Un policia afgano: la matanza de Kandahar no pudo ser obra "de un solo hombre"
Tacoma, EP
Un alto responsable de la Policía afgana ha declarado que la muerte de 16 civiles afganos cometida el pasado mes de marzo en dos aldeas del sur de Afganistán, que el Gobierno de Estados Unidos ha atribuido en exclusiva al sargento norteamericano Robert Bales, no pudo ser obra de "un solo hombre".
La Fiscalía Militar ha pedido la pena de muerte para Robert Bales, quien supuestamente mató el pasado mes de marzo a 16 civiles, en su mayoría mujeres y niños, después de salir sin permiso de su base en Kandahar (sur) y aventurarse, durante cinco horas, en dos aldeas de esta provincia. El Gobierno cree que Bales es el único autor de los hechos y varios testigos aseguraron que solo habían visto a un soldado.
No obstante, algunos testimonios han puesto en duda esta versión. "Una persona sola no tiene el valor para meterse en unas aldeas en lo más profundo de la noche", declaró ayer domingo el jefe de investigación criminal de la Policía de Afganistán en la ciudad de Kandahar, el comandante Judai Dad, durante una declaración por videoconferencia ante un tribunal de una base aérea estadounidense.
"No es posible que fuera una sola persona", prosiguió Dad, quien visitó tres lugares situados a unos pocos metros de las aldeas de Alkozai y Najiban el pasado 11 de marzo hacia las ocho de la mañana, horas después de la matanza. "Una persona no puede hacer esto", prosiguió el responsable policial, quien solo estuvo una hora en los lugares visitados por temor a un ataque de los talibán.
Dad ha sido el único testigo de la séptima sesión de las audiencias que se celebran en la Base Conjunta Lewis-McChord, en el Estado de Washington, tras las que se deberá determinar si Bales es juzgado por vía militar y si, en caso de ser declarado culpable, se le condena a muerte.
Un alto responsable de la Policía afgana ha declarado que la muerte de 16 civiles afganos cometida el pasado mes de marzo en dos aldeas del sur de Afganistán, que el Gobierno de Estados Unidos ha atribuido en exclusiva al sargento norteamericano Robert Bales, no pudo ser obra de "un solo hombre".
La Fiscalía Militar ha pedido la pena de muerte para Robert Bales, quien supuestamente mató el pasado mes de marzo a 16 civiles, en su mayoría mujeres y niños, después de salir sin permiso de su base en Kandahar (sur) y aventurarse, durante cinco horas, en dos aldeas de esta provincia. El Gobierno cree que Bales es el único autor de los hechos y varios testigos aseguraron que solo habían visto a un soldado.
No obstante, algunos testimonios han puesto en duda esta versión. "Una persona sola no tiene el valor para meterse en unas aldeas en lo más profundo de la noche", declaró ayer domingo el jefe de investigación criminal de la Policía de Afganistán en la ciudad de Kandahar, el comandante Judai Dad, durante una declaración por videoconferencia ante un tribunal de una base aérea estadounidense.
"No es posible que fuera una sola persona", prosiguió Dad, quien visitó tres lugares situados a unos pocos metros de las aldeas de Alkozai y Najiban el pasado 11 de marzo hacia las ocho de la mañana, horas después de la matanza. "Una persona no puede hacer esto", prosiguió el responsable policial, quien solo estuvo una hora en los lugares visitados por temor a un ataque de los talibán.
Dad ha sido el único testigo de la séptima sesión de las audiencias que se celebran en la Base Conjunta Lewis-McChord, en el Estado de Washington, tras las que se deberá determinar si Bales es juzgado por vía militar y si, en caso de ser declarado culpable, se le condena a muerte.