Hollande ordena proteger la Embajada francesa en República Centroafricana
París, EP
El presidente de Francia, François Hollande, ha ordenado al Ministerio de Defensa adoptar medidas para mantener la seguridad de la Embajada en República Centroafricana y proteger a los ciudadanos franceses que se encuentran en este país, después de que cientos de manifestantes hayan atacado este miércoles la legación diplomática.
Hollande ha declarado que estas medidas excepcionales serán aplicadas de forma inmediata y durante el tiempo "que sea necesario", según un escueto comunicado del Elíseo. El presidente permanece "informado de la situación" en el país africano.
Cientos de personas se han manifestado este miércoles frente a la Embajada de Francia en Bangui, capital de República Centroafricana, lanzando piedras contra el edificio y arriando la bandera francesa para manifestar su malestar por el avance rebelde en el norte del país.
Algunos manifestantes han acusado a Francia de respaldar a los rebeldes mientras que otros han reclamado a las tropas francesas en el país que ayuden al Ejército ha combatir el empuje de los rebeldes, según informa un reportero de Reuters desde el lugar de los hechos.
La alianza rebelde Séléka, integrada por miembros de facciones escindidas de antiguos grupos armados, han tomado en las últimas semanas varias localidades del norte del país. Este miércoles, se han hecho con el control del último gran bastión del Gobierno en la parte septentrional, la localidad de Damara, a 75 kilómetros de la capital, según tres fuentes consultadas por la agencia Reuters.
Además, han rodeado Sibut, donde se han desplegado 150 soldados chadianos que colaboran con el Gobierno de República Centroafricana para contener el avance rebelde e impedir su llegada a la capital. Sin embargo, como ha reconocido una fuente gubernamental, "ya están a las puertas de Bangui".
Estos grupos rebeldes reclaman que el presidente, François Bozizé, que llegó al poder en 2003 mediante un golpe de estado y a continuación ganó las elecciones de 2005 y 2011, cumpla con el acuerdo suscrito en 2007 entre los grupos armados y el Gobierno y reclaman el pago de las compensaciones prometidas por la deposición de las armas y la liberación de todos los presos políticos.
El presidente de Francia, François Hollande, ha ordenado al Ministerio de Defensa adoptar medidas para mantener la seguridad de la Embajada en República Centroafricana y proteger a los ciudadanos franceses que se encuentran en este país, después de que cientos de manifestantes hayan atacado este miércoles la legación diplomática.
Hollande ha declarado que estas medidas excepcionales serán aplicadas de forma inmediata y durante el tiempo "que sea necesario", según un escueto comunicado del Elíseo. El presidente permanece "informado de la situación" en el país africano.
Cientos de personas se han manifestado este miércoles frente a la Embajada de Francia en Bangui, capital de República Centroafricana, lanzando piedras contra el edificio y arriando la bandera francesa para manifestar su malestar por el avance rebelde en el norte del país.
Algunos manifestantes han acusado a Francia de respaldar a los rebeldes mientras que otros han reclamado a las tropas francesas en el país que ayuden al Ejército ha combatir el empuje de los rebeldes, según informa un reportero de Reuters desde el lugar de los hechos.
La alianza rebelde Séléka, integrada por miembros de facciones escindidas de antiguos grupos armados, han tomado en las últimas semanas varias localidades del norte del país. Este miércoles, se han hecho con el control del último gran bastión del Gobierno en la parte septentrional, la localidad de Damara, a 75 kilómetros de la capital, según tres fuentes consultadas por la agencia Reuters.
Además, han rodeado Sibut, donde se han desplegado 150 soldados chadianos que colaboran con el Gobierno de República Centroafricana para contener el avance rebelde e impedir su llegada a la capital. Sin embargo, como ha reconocido una fuente gubernamental, "ya están a las puertas de Bangui".
Estos grupos rebeldes reclaman que el presidente, François Bozizé, que llegó al poder en 2003 mediante un golpe de estado y a continuación ganó las elecciones de 2005 y 2011, cumpla con el acuerdo suscrito en 2007 entre los grupos armados y el Gobierno y reclaman el pago de las compensaciones prometidas por la deposición de las armas y la liberación de todos los presos políticos.