Panasonic entra al "grupo de los perdedores"
TOKIO, AFP
Tras cuatro meses en la dirección general de Panasonic, Kazuhiro Tsuga anunció en una evaluación sobria que el otrora gigante de electrónicos japonés forma parte ahora del "grupo de los perdedores" de la industria y presentó una serie de medidas de reestructuración para resolver los profundos problemas estructurales que enfrenta la empresa.
Tsuga informó que la compañía planea recortar operaciones de manufacturas en Japón, suspender la venta de teléfonos móviles en el exterior y disminuir su inversión en paneles solares y baterías recargables. Los cargos adicionales de reestructuración profundizaron la pérdida trimestral a unos US$9.000 millones, unas de las más altas registradas por una compañía japonesa.
"A menos que tomemos este paso, cualquier cosa que digamos será una promesa vacía. Así de mala es nuestra situación actual", reconoció Tsuga en una conferencia de prensa.
La situación de Panasonic se asemeja a los problemas generales que enfrenta la atribulada industria de electrónicos de consumo en Japón. Los televisores y otros productos electrónicos para salas de estar, que antes eran la base de una economía exitosa, ahora son vistos por los consumidores como artículos sustituibles. Las compañías japonesas no logran reproducir la potencia manufacturera de la surcoreana Samsung ni replicar el prestigio de marca de la estadounidense Apple. Un yen fuerte y fábricas envejecidas en Japón se combinan para darle otro golpe a su competitividad.
Panasonic afirmó que prevé caer en números rojos por segundo año consecutivo, con una pérdida total aproximada de US$19.000 millones a lo largo de dos años fiscales. Para mantener su liquidez, Panasonic dijo que recibió una línea de crédito de 600.000 millones de yenes y se inscribió para vender 150.000 millones de yenes en bonos.
La empresa no repartirá su dividendo anual por primera vez desde 1950, un giro desconcertante para una compañía considerada en un momento tan estable económicamente que se ganó el apodo "Banco Panasonic".
Las compañías japonesas no logran reproducir la potencia manufacturera de la surcoreana Samsung ni replicar el prestigio de marca de la estadounidense Apple
En un rechazo de la antigua plana ejecutiva de la empresa, Tsuga aseveró que el departamento de investigación y desarrollo de Panasonic no logró presentar productos populares, lo que llevó a la compañía a someterse a reformas estructurales que provocaron un aumento temporal en la utilidad, pero seguido de otra caída en las ganancias. Mientras tanto, la compañía dedicó cantidades enormes de dinero para producir nuevas tecnologías, pero el ejecutivo dijo que estas inversiones no lo-graron rendir debido al desplome en los precios de los electrónicos de consumo. Esto obligó a la compañía ha sufrir pérdidas por desvalorización".
"Esto es lo que yo llamo una situación anormal y nuestro punto de partida debe ser reconocer que no somos una compañía normal en este momento", dijo Tsuga, quien supervisó la reestructuración del negocio de televisores de la empresa antes de asumir las riendas del grupo.
La mayor parte de la pérdida en el trimestre actual proviene de costos relacionados a la reestructuración luego de que Panasonic rebajó el valor de sus negocios de paneles solares, baterías recargables y teléfonos celulares. Se trata de la indicación más reciente de que su adquisición en 2009 de Sanyo Electric Co. no cumplió con su promesa de ayudar a Panasonic a entrar al mercado de productos de energía limpia.
En lo que será un realineamiento de su negocio, Panasonic dijo que reducirá a la mitad sus líneas de producción domestica para células de batería recargable de seis a tres, y se enfocará en aplicaciones que no son para el consumidor. La empresa anunció que no expandirá su inversión en la producción de paneles solares en Malaysia como lo había planeado antes. Además, suspenderá las ventas de teléfonos inteligentes en Europa.
Comenzando en abril de 2013, Panasonic anunció que reducirá su extensa red de 88 unidades de negocios a 56 unidades, y solo las subsidiarias capaces de lograr un margen operativo de 5% sobrevivirán.
Tras cuatro meses en la dirección general de Panasonic, Kazuhiro Tsuga anunció en una evaluación sobria que el otrora gigante de electrónicos japonés forma parte ahora del "grupo de los perdedores" de la industria y presentó una serie de medidas de reestructuración para resolver los profundos problemas estructurales que enfrenta la empresa.
Tsuga informó que la compañía planea recortar operaciones de manufacturas en Japón, suspender la venta de teléfonos móviles en el exterior y disminuir su inversión en paneles solares y baterías recargables. Los cargos adicionales de reestructuración profundizaron la pérdida trimestral a unos US$9.000 millones, unas de las más altas registradas por una compañía japonesa.
"A menos que tomemos este paso, cualquier cosa que digamos será una promesa vacía. Así de mala es nuestra situación actual", reconoció Tsuga en una conferencia de prensa.
La situación de Panasonic se asemeja a los problemas generales que enfrenta la atribulada industria de electrónicos de consumo en Japón. Los televisores y otros productos electrónicos para salas de estar, que antes eran la base de una economía exitosa, ahora son vistos por los consumidores como artículos sustituibles. Las compañías japonesas no logran reproducir la potencia manufacturera de la surcoreana Samsung ni replicar el prestigio de marca de la estadounidense Apple. Un yen fuerte y fábricas envejecidas en Japón se combinan para darle otro golpe a su competitividad.
Panasonic afirmó que prevé caer en números rojos por segundo año consecutivo, con una pérdida total aproximada de US$19.000 millones a lo largo de dos años fiscales. Para mantener su liquidez, Panasonic dijo que recibió una línea de crédito de 600.000 millones de yenes y se inscribió para vender 150.000 millones de yenes en bonos.
La empresa no repartirá su dividendo anual por primera vez desde 1950, un giro desconcertante para una compañía considerada en un momento tan estable económicamente que se ganó el apodo "Banco Panasonic".
Las compañías japonesas no logran reproducir la potencia manufacturera de la surcoreana Samsung ni replicar el prestigio de marca de la estadounidense Apple
En un rechazo de la antigua plana ejecutiva de la empresa, Tsuga aseveró que el departamento de investigación y desarrollo de Panasonic no logró presentar productos populares, lo que llevó a la compañía a someterse a reformas estructurales que provocaron un aumento temporal en la utilidad, pero seguido de otra caída en las ganancias. Mientras tanto, la compañía dedicó cantidades enormes de dinero para producir nuevas tecnologías, pero el ejecutivo dijo que estas inversiones no lo-graron rendir debido al desplome en los precios de los electrónicos de consumo. Esto obligó a la compañía ha sufrir pérdidas por desvalorización".
"Esto es lo que yo llamo una situación anormal y nuestro punto de partida debe ser reconocer que no somos una compañía normal en este momento", dijo Tsuga, quien supervisó la reestructuración del negocio de televisores de la empresa antes de asumir las riendas del grupo.
La mayor parte de la pérdida en el trimestre actual proviene de costos relacionados a la reestructuración luego de que Panasonic rebajó el valor de sus negocios de paneles solares, baterías recargables y teléfonos celulares. Se trata de la indicación más reciente de que su adquisición en 2009 de Sanyo Electric Co. no cumplió con su promesa de ayudar a Panasonic a entrar al mercado de productos de energía limpia.
En lo que será un realineamiento de su negocio, Panasonic dijo que reducirá a la mitad sus líneas de producción domestica para células de batería recargable de seis a tres, y se enfocará en aplicaciones que no son para el consumidor. La empresa anunció que no expandirá su inversión en la producción de paneles solares en Malaysia como lo había planeado antes. Además, suspenderá las ventas de teléfonos inteligentes en Europa.
Comenzando en abril de 2013, Panasonic anunció que reducirá su extensa red de 88 unidades de negocios a 56 unidades, y solo las subsidiarias capaces de lograr un margen operativo de 5% sobrevivirán.