Juventus ganó en Palermo y espera alejarse en la punta
Roma, Espn
En un partido de la fecha 16 del campeonato italiano de fútbol, disputado en el estadio Renzo Barbera de Palermo, Juventus venció al equipo local gracias al gol de Stephan Lichtsteiner.
Con este resultado, Juventus suma 38 puntos y extende a cinco su ventaja sobre el segundo, Nápoli, que tiene un partido menos pero deberá jugarlo en casa del tercero, Inter: en suma, Juventus podría extender su ventaja al final de esta jornada y comenzar una "fuga" decisiva.
Palermo, por su parte, sigue teniendo 14 unidades y, ahora, ocupa el antepenúltimo escalón de la tabla, es decir el umbral del descenso, en copropiedad con Pescara y Bologna, este último cuadro con un partido menos.
El triunfo de Juventus fue merecido y hasta pudo haber sido por mayor diferencia. Palermo, que con Gasperini al mando estaba invicto como local, fue un rival digno y se mantuvo en la pelea hasta el final, a pesar de jugar los últimos minutos en inferioridad numérica por la expulsión de Morganella.
Pero vayamos por orden: el primer tiempo fue bastante equilibrado, con Juventus que trataba de aplastar a Palermo en su área sin lograrlo con continuidad, al punto de que, al final de los primeros 45 minutos, la posesión de pelota estaba casi perfectamente dividida entre ambos rivales.
Que también tuvieron ocasiones: el local con un gol justamente anulado a Miccoli (espléndida de cualquier manera su definición), pero por un offside realmente milimétrico en ocasión del perfecto pelotazo de Barreto, y con un remate de Kurtic, central pero muy violento, que Buffón tuvo que rechazar con los puños unidos.
Las más claras, sin embargo, fueron de la visita: un palo que le negó el gol a Vucinic, quien trató de aporvechar sin suerte el corto rechazo de Muñoz luego de un violento remate de Marchisio, y otra con Matri, quien quedó de cara al gol, habilitado por Vidal, pero se dejó cerrar el ángulo por ese excelente arquero que es Ujkani.
En el entretiempo, una verdadera tormenta azotó el Barbera, inclusive con granizo, dejando la cancha al límite de la practicabilidad. Sin embargo, nadie debe haber informado a Gasperini, quien decidió el ingreso de Brienza por Pisano, algo que con el terreno de jugeo muy pesado terminó siendo un cambio equivocado.
Los equipos volvieron a la cancha y, en cinco minutos, cambió el partido: Vucinic astilló el poste con un hermoso zurdazo cruzado, luego Palermo reclamó sin éxito un penal por una mano de Pirlo (concederlo no hubiera sido escandaloso).
Por encima, en la contra siguiente, el propio Pirlo metió un estupendo pelotazo que Vucinic, por lejos la figura de la cancha, bajó de pecho de manera acrobática y espectacular. Luego el delantero, de espaldas al arco, esperó la llegada en percusión de Lichtsteiner para servirle una deliciosa asistencia de taco, que el suizo no desaprovechó y transformó en gol con un preciso derechazo cruzado al segundo palo.
Gasperini, quien ya con el ingreso de Brienza había vuelto a la defensa a cuatro, con Donati que subió a la mitad de la cancha, metió otro cambio ofensivo con el ingreso de Dybala por el propio Donati, pero pocos minutos después llegó la expulsión de Morganella (dos amarillas en menos de cinco minutos, muy ingenua la segunda) y el partido de hecho se cerró ahí.
Porque Palermo, con mucha generosidad, buscó el empate pero sólo tuvo alguna aproximación con jugadas de pelotas paradas, mientras que Juventus tuvo grandes espacios de contra y erró dos goles increíbles, con sendos "mano a mano" de Bonucci y Vucinic.
En suma Antonio Conte, quien volvía al banco luego de los cuatro meses de suspensión, festejó la circunstancia con un triunfo ajustado pero precioso, en el que la única nota negativa fue la lesión del chileno Vidal.