El 'lobby' de las armas pide agentes armados en cada escuela de EEUU
Washington, AFP
La Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), el poderoso grupo de presión que defiende la tenencia de armas en EEUU, pidió este viernes -una semana después de la matanza de Newtown- que el Gobierno despliegue policías armados o agentes de seguridad en todas las escuelas del país.
La NRA, que defiende la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos sobre el derecho a portar armas, ha estado bajo presión para que tome posición tras la masacre de 20 niños y seis adultos en una escuela de Newtown (Connecticut, noreste de EEUU).
Pero los dirigentes de la asociación no consideran que haya que aprobar una legislación más estricta sobre armas de fuego.
"La única forma de parar a un tipo malo con un arma es un tipo bueno con un arma", defendió el vicepresidente de la NRA, Wayne LaPierre, en una rueda de prensa, en la primera reacción de la organización tras la tragedia.
En un comunicado muy combativo, cuya lectura fue brevemente interrumpida por dos manifestantes con carteles acusando al grupo de tener sus manos manchadas con sangre, la NRA no hizo la menor concesión a las peticiones para controlar la venta de armas de fuego.
"Llamo hoy al Congreso a actuar inmediatamente para asignar todo lo necesario para que haya oficiales armados en cada una de las escuelas de este país", dijo LaPierre en un largo comunicado, quien no aceptó preguntas de los periodistas.
El vicepresidente de la NRA aseguró que la organización está dispuesta a ayudar a entrenar a equipos para que defiendan las escuelas y trabajar con maestros y padres para mejorar la seguridad, y atacó a los medios de comunicación y a la clase política por demonizar a los propietarios de armas.
LaPierre también criticó el papel que tienen las películas y los videojuegos en la conducta de los estadounidenses por su contenido violento. El viernes pasado, 20 niños y seis adultos murieron acribillados en la escuela Sandy Hook de Newtown por los disparos de Adam Lanza, un joven de 20 años que utilizó las armas de su madre -a quien había asesinado antes mientras dormía- para perpetrar la matanza.
La matanza fue apenas la última de una larga serie en Estados Unidos este año, y la misma resucitó la polémica sobre la tenencia y el porte de armas, hasta tal punto que el presidente Barack Obama dijo que recurriría a todos los poderes legales que le otorga el cargo para volver a prohibir la venta de armas de asalto.
Estados Unidos sufre desde hace tres décadas una violencia endémica, incluidos 62 tiroteos masivos desde 1982. La gran mayoría de las armas empleadas en esos episodios fueron semiautomáticas legalmente compradas por los autores de las matanzas.
En Estados Unidos hay cerca de 310 millones de armas de fuego en poder de civiles, es decir una per cápita, y un ciudadano tiene veinte veces más posibilidades de morir por un disparo que uno en cualquier otro país desarrollado.
Pero LaPierre insistió en que la posesión de armas de fuego no era el problema. "Ustedes saben que hace cinco años, tras la tragedia de Virginia Tech, cuando dije que deberíamos poner agentes armados en todas las escuelas, la prensa me tildó de loco", dijo en referencia a la masacre en ese campus en 2007, que dejó 27 muertos.
"¿Pero qué hubiera pasado el viernes si cuando Lanza empezó a disparar en la escuela primaria de Sandy Hook hubiera sido enfrentado por agentes de seguridad armados?", preguntó. "¿Admitirán como mínimo que es posible que 20 niños pequeños, que 26 vidas inocentes se hubieran salvado aquel día?", señaló.
La divulgación del comunicado desató críticas inmediatas de los defensores de una legislación más dura sobre armas. "Los líderes de la NRA proponen que nuestras escuelas se llenen de armas y municiones mortales, están totalmente desconectados de lo que son los propietarios de armas y la opinión pública", dijo el senador por Nueva Jersey Frank Lautenberg.
Uno de los que interrumpieron la exposición de LaPierre, por su parte, llevaba un cartel que decía "La NRA mata a nuestros niños" y el otro "La NRA tiene sangre en sus manos". "Al salir de otro funeral supe del comunicado de la NRA. Es el más indignante y sordo que jamás haya visto", escribió en su cuenta de Twitter Chris Murphy, el legislador que representa al distrito de Newtown.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), el poderoso grupo de presión que defiende la tenencia de armas en EEUU, pidió este viernes -una semana después de la matanza de Newtown- que el Gobierno despliegue policías armados o agentes de seguridad en todas las escuelas del país.
La NRA, que defiende la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos sobre el derecho a portar armas, ha estado bajo presión para que tome posición tras la masacre de 20 niños y seis adultos en una escuela de Newtown (Connecticut, noreste de EEUU).
Pero los dirigentes de la asociación no consideran que haya que aprobar una legislación más estricta sobre armas de fuego.
"La única forma de parar a un tipo malo con un arma es un tipo bueno con un arma", defendió el vicepresidente de la NRA, Wayne LaPierre, en una rueda de prensa, en la primera reacción de la organización tras la tragedia.
En un comunicado muy combativo, cuya lectura fue brevemente interrumpida por dos manifestantes con carteles acusando al grupo de tener sus manos manchadas con sangre, la NRA no hizo la menor concesión a las peticiones para controlar la venta de armas de fuego.
"Llamo hoy al Congreso a actuar inmediatamente para asignar todo lo necesario para que haya oficiales armados en cada una de las escuelas de este país", dijo LaPierre en un largo comunicado, quien no aceptó preguntas de los periodistas.
El vicepresidente de la NRA aseguró que la organización está dispuesta a ayudar a entrenar a equipos para que defiendan las escuelas y trabajar con maestros y padres para mejorar la seguridad, y atacó a los medios de comunicación y a la clase política por demonizar a los propietarios de armas.
LaPierre también criticó el papel que tienen las películas y los videojuegos en la conducta de los estadounidenses por su contenido violento. El viernes pasado, 20 niños y seis adultos murieron acribillados en la escuela Sandy Hook de Newtown por los disparos de Adam Lanza, un joven de 20 años que utilizó las armas de su madre -a quien había asesinado antes mientras dormía- para perpetrar la matanza.
La matanza fue apenas la última de una larga serie en Estados Unidos este año, y la misma resucitó la polémica sobre la tenencia y el porte de armas, hasta tal punto que el presidente Barack Obama dijo que recurriría a todos los poderes legales que le otorga el cargo para volver a prohibir la venta de armas de asalto.
Estados Unidos sufre desde hace tres décadas una violencia endémica, incluidos 62 tiroteos masivos desde 1982. La gran mayoría de las armas empleadas en esos episodios fueron semiautomáticas legalmente compradas por los autores de las matanzas.
En Estados Unidos hay cerca de 310 millones de armas de fuego en poder de civiles, es decir una per cápita, y un ciudadano tiene veinte veces más posibilidades de morir por un disparo que uno en cualquier otro país desarrollado.
Pero LaPierre insistió en que la posesión de armas de fuego no era el problema. "Ustedes saben que hace cinco años, tras la tragedia de Virginia Tech, cuando dije que deberíamos poner agentes armados en todas las escuelas, la prensa me tildó de loco", dijo en referencia a la masacre en ese campus en 2007, que dejó 27 muertos.
"¿Pero qué hubiera pasado el viernes si cuando Lanza empezó a disparar en la escuela primaria de Sandy Hook hubiera sido enfrentado por agentes de seguridad armados?", preguntó. "¿Admitirán como mínimo que es posible que 20 niños pequeños, que 26 vidas inocentes se hubieran salvado aquel día?", señaló.
La divulgación del comunicado desató críticas inmediatas de los defensores de una legislación más dura sobre armas. "Los líderes de la NRA proponen que nuestras escuelas se llenen de armas y municiones mortales, están totalmente desconectados de lo que son los propietarios de armas y la opinión pública", dijo el senador por Nueva Jersey Frank Lautenberg.
Uno de los que interrumpieron la exposición de LaPierre, por su parte, llevaba un cartel que decía "La NRA mata a nuestros niños" y el otro "La NRA tiene sangre en sus manos". "Al salir de otro funeral supe del comunicado de la NRA. Es el más indignante y sordo que jamás haya visto", escribió en su cuenta de Twitter Chris Murphy, el legislador que representa al distrito de Newtown.