Obama niega que caso Petraeus haya afectado la seguridad de EEUU
Washington, AFP
Barack Obama afirmó este miércoles que el escándalo que costó el puesto al director de la CIA, David Petraeus, a priori no tuvo consecuencias sobre la seguridad nacional de Estados Unidos y defendió enérgicamente a su embajadora ante la ONU en relación al ataque en Bengasi.
"No tengo ninguna prueba hasta el momento, según lo que he visto, de que se haya divulgado informaciones secretas que pudieran tener consecuencias negativas sobre nuestra seguridad nacional", dijo Obama en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
En su primera aparición ante los periodistas desde que fue reelegido el 6 de noviembre, Obama señaló que se abrió una investigación sobre el caso, pero dijo que no haría "comentarios sobre los detalles" de la misma.
Petraeus, general retirado, renunció el viernes a su cargo de director de la CIA luego de admitir una relación adúltera con su biógrafa, Paula Broadwell.
El escándalo se extendió con el cuestionamiento del general John Allen, comandante de las fuerzas de la coalición internacional en Afganistán. Su nominación al comando supremo de la OTAN fue suspendida el martes por Obama, luego de la apertura de una investigación por mensajes inapropiados que el jefe militar habría intercambiado con Jill Kelly, amiga de Petraeus.
Tras aceptar la renuncia de Petraeus el pasado jueves, Obama destacó nuevamente el miércoles los servicios "extraordinarios" que prestó a la nación. "Pero, según su propia evaluación, no estuvo a la altura de los criterios necesarios para un director de la CIA, en lo que respecta a sus relaciones personales", subrayó el presidente.
El caso Petraeus, que sacude a los organismos de inteligencia, el ejército y el ambiente político en Washington, repercute en el Congreso, con audiencias en curso a puertas cerradas sobre el ataque que costó la vida a cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador en Libia, el 11 de septiembre en Bengasi.
Pese a dimitir, Petraeus aceptó declarar en este caso ante un comité del Senado, reveló el senador republicano John McCain, quien acusa desde hace semanas al gobierno Obama de haberse negado a reconocer inicialmente el carácter "terrorista" del ataque.
McCain, frustrado rival de Obama en las presidenciales de 2008, comparó este miércoles el caso de Bengasi con el escándalo Watergate y amenazó con bloquear la eventual confirmación de la embajadora Susan Rice al Departamento de Estado.
Rice fue ampliamente criticada luego de decir, apenas días después del ataque al consulado estadounidense en Begasi, que de acuerdo a investigaciones de los servicios de inteligencia todo empezó con una "protesta espontánea" contra un film antiislámico rodado en territorio norteamericano, que luego "degeneró" en un ataque a la representación diplomática.
Pero los intentos republicanos de centrar sus críticas en Rice fueron duramente recibidos por Obama, que la defendió diciendo que hizo un "trabajo ejemplar" en la ONU, demostrando "talento, profesionalismo y fortaleza". "Tratar de afectar su reputación es repulsivo", agregó el mandatario.
Obama dijo que Rice apareció en programas televisivos de domingo tras el ataque a la legación a pedido de la Casa Blanca, "aportando las mejores informaciones en base a la información que se le había suministrado" en ese momento.
"Si los senadores (republicanos) John McCain y Lindsey Graham y otros quieren buscar a alguien, deberían venir a buscarme a mí", desafió Obama.
"Cuando se la toman con la embajadora ante Naciones Unidas, aparentemente porque estiman que es una presa fácil, quiere decir que tienen un problema conmigo y si yo decido que ella será la mejor persona para servir a Estados Unidos en el Departamento de Estado, la nombraré", agregó el presidente, quien se negó este miércoles a revelar sus intenciones sobre la esperada reorganización de su gabinete.
Barack Obama afirmó este miércoles que el escándalo que costó el puesto al director de la CIA, David Petraeus, a priori no tuvo consecuencias sobre la seguridad nacional de Estados Unidos y defendió enérgicamente a su embajadora ante la ONU en relación al ataque en Bengasi.
Los principales protagonistas del escándalo (90 x 123 mm)
El presidente Barack Obama afirmó este miércoles que el escándalo que costó el puesto al director de la CIA David Petraeus no tuvo consecuencias sobre la seguridad nacional de Estados Unidos, según la información con que cuenta.
La investigación que causó la renuncia del jefe de la CIA, David Petraeus, ha reavivado el debate sobre la privacidad en internet y la habilidad de los gobiernos para espiar cuentas privadas de correo electrónico.
Barack Obama afirmó este miércoles que el escándalo que costó el puesto al director de la CIA, David Petraeus, a priori no tuvo consecuencias sobre la seguridad nacional de Estados Unidos y defendió enérgicamente a su embajadora ante la ONU en relación al ataque en Bengasi.
"No tengo ninguna prueba hasta el momento, según lo que he visto, de que se haya divulgado informaciones secretas que pudieran tener consecuencias negativas sobre nuestra seguridad nacional", dijo Obama en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
En su primera aparición ante los periodistas desde que fue reelegido el 6 de noviembre, Obama señaló que se abrió una investigación sobre el caso, pero dijo que no haría "comentarios sobre los detalles" de la misma.
Petraeus, general retirado, renunció el viernes a su cargo de director de la CIA luego de admitir una relación adúltera con su biógrafa, Paula Broadwell.
El escándalo se extendió con el cuestionamiento del general John Allen, comandante de las fuerzas de la coalición internacional en Afganistán. Su nominación al comando supremo de la OTAN fue suspendida el martes por Obama, luego de la apertura de una investigación por mensajes inapropiados que el jefe militar habría intercambiado con Jill Kelly, amiga de Petraeus.
Tras aceptar la renuncia de Petraeus el pasado jueves, Obama destacó nuevamente el miércoles los servicios "extraordinarios" que prestó a la nación. "Pero, según su propia evaluación, no estuvo a la altura de los criterios necesarios para un director de la CIA, en lo que respecta a sus relaciones personales", subrayó el presidente.
El caso Petraeus, que sacude a los organismos de inteligencia, el ejército y el ambiente político en Washington, repercute en el Congreso, con audiencias en curso a puertas cerradas sobre el ataque que costó la vida a cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador en Libia, el 11 de septiembre en Bengasi.
Pese a dimitir, Petraeus aceptó declarar en este caso ante un comité del Senado, reveló el senador republicano John McCain, quien acusa desde hace semanas al gobierno Obama de haberse negado a reconocer inicialmente el carácter "terrorista" del ataque.
McCain, frustrado rival de Obama en las presidenciales de 2008, comparó este miércoles el caso de Bengasi con el escándalo Watergate y amenazó con bloquear la eventual confirmación de la embajadora Susan Rice al Departamento de Estado.
Rice fue ampliamente criticada luego de decir, apenas días después del ataque al consulado estadounidense en Begasi, que de acuerdo a investigaciones de los servicios de inteligencia todo empezó con una "protesta espontánea" contra un film antiislámico rodado en territorio norteamericano, que luego "degeneró" en un ataque a la representación diplomática.
Pero los intentos republicanos de centrar sus críticas en Rice fueron duramente recibidos por Obama, que la defendió diciendo que hizo un "trabajo ejemplar" en la ONU, demostrando "talento, profesionalismo y fortaleza". "Tratar de afectar su reputación es repulsivo", agregó el mandatario.
Obama dijo que Rice apareció en programas televisivos de domingo tras el ataque a la legación a pedido de la Casa Blanca, "aportando las mejores informaciones en base a la información que se le había suministrado" en ese momento.
"Si los senadores (republicanos) John McCain y Lindsey Graham y otros quieren buscar a alguien, deberían venir a buscarme a mí", desafió Obama.
"Cuando se la toman con la embajadora ante Naciones Unidas, aparentemente porque estiman que es una presa fácil, quiere decir que tienen un problema conmigo y si yo decido que ella será la mejor persona para servir a Estados Unidos en el Departamento de Estado, la nombraré", agregó el presidente, quien se negó este miércoles a revelar sus intenciones sobre la esperada reorganización de su gabinete.
Barack Obama afirmó este miércoles que el escándalo que costó el puesto al director de la CIA, David Petraeus, a priori no tuvo consecuencias sobre la seguridad nacional de Estados Unidos y defendió enérgicamente a su embajadora ante la ONU en relación al ataque en Bengasi.
Los principales protagonistas del escándalo (90 x 123 mm)
El presidente Barack Obama afirmó este miércoles que el escándalo que costó el puesto al director de la CIA David Petraeus no tuvo consecuencias sobre la seguridad nacional de Estados Unidos, según la información con que cuenta.
La investigación que causó la renuncia del jefe de la CIA, David Petraeus, ha reavivado el debate sobre la privacidad en internet y la habilidad de los gobiernos para espiar cuentas privadas de correo electrónico.