Muere en prisión uno de los detenidos por el asalto a la Embajada de EEUU
Túnez, EP
Uno de los ciudadanos tunecinos detenidos en septiembre por su presunta participación en el asalto contra la Embajada de Estados Unidos en el país ha fallecido este jueves en prisión tras dos meses en huelga de hambre, según ha informado su abogado.
"Bechir Gholli, un estudiante que ha estado en huelga de hambre durante 57 días mientras permanecía en custodia, ha sido trasladado al hospital y ha fallecido allí", ha dicho su abogado, Anuar Auled Alí. Otro de los detenidos, Mohamed Bakzi, está hospitalizado en estado crítico. El Ministerio de Justicia ha declinado hacer comentarios sobre estas informaciones.
Gholli, de 26 años de edad, era uno de las decenas de salafistas que iniciaron una huelga de hambre tras su detención para protestar contra las condiciones de su arresto. Este grupo es parte de las 144 personas detenidas tras los disturbios registrados frente a la legación estadounidense en el marco de las protestas contra la película 'Inocencia de los Musulmanes', considerada blasfema por satirizar al profeta Mahoma y percibida como una ofensa contra el Islam por varios sectores de la comunidad musulmana.
Un tribunal tunecino condenó en octubre a un año de prisión al líder del grupo radical islamista Ansar al Sharia, Abu Ayub, por incitar a los ciudadanos a llevar a cabo el ataque contra la embajada, que se saldó con cuatro tunecinos fallecidos.
El ataque contra el edificio, en cuyo interior no había personal en ese momento, se produjo apenas días después del asalto contra el consulado estadounidense en la localidad libia de Benghazi (este), en el que murieron cuatro ciudadanos estadounidenses, entre ellos el embajador del país norteamericano en Libia, Christopher Stevens.
Las tensiones entre salafistas y laicistas han ido en aumento en Túnez desde que el partido islamista moderado Ennahda ganará las elecciones el año pasado. La formación acordó un Gobierno de coalición con dos partidos no religiosos y prometió no prohibir el alcohol, no imponer el uso de velo ni utilizar la 'sharia' (ley islámica) como base de la legislación tunecina.
Tras la caída del ex-presidente Zine al Abidine Ben Alí, la influencia que debe ejercer la religión en el Gobierno y en la sociedad se ha convertido en un tema muy polémico en este país del norte de África, que durante décadas ha sido considerado como el país más secular del mundo árabe.
Uno de los ciudadanos tunecinos detenidos en septiembre por su presunta participación en el asalto contra la Embajada de Estados Unidos en el país ha fallecido este jueves en prisión tras dos meses en huelga de hambre, según ha informado su abogado.
"Bechir Gholli, un estudiante que ha estado en huelga de hambre durante 57 días mientras permanecía en custodia, ha sido trasladado al hospital y ha fallecido allí", ha dicho su abogado, Anuar Auled Alí. Otro de los detenidos, Mohamed Bakzi, está hospitalizado en estado crítico. El Ministerio de Justicia ha declinado hacer comentarios sobre estas informaciones.
Gholli, de 26 años de edad, era uno de las decenas de salafistas que iniciaron una huelga de hambre tras su detención para protestar contra las condiciones de su arresto. Este grupo es parte de las 144 personas detenidas tras los disturbios registrados frente a la legación estadounidense en el marco de las protestas contra la película 'Inocencia de los Musulmanes', considerada blasfema por satirizar al profeta Mahoma y percibida como una ofensa contra el Islam por varios sectores de la comunidad musulmana.
Un tribunal tunecino condenó en octubre a un año de prisión al líder del grupo radical islamista Ansar al Sharia, Abu Ayub, por incitar a los ciudadanos a llevar a cabo el ataque contra la embajada, que se saldó con cuatro tunecinos fallecidos.
El ataque contra el edificio, en cuyo interior no había personal en ese momento, se produjo apenas días después del asalto contra el consulado estadounidense en la localidad libia de Benghazi (este), en el que murieron cuatro ciudadanos estadounidenses, entre ellos el embajador del país norteamericano en Libia, Christopher Stevens.
Las tensiones entre salafistas y laicistas han ido en aumento en Túnez desde que el partido islamista moderado Ennahda ganará las elecciones el año pasado. La formación acordó un Gobierno de coalición con dos partidos no religiosos y prometió no prohibir el alcohol, no imponer el uso de velo ni utilizar la 'sharia' (ley islámica) como base de la legislación tunecina.
Tras la caída del ex-presidente Zine al Abidine Ben Alí, la influencia que debe ejercer la religión en el Gobierno y en la sociedad se ha convertido en un tema muy polémico en este país del norte de África, que durante décadas ha sido considerado como el país más secular del mundo árabe.