Evo Morales y Piñera se enfrentaron en Cádiz por salida al mar para Bolivia
Cadiz, ERBOL
El presidente de Bolivia, Evo Morales, y el de Chile, Sebastián Piñera, se enfrentaron hoy en la XXII Cumbre Iberoamericana de Cádiz a propósito de la reivindicación boliviana de una salida al mar.
“Quiero compartir con ustedes el injusto enclaustramiento de mi país que impide cerrar una herida que no sólo daña las buenas relaciones en la región, sino que constituye un obstáculo a la verdadera integración de nuestros países”, lanzó Morales, sentado en la primera sesión plenaria de la cumbre muy cerca de Piñera.
En el marco del diferendo histórico entre ambos países, Bolivia persigue un acceso al mar que perdió en 1879, con soberanía y continuidad geográfica, y analiza la posibilidad de iniciar una acción en los tribunales internacionales contra Chile. En la actualidad, los dos países mantienen sólo relaciones a nivel consular.
“La diplomacia chilena cierra filas cuando se trata de abordar el reclamo boliviano, argumentando que los tratados son intocables”, se quejó Morales. Pero cuando se trata de otros diferendos con otros países la actitud cambia, como en su relación con el Perú, dijo.
Turno de Piñera
La respuesta de Piñera fue tajante. “Los tratados cuando se firman son para cumplirlos”, le dijo. Y el de 1904 entre Chile y Bolivia “fue libremente negociado, válidamente suscrito y aprobado por los congresos de ambos países”. Nadie debe molestarse, manifestó Piñera, por que Chile exija que se cumpla un tratado “vigente”.
El presidente chileno defendió que su país “ha cumplido, cumple y seguirá” cumpliendo con las obligaciones contraídas por ese tratado, como la facilitación del libre tránsito, y aseguró que el 60 por ciento del comercio de Bolivia con países no limítrofes pasa por puertos chilenos. Chile “cumple con todas las normas que establece el derecho internacional para países mediterráneos”, aseguró.
En declaraciones posteriores a la prensa, Morales calificó ese tratado de 1904 como “un tratado impuesto, injusto y por demás incumplido”. “Es totalmente falso que el 60 por ciento de los productos bolivianos salgan por puertos chilenos”, dijo, “salen gracias a Argentina y Brasil”. E insistió en que los tratados no son intangibles. Si hay voluntad política, se puede acabar con tratados impuestos, defendió.
Después de su respuesta, Piñera reprobó a Morales que llevara el asunto hasta Cádiz. Foros multilaterales como la Cumbre Iberoamericana no son los apropiados para tratar un asunto bilateral, le dijo.
Los dos presidentes, no obstante, se tendieron de alguna forma en sus discursos la mano para un diálogo.
“Bolivia reitera su llamado sincero a Chile para deponer las posiciones conservadoras y mirar al futuro de forma conjunta, trabajar de manera complementaria, ya que como vecinos, nos necesitamos”, manifestó Morales.
Chile tiene “la más plena voluntad de diálogo para encontrar soluciones a los problemas y los desafíos que juntos debemos encontrar”, dijo Piñera.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, y el de Chile, Sebastián Piñera, se enfrentaron hoy en la XXII Cumbre Iberoamericana de Cádiz a propósito de la reivindicación boliviana de una salida al mar.
“Quiero compartir con ustedes el injusto enclaustramiento de mi país que impide cerrar una herida que no sólo daña las buenas relaciones en la región, sino que constituye un obstáculo a la verdadera integración de nuestros países”, lanzó Morales, sentado en la primera sesión plenaria de la cumbre muy cerca de Piñera.
En el marco del diferendo histórico entre ambos países, Bolivia persigue un acceso al mar que perdió en 1879, con soberanía y continuidad geográfica, y analiza la posibilidad de iniciar una acción en los tribunales internacionales contra Chile. En la actualidad, los dos países mantienen sólo relaciones a nivel consular.
“La diplomacia chilena cierra filas cuando se trata de abordar el reclamo boliviano, argumentando que los tratados son intocables”, se quejó Morales. Pero cuando se trata de otros diferendos con otros países la actitud cambia, como en su relación con el Perú, dijo.
Turno de Piñera
La respuesta de Piñera fue tajante. “Los tratados cuando se firman son para cumplirlos”, le dijo. Y el de 1904 entre Chile y Bolivia “fue libremente negociado, válidamente suscrito y aprobado por los congresos de ambos países”. Nadie debe molestarse, manifestó Piñera, por que Chile exija que se cumpla un tratado “vigente”.
El presidente chileno defendió que su país “ha cumplido, cumple y seguirá” cumpliendo con las obligaciones contraídas por ese tratado, como la facilitación del libre tránsito, y aseguró que el 60 por ciento del comercio de Bolivia con países no limítrofes pasa por puertos chilenos. Chile “cumple con todas las normas que establece el derecho internacional para países mediterráneos”, aseguró.
En declaraciones posteriores a la prensa, Morales calificó ese tratado de 1904 como “un tratado impuesto, injusto y por demás incumplido”. “Es totalmente falso que el 60 por ciento de los productos bolivianos salgan por puertos chilenos”, dijo, “salen gracias a Argentina y Brasil”. E insistió en que los tratados no son intangibles. Si hay voluntad política, se puede acabar con tratados impuestos, defendió.
Después de su respuesta, Piñera reprobó a Morales que llevara el asunto hasta Cádiz. Foros multilaterales como la Cumbre Iberoamericana no son los apropiados para tratar un asunto bilateral, le dijo.
Los dos presidentes, no obstante, se tendieron de alguna forma en sus discursos la mano para un diálogo.
“Bolivia reitera su llamado sincero a Chile para deponer las posiciones conservadoras y mirar al futuro de forma conjunta, trabajar de manera complementaria, ya que como vecinos, nos necesitamos”, manifestó Morales.
Chile tiene “la más plena voluntad de diálogo para encontrar soluciones a los problemas y los desafíos que juntos debemos encontrar”, dijo Piñera.