Ingenieros: es inviable hacer una carretera ecológica sin dañar el TIPNIS
Cochabamba, Erbol
Para la Asociación de Ingenieros Eméritos de Cochabamba no es posible la construcción de una “carretera ecológica” en medio del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) sin dañarlo, como plantea el gobierno de Evo Morales, con la ejecución de una viaducto aéreo y un túnel subterráneo.
El presidente de esa institución, Gonzalo Maldonado, dijo que debido al suelo, sin características rocosas, por donde se pretende ejecutar el tramo dos de la ruta Villa Tunari-San Ignacio de Moxos sólo se llegaría a construir un túnel “falso”.
“No entendemos cómo el gobierno lo va lograr. Al construir ya se va afectar, aparte de que por la calidad de los suelos viene a ser una especia de túnel ‘falso’ si es subterráneo porque no hay características rocosas en ese eje del camino donde se quiere construir, son materiales sueltos y eso significa un túnel ‘falso’”, aseveró Maldonado a la Agencia de Noticias Indígenas de Erbol.
Aseguró que se requerirá una inversión millonaria para un viaducto aéreo y un túnel subterráneo, que además requerirá de un diseño de alta tecnología. “Un túnel de 17 kilómetros es una hazaña. Para nuestro país sería un lujo tener un subterráneo y si el gobierno tuviera los recursos para financiar eso requeriría de un diseño de alta tecnología”, declaró.
Posibles costos
Gonzalo Maldonado se animó a hacer algunos cálculos económicos sobre el costo que demandarán las propuestas que planteó el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda para la construcción de 17 de 177 kilómetros del tramo II, con el que se pretende unir los departamentos de Cochabamba y Beni.
En el caso del túnel, cada kilómetro llegaría a costar entre 10 a 20 millones de dólares. En cambio cada metro del viaducto aéreo podría costar seis mil dólares. Dijo que los 17 kilómetros podrían demandar un presupuesto de hasta $us400 millones.
“Una carretera para que tenga una vía elevada eso fácilmente podría llegar a costar quince millones de dólares un kilómetro, lo que significaría más de 300 millones de dólares sólo el tramo de 17 kilómetros. El Estado tendría que pensar que ese tramo le va costar 400 millones de dólares. Es una decisión delicada”, señaló.
El gobierno inicialmente firmó un contrato con la empresa brasileña OAS para que se encargue de la construcción total de la carretera Tunari-Moxos con una inversión de sólo 332 millones de dólares, pero el mismo fue anulado y tras la conclusión de la consulta el vicepresidente Álvaro García Linera anunció que se buscarán los recursos para la construcción de la vía.
Maldonado dijo que la “carretera ecológica” no evitará los avasallamientos a la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) por personas ajena a la zona ecológica.
Sólo dos comunidades indígenas se beneficiarán
Indígenas denunciaron que el segundo tramo de la carretera Cochabamba-Beni sólo beneficiará a dos de 64 comunidades (según censo 2001) del sector sur del TIPNIS: San Antonio y Puerto Pancho.
Bernabé Noza, secretario de organización de la Subcentral TIPNIS, dijo que se prevé además que la carretera pase cerca a la población yuracaré de San Jorgito; sin embargo, en esa población sólo habitan dos familias.
Los más de 15 mil afiliados a la Federación del Trópico, que se encuentran en la zona colonizada del Parque desde donde inicia el tramo dos, serán los más favorecidos con el proyecto vial, además del Consejo Indígena del Sur (Conisur), reconocieron los propios cocaleros de ese sector de Cochabamba.
Para la Asociación de Ingenieros Eméritos de Cochabamba no es posible la construcción de una “carretera ecológica” en medio del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) sin dañarlo, como plantea el gobierno de Evo Morales, con la ejecución de una viaducto aéreo y un túnel subterráneo.
El presidente de esa institución, Gonzalo Maldonado, dijo que debido al suelo, sin características rocosas, por donde se pretende ejecutar el tramo dos de la ruta Villa Tunari-San Ignacio de Moxos sólo se llegaría a construir un túnel “falso”.
“No entendemos cómo el gobierno lo va lograr. Al construir ya se va afectar, aparte de que por la calidad de los suelos viene a ser una especia de túnel ‘falso’ si es subterráneo porque no hay características rocosas en ese eje del camino donde se quiere construir, son materiales sueltos y eso significa un túnel ‘falso’”, aseveró Maldonado a la Agencia de Noticias Indígenas de Erbol.
Aseguró que se requerirá una inversión millonaria para un viaducto aéreo y un túnel subterráneo, que además requerirá de un diseño de alta tecnología. “Un túnel de 17 kilómetros es una hazaña. Para nuestro país sería un lujo tener un subterráneo y si el gobierno tuviera los recursos para financiar eso requeriría de un diseño de alta tecnología”, declaró.
Posibles costos
Gonzalo Maldonado se animó a hacer algunos cálculos económicos sobre el costo que demandarán las propuestas que planteó el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda para la construcción de 17 de 177 kilómetros del tramo II, con el que se pretende unir los departamentos de Cochabamba y Beni.
En el caso del túnel, cada kilómetro llegaría a costar entre 10 a 20 millones de dólares. En cambio cada metro del viaducto aéreo podría costar seis mil dólares. Dijo que los 17 kilómetros podrían demandar un presupuesto de hasta $us400 millones.
“Una carretera para que tenga una vía elevada eso fácilmente podría llegar a costar quince millones de dólares un kilómetro, lo que significaría más de 300 millones de dólares sólo el tramo de 17 kilómetros. El Estado tendría que pensar que ese tramo le va costar 400 millones de dólares. Es una decisión delicada”, señaló.
El gobierno inicialmente firmó un contrato con la empresa brasileña OAS para que se encargue de la construcción total de la carretera Tunari-Moxos con una inversión de sólo 332 millones de dólares, pero el mismo fue anulado y tras la conclusión de la consulta el vicepresidente Álvaro García Linera anunció que se buscarán los recursos para la construcción de la vía.
Maldonado dijo que la “carretera ecológica” no evitará los avasallamientos a la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) por personas ajena a la zona ecológica.
Sólo dos comunidades indígenas se beneficiarán
Indígenas denunciaron que el segundo tramo de la carretera Cochabamba-Beni sólo beneficiará a dos de 64 comunidades (según censo 2001) del sector sur del TIPNIS: San Antonio y Puerto Pancho.
Bernabé Noza, secretario de organización de la Subcentral TIPNIS, dijo que se prevé además que la carretera pase cerca a la población yuracaré de San Jorgito; sin embargo, en esa población sólo habitan dos familias.
Los más de 15 mil afiliados a la Federación del Trópico, que se encuentran en la zona colonizada del Parque desde donde inicia el tramo dos, serán los más favorecidos con el proyecto vial, además del Consejo Indígena del Sur (Conisur), reconocieron los propios cocaleros de ese sector de Cochabamba.