Afganistán califica de "enormemente útil" el encuentro con los talibán
Kabul, EP
El encuentro celebrado esta semana en París entre representantes del Gobierno de Afganistán y de los talibán afganos fue "enormemente útil", según ha informado un alto cargo del Ejecutivo de Hamid Karzai a la agencia de noticias Reuters.
Además, la fuente gubernamental ha asegurado que Pakistán está siendo sincero en su apoyo al proceso de paz entre las autoridades afganas y los talibán para que éstos abandonen las armas y se sumen a la vida política.
"Esta es la visión que compartimos", ha dicho el alto cargo gubernamental, en lo que supone una rara muestra de optimismo por parte de las autoridades afganas hacia el país vecino, al que han acusado en numerosas ocasiones de apoyar a la insurgencia.
El alto cargo ha matizado que para mantener dicho optimismo es necesario que las autoridades paquistaníes adopten medidas concretas, como, por ejemplo, la reciente liberación de varios líderes talibán para que participen en el proceso de paz.
También ha reiterado el llamamiento realizado el pasado mes de octubre por Karzai a la Red Haqqani --grupo vinculado a los talibán afganos y paquistaníes-- a unirse al proceso de paz, aunque bajo ciertas condiciones, que no ha especificado.
El pasado viernes, los representantes talibán hicieron públicas sus propuestas a las autoridades afganas en la llamada Declaración de Chantilly, en alusión a la localidad parisina donde se celebró la primera reunión entre representantes gubernamentales y talibán.
En primer lugar, los talibán han propuesto crear un Gobierno de unidad --"para todos los afganos"--, pero han rechazado la celebración de elecciones al considerar que "no son un proceso útil para la solución del problema afgano porque han sido planeadas bajo la ocupación extranjera".
Los insurgentes también han abogado por la redacción de una nueva Carta Magna con la finalidad de "allanar el camino para el reparto del poder en el próximo Gobierno" y de "garantizar los derechos civiles, personales y políticos".
No obstante, los talibán --fieles a su férrea doctrina religiosa-- han advertido de que la nueva Constitución "no deberá contener un solo artículo contra el Islam, contra los intereses nacionales o contra la cultura afgana".
El encuentro celebrado esta semana en París entre representantes del Gobierno de Afganistán y de los talibán afganos fue "enormemente útil", según ha informado un alto cargo del Ejecutivo de Hamid Karzai a la agencia de noticias Reuters.
Además, la fuente gubernamental ha asegurado que Pakistán está siendo sincero en su apoyo al proceso de paz entre las autoridades afganas y los talibán para que éstos abandonen las armas y se sumen a la vida política.
"Esta es la visión que compartimos", ha dicho el alto cargo gubernamental, en lo que supone una rara muestra de optimismo por parte de las autoridades afganas hacia el país vecino, al que han acusado en numerosas ocasiones de apoyar a la insurgencia.
El alto cargo ha matizado que para mantener dicho optimismo es necesario que las autoridades paquistaníes adopten medidas concretas, como, por ejemplo, la reciente liberación de varios líderes talibán para que participen en el proceso de paz.
También ha reiterado el llamamiento realizado el pasado mes de octubre por Karzai a la Red Haqqani --grupo vinculado a los talibán afganos y paquistaníes-- a unirse al proceso de paz, aunque bajo ciertas condiciones, que no ha especificado.
El pasado viernes, los representantes talibán hicieron públicas sus propuestas a las autoridades afganas en la llamada Declaración de Chantilly, en alusión a la localidad parisina donde se celebró la primera reunión entre representantes gubernamentales y talibán.
En primer lugar, los talibán han propuesto crear un Gobierno de unidad --"para todos los afganos"--, pero han rechazado la celebración de elecciones al considerar que "no son un proceso útil para la solución del problema afgano porque han sido planeadas bajo la ocupación extranjera".
Los insurgentes también han abogado por la redacción de una nueva Carta Magna con la finalidad de "allanar el camino para el reparto del poder en el próximo Gobierno" y de "garantizar los derechos civiles, personales y políticos".
No obstante, los talibán --fieles a su férrea doctrina religiosa-- han advertido de que la nueva Constitución "no deberá contener un solo artículo contra el Islam, contra los intereses nacionales o contra la cultura afgana".