La “Primavera Arabe” llega a Jordania y carga contra el rey
Nueva York, New York Times
Miles de jóvenes salieron ayer a las calles jordanas en el marco de la tercera noche de protestas generalizadas contra el Rey Abdullah II, mientras Estados Unidos expresaba su apoyo por el monarca.
Las protestas en todo el país, en las que se arrojaron piedras y gases lacrimógenos, tuvieron su raíz en la indignación popular por una reducción de los subsidios públicos al combustible.
El aumento llega al 52%.
La multitud tomó prestado el cántico característico de la revuelta de la Primavera Arabe –¡El pueblo quiere la caída del régimen!– y le agregó sus propios bailes y rimas en las que compararon al rey con Ali Babá, el legendario ladrón. En Irbid, una próspera ciudad del norte del país –que por lo general es un bastión del rey– algunos manifestantes hablaron abiertamente de demandas de democracia.
“Nuestra ambición es tener nuestros derechos”, dijo Ali Ababene, un joven que trataba de entrar en calor al lado de una cubierta en llamas antes de salir corriendo por los gases lacrimógenos. “Nuestro problema no son los precios altos.
Es la audacia de la corrupción . Se trata de la democracia, de la libertad, de la justicia social”.
Las protestas se volvieron especialmente violentas el miércoles a la anoche, después de que la policía disparó contra y mató a Qasi Omari (22), calificado ahora en los graffitis locales como “el mártir del aumento de precios”.
Jordania es uno de los pocos gobiernos árabes apoyados por Occidente que siguen en pie a lo largo de décadas de golpes y revueltas. Jordania es también un aliado crucial de EE.UU. y firmó un tratado de paz con Israel.
Miles de jóvenes salieron ayer a las calles jordanas en el marco de la tercera noche de protestas generalizadas contra el Rey Abdullah II, mientras Estados Unidos expresaba su apoyo por el monarca.
Las protestas en todo el país, en las que se arrojaron piedras y gases lacrimógenos, tuvieron su raíz en la indignación popular por una reducción de los subsidios públicos al combustible.
El aumento llega al 52%.
La multitud tomó prestado el cántico característico de la revuelta de la Primavera Arabe –¡El pueblo quiere la caída del régimen!– y le agregó sus propios bailes y rimas en las que compararon al rey con Ali Babá, el legendario ladrón. En Irbid, una próspera ciudad del norte del país –que por lo general es un bastión del rey– algunos manifestantes hablaron abiertamente de demandas de democracia.
“Nuestra ambición es tener nuestros derechos”, dijo Ali Ababene, un joven que trataba de entrar en calor al lado de una cubierta en llamas antes de salir corriendo por los gases lacrimógenos. “Nuestro problema no son los precios altos.
Es la audacia de la corrupción . Se trata de la democracia, de la libertad, de la justicia social”.
Las protestas se volvieron especialmente violentas el miércoles a la anoche, después de que la policía disparó contra y mató a Qasi Omari (22), calificado ahora en los graffitis locales como “el mártir del aumento de precios”.
Jordania es uno de los pocos gobiernos árabes apoyados por Occidente que siguen en pie a lo largo de décadas de golpes y revueltas. Jordania es también un aliado crucial de EE.UU. y firmó un tratado de paz con Israel.