos habían acordado enviar funcionarios a negociar con Brahimi, pero también se mostró escéptico.

"No haría pronósticos optimistas (....) Queda por ver qué saldrá de esto", dijo, y agregó que Brahimi estaba al tanto de que la posibilidad de éxito estaba "lejos del 100 por ciento".

Washington y sus aliados europeos han buscado por largo tiempo derrocar a Assad, mientras que Rusia lo ha protegido en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Pero en varias situaciones se han detectado señales de que el presidente ruso, Vladimir Putin, podría estar perdiendo la paciencia con Assad, aunque la postura oficial de Moscú aún no ha cambiado.

ADVERTENCIA A CIVILES

La última semana ha acercado una guerra que se ha peleado mayormente en provincias y otras ciudades a las puertas de la capital siria.

La interrupción del acceso al aeropuerto situado a 20 kilómetros del centro de Damasco sería un golpe simbólico para Assad. Los rebeldes reconocen que el terminal aéreo todavía está en manos de las tropas del Gobierno.

"Las brigadas insurgentes que están poniendo bajo asedio al aeropuerto decidieron ayer (jueves) que ahora es una zona militar", dijo Nabil al-Amir, portavoz del rebelde Consejo Militar de Damasco. "Los civiles que se acerquen ahora lo hacen bajo su propio riesgo", declaró.

Los combatientes esperaron dos semanas para que el aeropuerto fuera despejado de la mayoría de civiles y de personal de aerolíneas antes de declararlo un objetivo, agregó.

Aerolíneas extranjeras suspendieron todos los vuelos a Damasco desde que comenzaron los combates cerca del aeropuerto la semana pasada, aunque algunos aviones de Syrian Air usaron el terminal en los últimos días.

Pero muchos de los que han seguido de cerca los acontecimientos en terreno dicen que las afirmaciones sobre un punto de quiebre en el conflicto son demasiado prematuras.

"Creo que es poco razonable esperar que la batalla esté ahora en sus últimas etapas", dijo Rami Abdelrahman del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que ha realizado un seguimiento del conflicto desde su inicio en marzo del 2011.

"Los grandes avances se ven en los medios. Ciertamente la situación no es buena para nadie(...) Las zonas de Aleppo en manos de rebeldes apenas cuentan con alimentos y siempre está el riesgo de ataques del Gobierno", aseveró.

No obstante, Abdelrahman admitió a Reuters que era verdad que el Gobierno se está retirando de varias zonas y que las fuerzas del Assad están cada vez más exhaustas.

El Gobierno sirio dice que este no es el caso y que el Ejército está replegando a los rebeldes a sus antiguas posiciones en los suburbios y afueras de Damasco, donde han estado intentando reforzar su ofensiva.

La OTAN decidió esta semana enviar misiles Patriot alemanes, holandeses y estadounidenses a la frontera turca, una medida que colocará tropas europeas y norteamericanas en la región del conflicto por primera vez desde que éste emergió.

El embajador de Rusia ante la OTAN, Alexander Grushko, dijo que la decisión ponía un paso más cerca a la alianza occidental de una intervención en la guerra civil.

"Vemos un aumento del riesgo de una intervención de la OTAN en Siria como resultado de ciertas provocaciones e incidentes en la frontera, si es que éstos ocurren", declaró.

El viernes, Holanda dijo que enviaría dos misiles Patriot a Turquía con hasta 360 militares. Alemania aprobó el despliegue de los proyectiles tierra-aire el jueves.

Entradas populares