Los chicos vuelven a la escuela pero Nueva York sigue sufriendo por Sandy

Nueva York, AFP
Una semana después del feroz paso del ciclón Sandy, millones de neoyorquinos seguían sufriendo el lunes problemas en el transporte público, escasez de gasolina o falta de electricidad en medio del frío, en una ciudad traumatizada que logró al menos reabrir sus escuelas.


Las autoridades estatales y de la ciudad de Nueva York tenían como una de sus prioridades alojar a miles de personas que necesitaban refugio, ya que no tienen ni luz ni calefacción en sus casas con temperaturas por debajo de los 5 grados.

Otro objetivo era garantizar que los ciudadanos de Nueva York, Nueva Jersey (este) y los otros estados del este de Estados Unidos afectados por Sandy puedan votar el martes en las elecciones que enfrentan al presidente demócrata Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney.

Pero los esfuerzos por normalizar la situación podrían verse seriamente afectados por la llegada entre miércoles y jueves de una tormenta a zonas devastadas por el ciclón, advirtió el lunes por la tarde el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo.

"Normalmente no sería una tormenta con riesgo para la vida de las personas. Pero esta no es una situación normal", dijo Cuomo luego de que el servicio meteorológico estadounidense informase sobre una tormenta que tocaría la costa de Nueva Jersey el jueves con "vientos de hasta 80 km/h, inundaciones moderadas a menores en la costa y fuertes lluvias en zonas costeras".

Mientras unos 450.000 hogares seguían sin electricidad en el estado de Nueva York -de los cuales 115.000 en New York City-, la cifra se elevaba a unos 780.000 en Nueva Jersey, una quinta parte de los clientes.

Cuomo volvió a cargar contra las compañías eléctricas por las demoras para restablecer el servicio en algunas zonas de su estado.

"El progreso es inaceptable. Estoy enojado, decepcionado", señaló, al marcar la diferencia entre Manhattan, donde casi todos los hogares recuperaron la electricidad, y otros distritos como Queens o Staten Island, donde decenas de miles de clientes están aún sin luz.

Según el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, finalmente serían "menos de 10.000" el número de damnificados por Sandy que necesitarían refugio a raíz del frío, en lugar de los 30.000 a 40.000 de los que habló la víspera.

El lunes marcó el regreso a la escuela de cerca de un millón de niños de Nueva York luego de una semana sin clases, aunque más de 100 establecimientos permanecieron cerrados por los daños sufridos por el ciclón, según una lista publicada por el Departamento de Educación de la ciudad.

La asistencia fue del 86%, indicó Bloomberg, destacando que ese porcentaje era el mismo que el año pasado para la misma fecha.

Las clases volverán a ser interrumpidas el martes por las elecciones y la alcaldía espera que el miércoles todas las escuelas ya estén funcionando con normalidad.

Con el metro restablecido en un 80%, muchos neoyorquinos sufrieron demoras el lunes para llegar a sus trabajos, en una ciudad que depende -quizás como ninguna otra en el mundo- de ese crucial medio de transporte, utilizado a diario por 5,3 millones de personas.

Este problema provocó que muchos recurrieran al auto, aunque para eso tenían primero que conseguir gasolina, cuya escasez era otra de las consecuencias dejadas por Sandy, la supertormenta que mató a más de 100 personas en la costa este de Estados Unidos.

La perturbación en el abastecimiento de combustible afectaba con más dureza al vecino estado de Nueva Jersey, donde el gobernador Chris Christie resolvió un racionamiento con un tope máximo por automóvil.

"Esperé ocho horas en una estación de servicio para cargar finalmente 30 dólares de combustible, el límite establecido", dijo el taxista Sherif Roby en Nueva York.

"Muchos amigos no pudieron ir a trabajar porque no encontraron gas", explicó.

Las autoridades de Nueva York indicaron el lunes que investigaban denuncias sobre aumentos de precios de gasolina, agua y otros productos tras el paso de Sandy.

"Estamos investigando cientos de denuncias que hemos recibido de consumidores sobre negocios que abusan", dijo el fiscal general del Estado de Nueva York, Eric Schneiderman.

La legislación de Nueva York prohíbe el incremento de precios en productos básicos, incluyendo alimentos, agua y gasolina, durante crisis y desastres naturales.

Por último, las presidenciales del martes pusieron una presión extra sobre las autoridades, ya que hay que garantizar que todo el mundo podrá votar.

Tanto en Nueva York como en Nueva Jersey habría centros de votación cerrados o desplazados, así como personas refugiadas lejos de sus hogares, por lo cual se buscaban alternativas, como el voto por correo electrónico o fax.

En ese marco, el gobernador Cuomo anunció que los neoyorquinos refugiados por Sandy podrán votar en cualquier parte del estado. La decisión es válida para los desplazados de la ciudad de Nueva York y los condados de Nassau y Suffolk (Long Island), Rockland y Westchester.

Una semana después del feroz paso del ciclón Sandy, millones de neoyorquinos seguían sufriendo el lunes problemas en el transporte público, escasez de gasolina o falta de electricidad en medio del frío, en una ciudad traumatizada que logró al menos reabrir sus escuelas.

Una semana después del feroz paso del ciclón Sandy, millones de neoyorquinos seguían sufriendo el lunes problemas en el transporte público, escasez de gasolina o falta de electricidad en medio del frío, en una ciudad traumatizada que logró al menos reabrir sus escuelas.

Con el metro restablecido en un 80%, muchos neoyorquinos sufrieron demoras el lunes para llegar a sus trabajos, en una ciudad que depende -quizás como ninguna otra en el mundo- de ese crucial medio de transporte, utilizado a diario por 5,3 millones de personas.

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