Benjamin Netanyahu en la Asamblea General de la ONU
Jerusalén, EP
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha declarado este lunes que "no hay duda" de que Irán es uno de los "grandes problemas" a los que tiene que hacer frente su Gobierno y ha apostado por resolverlo "el próximo año", aunque previamente deberá enfrentarse, en enero, a las urnas.
En declaraciones ante corresponsales extranjeros, Netanyahu ha advertido de que está cada vez "más cerca" de conseguir la bomba atómica, toda vez que no cesa en su programa de enriquecimiento de uranio. Si logra la pureza suficiente, ha advertido, "las oportunidades de frenar el programa armamentístico de Irán se reducen drásticamente".
Netanyahu ha recordado su discurso de septiembre ante la Asamblea General de la ONU, desde cuyo atril alertó de que Irán no debería acumular suficiente uranio enriquecido para fabricar una bomba nuclear. Hoy, "Irán está dos meses y medio más cerca de cruzar esa línea y no hay duda de que será un gran problema que habrá que resolver el próximo año".
Israel mantiene abierta la posibilidad de bombardear las instalaciones nucleares iraníes, pero de momento su principal socio internacional, Estados Unidos, sigue apostando por las sanciones como vía para resolver las suspicacias que sobrevuelan la industria nuclear de la República Islámica.
Netanyahu, ha admitido que las sanciones "están perjudicando la economía iraní", pero acto seguido ha apuntado que no hay "ninguna prueba" de que Teherán esté dando marcha atrás en su industria. Por este motivo, ha querido recordar que Israel dispone de la suficiente capacidad para lanzar un ataque y, de hecho, "es más capaz que hace cuatro años", cuando Netanyahu asumió la jefatura de Gobierno.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha declarado este lunes que "no hay duda" de que Irán es uno de los "grandes problemas" a los que tiene que hacer frente su Gobierno y ha apostado por resolverlo "el próximo año", aunque previamente deberá enfrentarse, en enero, a las urnas.
En declaraciones ante corresponsales extranjeros, Netanyahu ha advertido de que está cada vez "más cerca" de conseguir la bomba atómica, toda vez que no cesa en su programa de enriquecimiento de uranio. Si logra la pureza suficiente, ha advertido, "las oportunidades de frenar el programa armamentístico de Irán se reducen drásticamente".
Netanyahu ha recordado su discurso de septiembre ante la Asamblea General de la ONU, desde cuyo atril alertó de que Irán no debería acumular suficiente uranio enriquecido para fabricar una bomba nuclear. Hoy, "Irán está dos meses y medio más cerca de cruzar esa línea y no hay duda de que será un gran problema que habrá que resolver el próximo año".
Israel mantiene abierta la posibilidad de bombardear las instalaciones nucleares iraníes, pero de momento su principal socio internacional, Estados Unidos, sigue apostando por las sanciones como vía para resolver las suspicacias que sobrevuelan la industria nuclear de la República Islámica.
Netanyahu, ha admitido que las sanciones "están perjudicando la economía iraní", pero acto seguido ha apuntado que no hay "ninguna prueba" de que Teherán esté dando marcha atrás en su industria. Por este motivo, ha querido recordar que Israel dispone de la suficiente capacidad para lanzar un ataque y, de hecho, "es más capaz que hace cuatro años", cuando Netanyahu asumió la jefatura de Gobierno.