El incendio de la planta textil de Daca fue un "acto de sabotaje"
Daca, EP
El ministro del Interior de Bangladesh, Mohiuddin Khan Alamgir, ha informado de que, según la investigación preliminar, el incendio que acabó con la vida de al menos 120 trabajadores de un fábrica textil fue un "acto de sabotaje", mientras los empleados de las fábricas del segundo mayor exportador de ropa se manifiestan en las calles en señal de duelo.
"Hemos llegado a la conclusión de que se trata de un acto de sabotaje. A partir de ahora, trabajaremos para descubrir quiénes son exactamente los saboteadores y los culpables serán llevados ante la Justicia", ha declarado Alagmir.
Anteriormente, la primera ministra del país, Sheikh Hasina, había manifestado sus sospechas de que el incendio fuera un acto de sabotaje pero no identificó a ningún sospechoso ni especificó por qué pensaba que el incendio podría haber sido provocado.
El jefe de la Policía del distrito de Daca ha comunicado a Reuters que sus hombres están investigando las denuncias de algunos de los supervivientes en las que atestiguan que los gerentes de la fábrica impidieron que los trabajadores huyeran del edificio cuando sonó la alarma de incendios. Los representantes de la fábrica Fashions Tazreen aún no han hecho ningún comentario al respecto.
Más de mil trabajadores del sector textil, alguno de ellos portando banderas negras, se han manifestado este martes en el cinturón industrial de Ashulia, en las afueras de Daca, donde se encuentra la fábrica. Según los testigos, han bloqueado la carretera y han jurado vengar la muerte de sus compañeros.
El incendio de la planta textil, que tuvo lugar el sábado, destruyó un edificio de varios pisos de la fábrica Fashions Tazreen, provocó al menos 150 heridos y acabó con la vida de alrededor de 120 personas.
Según la brigada contra incendios de Bangladesh, desde 2006, al menos 500 personas han muerto en accidentes en plantas textiles. Tras este aparatoso incendio, los grupos de defensa de los Derechos Humanos han hecho un llamamiento a las grandes marcas para que pongan en marcha un programa de seguridad contra incendios.
El ministro del Interior de Bangladesh, Mohiuddin Khan Alamgir, ha informado de que, según la investigación preliminar, el incendio que acabó con la vida de al menos 120 trabajadores de un fábrica textil fue un "acto de sabotaje", mientras los empleados de las fábricas del segundo mayor exportador de ropa se manifiestan en las calles en señal de duelo.
"Hemos llegado a la conclusión de que se trata de un acto de sabotaje. A partir de ahora, trabajaremos para descubrir quiénes son exactamente los saboteadores y los culpables serán llevados ante la Justicia", ha declarado Alagmir.
Anteriormente, la primera ministra del país, Sheikh Hasina, había manifestado sus sospechas de que el incendio fuera un acto de sabotaje pero no identificó a ningún sospechoso ni especificó por qué pensaba que el incendio podría haber sido provocado.
El jefe de la Policía del distrito de Daca ha comunicado a Reuters que sus hombres están investigando las denuncias de algunos de los supervivientes en las que atestiguan que los gerentes de la fábrica impidieron que los trabajadores huyeran del edificio cuando sonó la alarma de incendios. Los representantes de la fábrica Fashions Tazreen aún no han hecho ningún comentario al respecto.
Más de mil trabajadores del sector textil, alguno de ellos portando banderas negras, se han manifestado este martes en el cinturón industrial de Ashulia, en las afueras de Daca, donde se encuentra la fábrica. Según los testigos, han bloqueado la carretera y han jurado vengar la muerte de sus compañeros.
El incendio de la planta textil, que tuvo lugar el sábado, destruyó un edificio de varios pisos de la fábrica Fashions Tazreen, provocó al menos 150 heridos y acabó con la vida de alrededor de 120 personas.
Según la brigada contra incendios de Bangladesh, desde 2006, al menos 500 personas han muerto en accidentes en plantas textiles. Tras este aparatoso incendio, los grupos de defensa de los Derechos Humanos han hecho un llamamiento a las grandes marcas para que pongan en marcha un programa de seguridad contra incendios.